Murió 12 días después del golpe militar, un 23 de septiembre, y hoy la justicia investiga si fue envenenado por los esbirros de su régimen.

Tras la muerte de Allende en el palacio de La Moneda, Neruda, Premio Nobel de Literatura 1971 y comunista, era quizás la figura más emblemática de la vía chilena al socialismo, que tantas esperanzas había despertado.

La asonada militar fue un mazazo para el poeta y lo sorprendió en su casa de Isla Negra, un poblado a orillas del Pacífico, enfermo de un cáncer de próstata que lo alejó de la vida pública.

Los días siguientes, las fuerzas golpistas asediaron a Neruda e incluso requisaron su casa.

“Miren por todas partes; sólo encontrarán una cosa peligrosa para ustedes: Poesía”, dijo Neruda a sus represores.

Mientras sus amigos eran detenidos, algunos asesinados, el poeta decidió exiliarse en México. Pero el 19 de septiembre, debido a su enfermedad y a un fuerte deterioro emocional, fue trasladado a la clínica Santa María en Santiago, donde murió cuatro días después.

Si bien el informe de defunción indicó que Neruda murió por complicaciones del cáncer, las dudas sobre su fallecimiento surgieron luego de que su ex chofer y asistente, Manuel Araya, denunciara su posible asesinato.

Araya contó que Neruda, la tarde del 23 de septiembre de 1973, les dijo a él y a su esposa, Matilde Urrutia, que un médico le había inoculado una inyección que había empeorado su estado.

El chofer fue enviado a comprar un remedio, pero en el camino fue detenido y torturado. Pocas horas después, el poeta falleció.

Los restos de Neruda fueron exhumados en abril pasado en el marco de una investigación judicial, y enviados a España y Estados Unidos para analizar la causa de su deceso.

El poeta

Neftalí Reyes Basualto nació el 12 de julio de 1904 en la localidad de Parral, en el sur de nuestro país, pero adoptó a sus 17 años el nombre de Pablo Neruda en un intento por ocultar a su padre el oficio que lo apasionaba, sin que hasta hoy haya certeza sobre qué inspiró el seudónimo.

Mostró desde joven sus dotes literarias que lo catapultaron al concierto mundial de la poesía y obtuvo el premio Nobel en octubre de 1971.

La pluma de Neruda se caracterizó por su universalidad plasmada en obras como “Residencia en la Tierra”, “Canto General”, “Odas Elementales” y “Confieso que he Vivido”, o también en los versos que dedicó al caldillo de congrio, la alegría, el libro, el mar, el tiempo, la tristeza o el vino, o a través de “Canto General” o poemas como “Alturas de Machu Picchu”, con las que se introdujo a la historia sudamericana.

La literatura nerudiana trascendió fronteras gracias a sus obrás más románticas: “20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada” y los “Versos del Capitán”.

El amante

Aunque se consideraba un hombre sin atractivo físico, tímido e inseguro, Neruda se casó tres veces y tuvo al menos media decena de furtivas amantes, de las que se inspiró para crear sus mundialmente famosos versos de amor.

“Un poeta tiene que estar siempre enamorado, hasta el último minuto de su vida”, le confesó a la periodista uruguaya María Esther Gillio, en una entrevista en 1970.

En 1930 se casó en Batavia (hoy Yakarta) con la holandesa María Antonieta Hagenaar, su primera esposa, con quien tuvo una hija: Malva Marina, quien murió a los ocho años a causa de una hidrocefalia.

Aún casado, se enamoró de la refinada artista plástica argentina, Delia del Carril, 20 años mayor, y quien habría tenido la mayor influencia sobre el poeta, transformándose en una especie de ‘madre intelectual’ durante los 20 años en los que estuvieron juntos.

Casado con Delia, apodada ‘la hormiguita’, vivió en México, donde inicia un secreto romance con la soprano chilena Matilde Urrutia, luego su tercera esposa, con quien vivió sus últimos días en su casa de Isla Negra, donde se encuentran las tumbas de ambos.

Al final, su vida fue atormentada por una relación que mantuvo con la sobrina de Matilde, Alicia Urrutia.

El político

Pablo Neruda tuvo una activa militancia en el Partido Comunista y en 1945 se convirtió en senador por las provincias norteñas de Tarapacá y Antofagasta, situación en la que habría conocido al socialista Salvador Allende.

En 1948 Neruda es exiliado por el entonces presidente Gabriel González Videla, quien le acusó de graves injurias y también proscribió al Partido Comunista. El poeta debió salir clandestinamente a Argentina montado en un caballo, y luego a Europa.

En 1970, ya de regreso en Chile, Neruda es proclamado precandidato presidencial por los comunistas, pero decide declinar su postulación para apoyar la de Allende, quien se convertiría en presidente y que en 1971 lo nombró embajador en Francia.

Neruda, quien retornó a Chile en 1972, fue un defensor a ultranza del gobierno socialista y un férreo opositor al golpe de estado de Agusto Pinochet.

El poeta también tuvo un vasta carrera diplomática y fue cónsul en Rangún (Birmania), Singapur, México y España.

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