Dubai es la contracción en persa de“dos” y “hermanos”; no obstante, todo apunta a que pueda significar “Dorado” – o dinero, según versiones- , tal vez por sus playas o por la arena de sus desiertos, quizás por su concomitancia con la fortuna que producen sus explotaciones petrolíferas del Golfo Pérsico o sus proyectos turísticos y de negocio. Al igual que a los otros seis emiratos que componen ese país de las mil y una noches llamado Emiratos Árabes Unidos, esta riqueza les permite desarrollar todo el potencial turístico de la zona. Sin embargo, ha sido Dubai – con algo más de 1.400.000 habitantes – quien se ha lanzado a la construcción de un paraíso para los que tengan la billetera necesaria para hacer frente a los precios de sus establecimientos y de sus villas residenciales. Seguro que en el libro datado en 1095, “Mojam Ma Ostojam men Asmae Al belaad wal Mawadhea”, su autor Abdullah Bin Abdu Aziz Al Bakri Al Andalasi, cuando describe a Dubai como un gran lugar ni llegó a imaginar lo acertado que estaba.
Fue en la misma época en que Cristóbal Colón vagaba por las cortes de Portugal y de España, buscando un apoyo a su idea de llegar a las Indias, cuando los mercaderes venecianos eligieron las costas de Dubai para la búsqueda de perlas. El veneciano Gaspero Balbi menciona el nombre como un destino para el buceo en busca de concreciones nacaradas de las madreperlas.
En enero de 1820, Dubai entra en la historia occidental porque su jeque firmó un tratado – General Maritime Treaty, – con los británicos, que andaban controlando la zona. Una docena de años después (1833) los Al Maktoum de la tribu Bani Yas dejaron sus asentamiento de Abu Dhabi para hacerse, incruentamente, con la ciudad de Dubai e independizarse del emirato Abu Dhabi. Veinte años después, sabiéndose amenazados por el Imperio Otomano, Dubai se sometió al protectorado del Reino Unido. A medida que su población se acrecentaba, Dubai se expandió y se crearon tres barrios: Deira, la propia Dubai frente a la bahía de su nombre y Shindagha. Deira, sobre la ribera al Este de la bahía, fue el principal centro de comercio. Dubai y Shindagha, situados en la ribera oeste, estaban separados por un ancho tramo de arena llamado Ghubaiba durante la marea baja; al atardecer, la marea alta cubría la frontera arenosa uniendo los dos barrios. Shindagha era el barrio más residencial y donde los jeques gobernantes de Dubai residieron tradicionalmente.
[Dubai puede enorgullecerse de algunas construcciones notables y espectaculares]
Para hacernos una idea de lo que era Dubai hace medio siglo, partamos de que la luz eléctrica no llego hasta 1952. No existían canalizaciones de agua y la población se abastecía de alguno de los numerosos pozos de la zona, la extracción del líquido elemento se realizaba manualmente. Las cocinas eran de carbón de madera importado de la vecina Omán. La generalidad de sus habitantes vivía en chozas de palmas (barastis), las construcciones más sólidas se basaban en el yeso y de la piedra de coral extraída de las profundidades de la bahía.
A partir de 1958 el Jeque Ráshid, octavo gobernador de la familia Al Maktum, decidió dar un impulso gigantesco a su ciudad. Convencido de que podía transformar a Dubai en una de las ciudades más modernas, dedicó todo su empeño en hacerlo realidad. La visión de Ráshid, continuada por su primogénito el Jeque Said, ha cambiado totalmente la fisonomía de aquel barrio frente a la bahía.
Los proyectos iniciados por Ráshid, acapararon primero la incredulidad y luego, el asombro de propios y extraños. Al hospital Al Maktum, que fue el primer centro de salud moderno de los Estados de la Tregua (los actuales Emiratos Árabes Unidos), le siguieron, entre otros, el puente Al Maktum que une Deira y Bur Dubai y que significó el ahorro de un largo trayecto alrededor de la bahía. En los años 80, merced a los trabajos de arquitectos locales, muchos de ellos formados en el extranjero pero comprometidos con la cultura local, se inició la modernización de la ciudad, siempre respetando la idiosincrasia ornamental del país. Durante los años posteriores a los 90, la arquitectura de Dubai se hace más técnica, se restauran obras por toda la ciudad y se construyen jardines públicos en diversas zonas urbanas. El 7 de octubre de 1990, fallecía el Jeque Ráshid, lo mejor de su herencia fue el cambio en el urbanismo de la ciudad de Dubai.
Al inicio de siglo las nuevas promociones de profesionales de la ingeniería y la construcción, merced a los avances tecnológicos y el aporte de los modernos materiales de edificación, hacen posible diseños más innovadores, es el principio del actual desarrollo.
Dubai puede enorgullecerse de algunas construcciones notables y espectaculares, como el centro comercial Bur Yumán o el edificio de negocios de las Emirates Towers. Los establecimientos turísticos y de ocio, como los hoteles Burj al Arab, cuya terraza principal dispone de un helipuerto a 320 m de altura o el Jumeirah Beach. Todas estas edificaciones equilibran diseños de vanguardia con la ancestral característica árabe.
Hoy, el hotel el Burj Al Arab construido sobre una isla artificial y diseñado en forma de vela, parece navegar sobre el mar desde su altura de 321 metros. Entre 7.000 y 10.000 $ USA al día, permiten disfrutar de habitaciones revestidas en oro 22 quilates, con cama giratoria, cine, jacuzzi, asensor privado y cinco personas permanentes de servicio. Desde el famoso piso 28 (el del helipuerto) se puede ver toda la grandeza de la ciudad, con sus 600 rascacielos.
[El Aeropuerto Internacional de Dubai es el centro neurálgico de las aerolíneas Emirates]
La creación de la Ciudad Internet de Dubai, en octubre de 2000, y de la Ciudad de los Media de Dubai, en enero de 2001, abrieron la posibilidad de que todos los negocios del mundo pudieran tener presencia en Dubai. Los dos centros brindan a sus usuarios infraestructuras vanguardistas e incentivos para sus negocios. Juntamente con la Ciudad del Conocimiento de Dubai, estas dos plataformas forman la Zona Franca de la Tecnología, el Comercio Electrónico y los Media de Dubai, absolutamente imprescindibles en los planes de futuro que tiene la ciudad.
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El Gobierno Electrónico era otro aspecto necesario para el desarrollo del gigantesco proyecto de la familia Al Maktum. El portal del Gobierno Electrónico, inaugurado en octubre de 2001, convertía a Dubai en la primera administración del mundo totalmente en línea. No sólo las empresas, cualquier habitante del pueblo de Dubai puede usar Internet para sus relaciones y peticiones con la Administración local y gubernamental.
Pero fue la construcción del Aeropuerto Internacional de Dubai, la obra de ingeniería civil por la que empezó a conocerse el “despegue” de Dubai. El Aeropuerto Internacional de Dubai es el centro neurálgico de las aerolíneas Emirates. Sus cualidades y belleza le han hecho acreedor de numerosos premios de diseño. Pronto se convirtió en el de más tráfico de Oriente y de inmediato tuvo que ampliarse, corría el año 2002. La segunda ampliación le convirtió en uno de los mejores del mundo, capaz de mover hasta 120.000.000 de pasajeros anuales, 5 veces más de sus necesidades actuales en cuanto pasajeros, y capaz de transportar hasta 12.000.000 de toneladas al año. Actualmente y sin haber llegado al limite de sus posibilidades se construye una tercera terminal que ampliará los servicios de las aerolíneas Emirates, la cual podrá ser utilizada por el nuevo Airbus A380. Cuando esté acabada – se prevé el próximo año – la capacidad de despegue y aterrizaje se verá duplicada. Supone una obra que afecta a 140 km2 a la redonda y que solamente en uno de sus hangares – el número 2 -, con 27 mangas, destinará 5 de ellas exclusivamente al jumbo A380.
Si sorprende el aeropuerto, el edificio Burj Dubai, todavía en construcción, alcanzó el pasado mes, la máxima altura mundial edificada y todavía no se ha concluido, en el 2008 tendrá una elevación final de 800 metros.
Los grandes proyectos de urbanización turística y la vivienda de lujo se concentran en las Palm Islands. EL conjunto tiene tres ambientes distintos: el Jumeirah Beach, que ya está prácticamente terminado; en Jebel Ali, que tendrá un 50% más de dimensión y Deira que será tres veces mayor que Jumeirah. Se trata de islas artificiales ganadas al mar trazadas con formas caprichosamente artísticas. “La Palmera”, es el nombre que recibe el conjunto, en parte diseñados por Armani y Versace, y que contará con un extravagante hotel submarino.
[El futuro no se detiene, las construcciones siguen desarrollándose sin parar]
Jumeirah y Jebel Alí tiene, precisamente, forma de palmeras y albergarán cerca de 500 apartamentos y 2.000 villas. Ya están en marcha proyectos que suponen “miniciudades”, como The Lagoons o el Dubai Sports City, que en contendrán más de 800 torres de cincuenta pisos. A todo esto se unen los complejos residenciales residenciales, como el Arabian Heights Residences, inspirado en la arquitectura árabe e islámica, con 400 apartamentos e instalaciones de lujo.
Uno de los conjuntos más atractivos es The World. Son 300 islas de arena artificial cuyo perfil forma el Mapamundi; cada una de ellas serán ocupadas por residencias, centros comerciales y por hoteles de cinco estrellas. Podrán adquirirse por la módica cifra de 7.000.000 de $ y el comprador podrá permitirse comprar la parte que representa a Gran Bretaña o a Italia. El acceso a las islas sólo podrá hacerse por mar o vía aérea.
El Gobierno dubaití también proyecta la construcción de varias torres de oficinas, por un valor superior a los 150 millones de dólares, entre las que destaca la torre Business Day, una torre cóncava de 480 metros de altura.
La arquitectura de los rascacielos dubaitíes ha logrado redimir ” las torres del viento” de origen persa, sistema que permiten ventilar las casas y edificios cuándo el verano alcanza a los 50°C de sensación térmica y cuya invención se pierde en la noche de los tiempos.
Precisamente el pasado mes de octubre la Pacific Control Systems, una multinacional de automatización, inauguró su sede en Oriente en el Techno Park de Dubai. El edificio donde se ha instalado la compañía es el primer edificio verde clasificado Platinum y acreditado por el Comité Estadounidense de Edificios Verdes (USGBC) del programa de liderazgo en diseño de energía y medio ambiente (LEED) en Oriente Medio. Se considera una iniciativa que establecerá una nueva referencia para otros proyectos de desarrollo verdes en los EAU. La terminación de la Estación Invernal, permite al viajero y a los dubaitíes esquiar sobre nieve mientras en el exterior soportan temperaturas de 40º C.
El futuro no se detiene, las construcciones siguen desarrollándose sin parar; pensemos que más del 15% de todas las grúas que existen en el mundo están actualmente en Dubai. En el 2012 se acabará el Dubai Mall con pista de patinaje sobre hielo y el cine IMAX en 3D con capacidad para 5000 personas. En el 2009 Dubailand, el gigantesco parque de diversiones más grande del mundo que costará 19 millones de dólares y en el que podrán verse dinosaurios a escala real.
[Dubai ofrece enormes posibilidades de trabajo en el sector de la construcción]
También el pasado octubre, el Emirato anunciaba la construcción de un canal de navegación que tomará agua del Golfo cercano a la frontera con otro emirato, el de Abu Dabi y que tendrá 75 kilómetros de largo, 150 metros de ancho y 6 de profundidad y será navegable para embarcaciones de hasta 50 metros de eslora. Además está prevista la construcción del “Dubai Watefront”, un barrio residencial, comercial y con servicios para el tiempo libre, sobre un área de 20.000 hectáreas. Todo, con el objeto de dar vida al desierto. La inversión es de 11.000 millones de dólares.
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Se estima el inicio de las obras en diciembre y se prolongará por espacio de tres años. El proyecto se basa en la transformación en una isla de la región portuaria de Jebel Ali, ahora zona franca, en la que se construye un nuevo aeropuerto con la pretensión de que sea el más grande del mundo, el Dubai World Central International Airport.
Un de los megaproyectos es la construcción de un edificio muy singular. Elevado a 250 metros de altura y con 59 plantas permitirá a los residentes variar de paisaje varias veces al día. El edificio se montará sobre un núcleo central que hará de eje de rotación y donde cada piso girará de forma independiente e imperceptible para los usuarios, con lo que, constantemente, ira cambiando de vistas. Además, toda la energía utilizada será solar y eólica.
Por todo lo expuesto, Dubai ofrece enormes posibilidades de trabajo en el sector de la construcción y a los estudios de arquitectura ya que, sus inversiones hasta el 2010 en grandes proyectos arquitectónicos, alcanzarán los 230.000 millones de dólares.
Arquitectos, especialistas y obreros de casi todo el mundo se afanan en convertir la Perla del Golfo en el Dorado prometido. No obstante, bajo estas oportunidades la mano de obra paquistaní e india trabaja de sol a sombra con bajos salarios de 218 $ USA al mes.
El pequeño pueblo de pescadores de perlas se está convirtiendo en la ciudad con más proyección del planeta. Hoy, tan sólo el 5% de sus ingresos viene del petróleo. Un ejemplo de crecimiento y desarrollo, el agua dubaití está tan fresca como la de sus pozos milenarios.