Mis deseos para el nuevo año son demasiados para redactarlos en un artículo. Haría falta una enciclopedia, pues son demasiados los problemas que nos acechan a la humanidad, así que he intentado buscar la raíz de todos ellos, la causa que perturba la violencia en la que vive sumida nuestra sociedad planetaria.
Y la clave la he encontrado, como casi siempre, en la literatura. En mi adolescencia leí un libro que me marcó y del que siempre extraigo provechosas enseñanzas: “Empotrados”, de Ian Watson, una obra de ciencia ficción y excesiva complejidad que desarrollaba demasiadas cuestiones, pero había una idea que sobrevolaba toda la trama: las dificultades de comunicación, lo que no permite que la convivencia resplandezca como los rayos solares en primavera. Describía la vida de un pueblo del amazonas, y las anécdotas ocasionadas por el primer contacto oficial con otra civilización extraterrestre, y el punto en común, era la incapacidad humana para comprendernos, para comunicarnos y empatizar. Después de tantos miles de años de vivir en el mismo planeta, los humanos no somos capaces de entendernos. Estoy convencido que es el origen de gran parte de los conflictos.
Y ese es mi mayor deseo para el nuevo año. Sufrimos un déficit de entendimiento, de comprensión de los sentimientos ajenos, lo que dificulta la convivencia y en muchas ocasiones, tal deficiencia nos aboca a la violencia, la guerra, el terrorismo… Debemos dialogar más, escuchar y hablar más entre las personas, entre las culturas, las etnias y las naciones. Y poseemos un marco privilegiado para los litigios, como son las Naciones Unidas, una herramienta de la que nos hemos dotado y a la que debemos respetar, apoyando sus resoluciones, agradeciendo que sus facultades potestativas permitan escenarios para el diálogo y la búsqueda de consenso para evitar los conflictos.
Este es el mejor aprendizaje que debemos llevar a cabo, saber escuchar y saber hablar para comprender los sentimientos, inquietudes y temores del contrario, y que dicho diálogo permita la convivencia para avanzar en un futuro mejor, que es lo que nos merecemos.
Nos debemos dar esa oportunidad. Estamos a tiempo si hay buena voluntad y un poco de amor, y sobre todo, si pensamos más allá de nosotros mismos.
A todos los lectores de Otro Mundo Es Posible, feliz año y que vuestros mejores deseos, se hagan realidad. Muchas gracias.
No Comment