El mandato del actual Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, termina el próximo 31 de agosto. Siguiendo los procedimientos de la OMC, los candidatos han sido invitados a reunirse con los miembros del Consejo General mañana, 29 de enero, donde expondrán y serán preguntados sobre su visión para esta nueva etapa de la OMC. Una discusión a puerta cerrada cerrará esta primera etapa de un proceso que concluirá con el anuncio del nuevo Director General antes del 31 de mayo.
La OMC solo ha publicado una breve descripción de las cualidades buscadas entre los candidatos, como si de una oferta de trabajo al uso se tratara:
- “9. Cualidades de los candidatos: a grandes rasgos, los candidatos deben contar con una extensa experiencia en el campo de las relaciones internacionales, ya sea en el ámbito económico, comercial y/o político; un firme compromiso con el trabajo y los objetivos de la OMC; capacidad probada de liderazgo y gestión; y habilidades comunicacionales demostradas”.
En este sentido, las organizaciones de la sociedad civil señalan que esta descripción de las condiciones requeridas, que data de 2003, deja la puerta abierta a una selección basada en los intereses y agendas internas de los miembros más poderosos de la OMC, en lugar de primar la capacidad de liderazgo y habilidades de los candidatos. Estas entidades consideran urgente y necesario contar con un líder de primer nivel que pueda ir más allá del fundamentalismo de mercado y que lidere un proceso orientado a cambiar las reglas del juego. “Nuevos desafíos globales precisan un nuevo liderazgo global”, ha declarado Sergi Corbalán, Director Ejecutivo de la Oficina de Incidencia del Comercio Justo (FTAO, en sus siglas en inglés), en nombre de las organizaciones abajo firmantes.
La creencia de que la liberalización del comercio internacional contribuye inevitablemente al desarrollo, paradigma dominante de la OMC hasta la fecha, ha probado ser erróneo, especialmente en aquellos casos en los que los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales han socavado el espacio de actuación de los gobiernos elegidos democráticamente, restringiendo su capacidad para aplicar políticas destinadas a alcanzar sus propias metas de forma soberana.
“Para que el comercio esté realmente al servicio del desarrollo, es esencial que el nuevo Director General cuente con un bagaje probado en haber orientado la actividad comercial a la consecución de objetivos más amplios para el conjunto de la sociedad, como el respeto por el medioambiente, la protección social y los Derechos Humanos», concluye Corbalán.
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