Tenemos que decir que todo aquello que se funda sobre la analogía de los tres reinos siempre es en prejuicio del llamado reino mineral; en el pasaje de un reino al otro, el tema director es el fin y no la causa, obedeciendo por lo tanto a una intuición basada en valores, en general en prejuicios basados en la gravedad terrestre.

A Lavoisier que le preocupaba la correspondencia entre los tres reinos. Escribió: “¿Mediante qué proceso se opera en la naturaleza la circulación entre los tres reinos?, ¿Cómo llega a formar sustancias combustibles, fermentables y putrescibles, con materias que no poseen ninguna de esas propiedades?.

Hasta ahora, son misterios impenetrables.

Sin embargo se entrevé que la vegetación y la animalización han de ser fenómenos inversos a los de la combustión y la putrefacción”. Observemos  que estas ideas muestran claramente en qué nivel de generalidad mal definida se desplaza el pensamiento de un experimentador célebre, cuando se guía por los temas característicos de la filosofía puramente biológica y regida por la gravedad terrestre, es decir, muy local y primitiva en el sentido del pensamiento; digamos que es historia del pensamiento.

Sin embargo, si lo pensamos desde el siglo 21, es ciencia ficción del pasado, ya que en la actualidad, hasta donde nos permiten conocer los que saben, la situación ha cambiado drásticamente. Si partimos de hoy en día, 2021, tenemos que dar un salto al vacío y podemos hablar de algo inconcebible en otros tiempos del pasado.

El 5º elemento de la materia, no es sólo una película protagonizada por Bruce Willis, sino un enunciado de Albert Einstein de hace màs de un siglo; y en general, nosotros sin saberlo, ¿por qué será?

Digamos para comenzar, que ya sabíamos, en nuestra cultura de a pie, esa que es común a los mortales ciudadanos, que los estados de la materia en nuestro planeta, eran el líquido, el gaseoso, el sólido y el plasma. Sin embargo, hay un estado del saber, del que muchos desconocíamos, que existen otros elementos como los BEC, que son más inusuales al conocimiento común de los ciudadanos, como el condensado, el férminónico o el supersólido.

La existencia de los BEC, cuyos primeros resultados de tal investigación fueron publicados en la prestigiosa revista científica NATURE, trata de un estudio sobre los condensados de base (Einstein (BEC) realizados en la Estación Espacial Internacional, donde las partículas se pueden se pueden manipular sin las restricciones gravitacionales terrestres, algo fundamental para las ciencias y el conocimiento.

La existencia de los BEC fue anticipada hace un siglo por Albert Einstein y el matemático indio Satyendra Nath Bose. Su existencia fue descubierta en el año 2001, gracias a los científicos Carl Wilman y Eric Cornell, quienes por dicho trabajo obtuvieron el premio Nobel de Física. Sin embargo, se trata, ahora, de la primera vez que pudieron ser observados, pero en el espacio exterior. La gravedad de la Tierra interfiere con los campos magnéticos necesarios para mantenerlos en su lugar.

El reciente estudio reveló varias diferencias en las propiedades de los BEC creados en la Tierra y de aquellos que  realizaron quienes estaban a bordo de la Estación Espacial Internacional.

Por una parte, los BEC en los laboratorios terrestres suelen durar unos pocos milisegundos antes de disiparse, mientras que en el espacio duraron más de un segundo. A su vez, la microgravedad, presente en el espacio permitió que los átomos fueran manipulados por campos magnéticos más débiles, lo que acelera su proceso y pueden acelerar su enfriamiento y pudo proporcionar imágenes más claras.

Lo más importante es que desde allí podemos observar los átomos mientras flotan completamente sin confinarse (y por lo tanto, sin perturbarse) por fuerzas externas. Las aplicaciones posibles van desde pruebas de relatividad general y búsquedas de energía oscura y ondas gravitacionales hasta la navegación en naves espaciales y prospección de minerales subterráneas en la luna y otros cuerpos planetarios.

El experimento que condujo a estas conclusiones se realizó en la Estación Espacial Internacional y allí se logró observar por primera vez, en el espacio, el 5º estado de la materia.

La investigación podría ayudar a comprender el funcionamiento interno de la Naturaleza, así como también habilita la posibilidad de realizar diferentes estudios acerca del futuro en todos sus niveles.

Jaime Kozak es miembro de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional, Capítulo Reino de España.