A partir de esta premisa surgieron una serie de teorías en las que se ponían de manifiesto las enormes diferencias económicas, sociales y culturales existentes entre los países ricos o Centrales respecto a los pobres o Periféricos y se buscaron diversos planteamientos para poder salir de la pobreza y conseguir un mayor equilibrio entre ambos bloques. Algunos eminentes historiadores, economistas, geógrafos o filósofos buscaron en la teoría de la liberación la solución intentando que los oprimidos de Latinoamérica, Asia o África se liberasen de la clase opresora mediante movimientos populares de izquierda. Otros pensadores, por el contrario, buscan en las teorías liberales, siguiendo el modelo norteamericano, la solución para que estos países salgan de su pobreza secular.
Este razonamiento, muy extendido a fines del s.XX, me parece un tanto simplista, puesto que pienso que se debería de analizar esta problemática no de una forma globalizada sino particularizando en la economía y sociedad de cada país sea o no pobre puesto que también existe un gran número de pobres y marginados en los países ricos (unos 40 millones en Estados Unidos y más de 9 millones en España).
Efectivamente, la pobreza no es exclusiva del mundo subdesarrollado y nos la podemos encontrar a la vuelta de la esquina. Hoy mismo, por ejemplo, acabo de leer, en un periódico regional, que el 30% de los trabajadores asturianos tienen un salario mensual inferior al interprofesional (de unos 655 euros).
Por otra parte, no toda la sociedad de los países subdesarrollados viven en la indigencia. Existe un grupo social minoritario (menos del 10%), en cada uno de esos países, que cuentan con la mayor parte de las riquezas del país e incluso, algunos de ellos, están entre las 50 mayores fortunas a nivel mundial, según el informe anual Forbes, (es el caso de Carlos Slim, Jorge Paulo Lemann o Bin Talal Alsaud).
Por consiguiente, pienso que en cada país existe un Centro (constituido por una minoría de ricos, cada vez más ricos, un 16% más que en el año anterior) con su respectiva Periferia (de pobres que tiende a aumentar tanto en países ricos como pobres).
De hecho, en cada país desarrollado sus correspondientes ONGs están, cada vez más preocupadas por el aumento de la pobreza y marginalidad en sus países. Según un informe reciente de la federación de asociaciones sociales “Paritätische Gesamtverband”, Alemania, considerada como la locomotora de la UE, cuenta, en la actualidad, con un 15,5% de su población sin recursos y un 60% viven por debajo de la media del país.
En definitiva, pienso que más que diferenciar por bloques de países o continentes los ricos respecto a los pobres o subdesarrollados, deberíamos de hablar de diferencias económicas y sociales en cada país. La Periferia y el Centro está en cada uno de ellos.
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