Ante esta situación, las grandes empresas con capacidad de inversión miran hacia el exterior. Sin embargo, hay pocos destinos atractivos y seguros: mercados clave como Estados Unidos y Alemania sufren asimismo un proceso de incertidumbre regulatoria y en países como China hay un relajamiento de la financiación. A nivel mundial, en general ha habido una desaceleración del aumento en energías renovables, pasando del 32% 2010 al 17% en 2011.

El sector español sabe que las renovables llegaron para quedarse. Son parte de la solución a la crisis económica y constituyen una oportunidad única para cambiar el actual sistema energético hacia un nuevo modelo autóctono no dependiente de las importaciones y competitivo. Sin olvidar los compromisos adquiridos por España en relación a los objetivos europeos de renovables: que el 20% de la energía consumida proceda de fuentes renovables… Las decisiones de los dos últimos gobiernos han sido contrarias al desarrollo de las energías renovables. Sin embargo, y a pesar de la crisis económica, el sector creció levemente durante 2011: su peso dentro del PIB nacional, cercano al 1%, le consolida como uno de los pilares sobre los que sustentar la recuperación económica.

Según el último “Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España” de APPA, el sector, además de contribuir a disminuir la dependencia energética -en el ejercicio 2011, las energías renovables evitaron la importación de 11,7 millones de toneladas equivalentes de petróleo, valoradas en 2.101 millones de euros-, también equilibra la balanza comercial. En ese mismo año, se exportaron bienes y servicios por valor de 3.362 millones de euros y se importaron 2.632 millones. El saldo exportador neto fue de 730 millones de euros. Otro dato que apunta a la sostenibilidad de la apuesta renovable es que en 2011 se crearon 5.983 nuevos puestos de trabajo y la contribución del sector al PIB nacional representó el 0,95%.

Con estos datos sobre la mesa, prosiguen las insistencias por parte de algunos sectores empresariales interesados y del mismo Gobierno español en que las renovables salen caras y son las culpables del déficit de tarifa español. Sin embargo, las cuentas salen y los resultados pesimistas de quienes pretenden estancar si no paralizar su desarrollo responden más a una contabilidad perversa –en la que los costes de producción no cuentan igual para todas las energías del régimen especial: renovables y cogeneración- que a la realidad.

El citado estudio desmonta algunas de las acusaciones que se realizan sobre las energías renovables. Es una falacia culpar a las renovables del déficit de tarifa, ya que, por ejemplo, en 2009, cuando las primas eran insignificantes, el déficit de tarifa superaba ya los 15.000 millones de euros. En 2005, las primas fueron de 798 millones y el déficit ascendió a más de 3.800 millones. Otro ejemplo, en 2008 las primas alcanzaron los 2.400 millones y el déficit superó los 5.800 millones de euros.

Por otro lado, quienes sólo hablan del coste de las energías renovables olvidan interesadamente  los  múltiples beneficios que aporta  el sector a la economía española: en el período 2005-2011, los ahorros que las energías renovables han supuesto en el mercado diario, 28.482 millones de euros, han sido superiores a las primas recibidas, 20.875 millones de euros. La diferencia acumulada entre los ahorros al mercado y las primas recibidas fue de 7.606 millones de euros.

En medio de este escenario y con el panorama internacional expuesto, Latinoamérica y el Caribe, donde se han invertido en energía limpia 90.000 millones de dólares entre 2006 y 2011, se perfilan entre las regiones más atractivas para las inversiones del sector renovable español. Se prevé que hasta 2035 se instalen en la zona 143 GW nuevos (sin hidroeléctrica). Además, estas perspectivas se ven favorecidas por unas políticas de promoción adecuadas y el desarrollo del autoconsumo con balance neto.

Brasil, en concreto, muy avanzado en este último reto, atrae cerca del 80 por ciento del total de los fondos comprometidos en la región para renovables, según el informe “Climascopio” encargado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y preparado por Bloomberg New Energy Finance.

En general, y en algunas partes de la región latinoamericana y caribeña, la capacidad de energía renovable podría ser instalada sin necesidad de subsidios, según las conclusiones del citado informe. Esto sería posible debido a la combinación de la caída de los precios de tecnologías relacionadas a energía limpia, los altos precios de electricidad y la creciente demanda de electricidad.

De acuerdo con estos datos, al menos 80 políticas de energía limpia en la región están en marcha o en la fase final de planificación, principalmente aquellas relacionadas a regulaciones del mercado de energía e incentivos tributarios. Para seguir con el caso de Brasil, por ejemplo, el “Plan Decenal de Energía 2012” se propone triplicar la capacidad de sus renovables en 2021.

En general, según una encuesta realizada por el IB Business School, dentro de tres años, la facturación de las empresas españolas en Latinoamérica será superior a la obtenida en España. La región se perfila así como un horizonte de esperanza también para el sector renovable español.

José Miguel Villarig Tomás.Presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables- APPA

Pedro Turro es coordinador del área de Renovables y Eficiencia de otromundoesposible.net.