Mi ideal ha sido siempre marcado en favor del necesitado, con once años de servicio como Funcionario del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, aprendí a no tener miedo de ejercer funciones del lado del pueblo, nunca me temblaron o doblaron las rodillas ante político o políticas, aún dentro de mi ideal como puertorriqueño.

Aprendí que la “democracia” que vivimos, no es más que una dictadura solapada y bien orquestada por los tres principales partidos políticos de la isla: PPD (Partido Popular Democrático). PNP (Partido Nuevo Progresista) y el PIP (Partido Independestista Puertorriqueño).

En noviembre 2012 nacieron tres nuevos partidos que alentaron quizás la esperanza de poder mejorar en algo nuestra sociedad, surgieron alianzas, reuniones, pero en realidad, cuando los pueblos son sometidos y conformistas, siempre se va en contra de la corriente.

En ese proceso electoral me sentí, a mis 36, completamente en paz conmigo mismo por haber tenido en mis manos la herramienta del voto y haberla ejercido con exactitud de conciencia, establecer pacto aún cuando mi fe en el sistema era y es completamente nulo, no voté a ningún candidato del PPD que es mi ideal (Partido Popular Democrático), y no me arrepiento en lo absoluto.

Como conocedor del tema político de mi país, por venir de un hogar en el cual siempre existió un vínculo directo con este amplio campo socio político, puedo sentirme en paz conmigo mismo, con mi conciencia, con la gente que amo, porque aunque por desgracia ganó mi ideal al cual NO LE VOTE, tengo algo que no cambiaré jamás, aquellas convicciones y aquellos principios de mantener tu frente en alto y no claudicar jamás.

A penas son casi siete meses en los cual el nuevo gobierno tomó posesión de las riendas políticas y gubernamentales, para desgracia nuestra, Puerto Rico vive su peor crisis política y económica porque los culpables somos nosotros el pueblo, ahora muchos van con su lamento y lloro, pero tuvieron nuevas opciones de cambio, de oportunidades y por fanatismo político, se les olvidó algo muy importante, pensar por aquellos niños y niñas que no tienen culpa de nuestra ineptitud y mediocridad a la hora que tocaba ser pensantes y ejercer un voto con integridad.

Alejandro García Padilla es el actual gobernador de Puerto Rico, lamentablemente una continuidad del que le entregó el batón, ambos de partidos diferentes, pero errando igual y haciendo continuidad ambos cuerpos legislativos de Cámara de Representantes y el Senado, de la ineficacia e incapacidad absoluta para gobernar.

Para mi como puertorriqueño es sumamente bochornoso saber que no tienen integridad ni palabra.

En 2011 por tales yo renuncié a mis años de servicio, porque en once años siempre me mantuve firme del lado del pueblo sin temerle a nada ni a nadie, porque si el pueblo sufre y tiene la razón, la tiene más allá del propio ideal que le oprime.

Hoy día, a casi siete meses del gobernador Alejandro García Padilla haya entrado a “gobernar”, el vive en la Isla de la Fantasía junto a los dos cuerpos Legislativos con sus respectivos partidos representados, el pueblo continua exclavizado en complicidad con ellos, porque no nos damos a respetar, conformistas, recostados, sin importarle que los que siguen nuestros caminos no tendrán nada, casi nada para poder comenzar a salir adelante, emigrando el talento hacia otros lugares del mundo a sufrir en silencio, cuando son tratados como emigrantes y en realidad simplemente van con toda la dignidad de lo que con sacrificio les ha tocado luchar, estudiar y trabajar.

Nos mienten descaradamente y como pueblo callado, sometidos cobardemente sin levantarnos a luchar, cuando muchos estamos en el frente de batalla desde siempre, observamos que muchos se venden como víveres de mercado barato y no tienen una conciencia en que con ello son cómplices de la destrucción de nuestra patria.

Aumentos en los servicios básicos del agua, el coste de la energía eléctrica, una burla de haber bajado medio centavo del impuesto (IVU), entregando a manos delictivas y de dudosa reputación en complicidad con la administación pasada el principal Aeropuerto de la isla, todo sube y los sueldos siguen igual, le quitan a la ayuda de la prestación del desempleo, en fín, nos oprimen y desgastan, y nosotros como pueblo perdemos la identidad y dignidad de la valentía de encararles lejos de lideratos que siempre se venden a ellos.

No podemos crecer como pueblo, siendo así de sometidos y cómplices con el silencio y el conformismo.

Grecia, Egipto, Brasil, Venezuela, Argentina, Portugal, España, en fin, muchos ejemplos de lucha que no se dan por vencidos y continuan dándose a respetar, pero nosotros como puertorriqueños tenemos que salir de la cueva y dar la cara, estamos tocando fondo, los Bonos están siendo degradados al más pésimo y bajo nivel, y los responsables, nosotros mismos.

Es hora de despertar como puertorriqueños, es hora de dejar de depender de políticos y hacernos responsables de lo que le estamos legando a los que menos culpa tienen, un país sin cultura, deporte, identidad, trabajo, oportunidades, con una violencia en unos niveles increible y bochornosamente ante una islita de 100×35, robos, crímenes, secuestros, en fin, lamentablemente un país dormido en el conformismo destructivo de sueños, donde los padres y madres no conocen a sus hijos, no saben escucharles y donde muchos niños y niñas y juventud sufre en silencio, donde un país que ha sido reconocido mundialmente como uno donde más iglesias habitan por pié cuadrado, es completamente contradictorio, porque aunque exista una “separación” de Iglesia y Estado, realmente estamos llamados los qur supone seamos creyentes a ser puente de bendición y no parte del silencio porque a las iglesias el gobierno les concede una exención contributiva, hay que salir de la cueva, hay que salir de las iglesias y predicar menos en palabras y más en acción, hay que tomar la responsabilidad que nos corresponde y hacer, actuar, porque de lo contrario, esta horrible crísis que estamos viviendo, empeorara.

 

A través de este foro que resulta excelente en exposición mundial, me siento honrado de poder colaborarle, pero responsablemente no puedo venderles sueños rotos a nadie, puedo decirles de las miles cosas hermosas y grandes de mi patria y lo haré, pero también de aquello que nos corresponde informar para que en esa unidad que nos dan las redes sociales, podamos reanimarnos y alentarnos a continuar en pié, aunque muchas veces el corazón esté por los suelos.