Su desarrollo está integralmente vinculado al respeto, la comprensión y la solución pacífica de conflictos; la consolidación de la democracia; la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales; el desarrollo económico y social sostenible; la erradicación de la pobreza y el analfabetismo; la eliminación de cualquier forma de discriminación; y el desarme.

La promoción y establecimiento de una cultura de paz están plenamente vinculados a la libertad de información. Esta libertad constituye, al mismo tiempo, una condición y una garantía de la cultura de paz. Es decir, la libre circulación de información es imprescindible para el fomento de la cultura de paz y, a la vez, garantiza la puesta en práctica y consolidación de todas las medidas que se proponen en el “Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”[1], para su desarrollo. Por ello, es necesario garantizar el acceso a la información para todos: “la democratización de la información”. Si no existe el libre acceso a la información plural y diversa no se puede formar una opinión pública favorable a la paz, para luchar por la defensa de derechos humanos, contra las injusticias y las desigualdades.

En la actualidad, son las Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante TIC) y más concretamente Internet, las que posibilitan el acceso a la información a todas las personas, en cualquier lugar y momento. Pero la realidad muestra que, precisamente, el acceso a la información y a las TIC puede convertirse en una causa de exclusión y aumentar las desigualdades existentes entre los países en desarrollo y los países desarrollados, incluso dentro de los propios países. Es decir, entre los que tienen la información y la tecnología y entre quienes no la tienen y no pueden acceder a ella.

La desigualdad en el acceso y uso de las TIC es lo que se denomina la “brecha digital”, que en “La Sociedad de la Información en el siglo XXI: un requisito para el desarrollo”, se define:

“La brecha digital es la separación que existe entre países y entre diferentes grupos de personas, dentro del mismo país, que tienen acceso real y que utilizan las TIC y aquellos que no tienen ese acceso y no las utilizan”. 

Tanto la brecha digital como la informacional, no sólo son el reflejo de otras brechas existentes –económicas, sociales y culturales-, sino que también las fomentan.

Para reducir la “brecha digital” es esencial la posesión de la tecnología y poder acceder a ella. Es importante también, adquirir las competencias digitales necesarias (alfabetización digital) para poder utilizarla. Pero, además de poseer la tecnología y los conocimientos para usarla, es fundamental saber gestionar la información que circula por Internet de manera efectiva y eficaz con el fin de obtener el máximo beneficio personal. Para lo cual es necesario desarrollar una serie de competencias específicas que capacite a las personas para acceder, localizar, recuperar, utilizar y difundir adecuadamente y de forma ética dicha información. Esto es lo que se conoce como Alfabetización Informacional (en adelante ALFIN).

La ALFIN puede considerarse como uno de los pilares de aprendizaje del Informe Delors “Aprender a hacer” (poner en práctica las competencias adquiridas).

En la Declaración de Principios de Ginebra “Construir la Sociedad de la Información: un Desafío Global para el Nuevo Milenio”, aprobada en 2003 con motivo de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información[2] se manifiesta:

“El deseo y compromiso de todos los participantes, de construir una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la base de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y respetando plenamente y defendiendo la Declaración Universal de Derechos Humanos”[3]. 

También, se indica que su objetivo principal debe consistir en:

“Encauzar el potencial de la tecnología de la información y la comunicación para promover los Objetivos de Desarrollo de la Declaración del Milenio (erradicar la pobreza extrema y el hambre, instaurar la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar  asociaciones mundiales para el desarrollo que permitan forjar un mundo más pacífico, justo y próspero)”. 

Al mismo tiempo, en la Declaración de la Sociedad Civil “Shaping Information Societies for Human Needs”, aprobada en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, 2003, se expone:

“Information and communication societies are about how our societies create, share and utilize the information, cultural production and knowledge, which in turn shape the evolution of those societies”[4]. 

Estas referencias muestran la importancia de la información para la evolución de las sociedades y, por tanto, como elemento clave en los tres grandes ejes de la cultura de paz: Cooperación, Educación y Diálogo. Y las TIC como herramientas eficaces a través de las cuales se puede generar conocimiento, crecimiento económico y desarrollo social; acceder a la educación permanente a lo largo de la vida; y promover el diálogo entre las personas, las naciones y las civilizaciones.

Como se manifiesta en la Declaración de Praga “Hacia una sociedad alfabetizada en información” (2003), la ALFIN, el acceso a la información y el uso eficaz de las TIC juegan un papel muy importante en la reducción de las desigualdades, la promoción de la tolerancia, la comprensión y el respeto mutuos (entre las diferentes razas, culturas y religiones). En este sentido se añade “que la ALFIN debe ser un componente importante del programa de Educación para Todos, que puede contribuir de forma fundamental al logro de las Metas de las Naciones Unidas de Desarrollo para el Milenio[5] y al respeto por la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

Tanto la información como las TIC no ofrecen beneficios directos (comida, agua, medicinas, trabajo, solución de conflictos) ni pueden considerarse un derecho ni un fin en sí mismas, sino el medio a través del cual poder conseguir y disfrutar de los derechos fundamentales.

La Alfabetización Informacional es el elemento esencial para que la información se utilice de manera eficiente y eficaz para satisfacer las necesidades humanas. Y que los ciudadanos formen parte en la sociedad como ciudadanos plenos -con plenos derechos y deberes-, contribuyendo al desarrollo de la democracia genuina y generando el cambio social tan necesario.

Notas

[1] La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba el 13 de septiembre de 1999 la “Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz”, donde se sientan las bases conceptuales de la cultura de paz, así como las directrices y medidas para su desarrollo. 

[2] La Asamblea General de la ONU aprobó en 2001 la celebración de un Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información en dos fases: la 1ª se celebró en Ginebra del 10-12 de diciembre de 2003, a la que asistieron Jefes de Estado y de Gobierno, ministros, etc. de 175 países.  El objetivo de esta Reunión fue la de redactar y propiciar voluntad política y tomar medidas concretas para que la Sociedad de la Información sea una sociedad para todos. La 2ª fase tuvo lugar en Túnez del 16-18 de noviembre de 2005, en esa ocasión el objetivo fue poner en marcha el Plan de Acción de Ginebra, encontrar soluciones y acuerdos en los ámbitos de Internet y el seguimiento y aplicación de los documentos aprobados en Ginebra y en Túnez. Puede consultarse más información en: http://www.itu.int/wsis/index-es.html

[3] Existen importantes declaraciones internacionales cuyos  principios deben servir de base para construir la Sociedad de la Información, entre éstas: “La Carta de las Naciones Unidas”, “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, “La Carta de la Tierra”, “Declaración de Principios sobre la Tolerancia”, “Declaración sobre la Diversidad Cultural”, “Declaración y Programa de Acción para una Cultura de Paz”, etc.

[4] “Las sociedades de la información y la comunicación hacen referencia a cómo nuestras sociedades crean, comparten y utilizan la información, la producción cultural y el conocimiento, que a su vez determinan la evolución de esas sociedades”.

[5] En el Objetivo de Desarrollo del Milenio 8 “Fomentar una alianza mundial para el desarrollo” –objetivo dirigido a los países desarrollados-, una de sus metas (F) hace referencia a la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrecen las TIC para hacer posible un desarrollo acelerado y sostenido (lograr el conjunto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/global.shtml En la Declaración de Principios de Ginebra 2003 de la CMSI, se pone de manifiesto el potencial de las TIC para ayudar a conseguir los ODM http://www.itu.int/wsis/docs/geneva/official/dop-es.html.