La forma de contribuir es sencilla: cuando alguien ve botellas de refresco vacías tiradas en la playa, unas latas en la orilla del río o en la montaña puede tomar una fotografia y enviarla desde su móvil o a través de la Web oficial para documentar la situación.

A partir de la localización de las zonas afectadas por la basura se procede a su limpieza gracias a la participación de voluntarios, grupos ecologistas y agrupaciones deportivas dispuestos a aportar su granito de arena. Los participantes de la acción reciben formación previa, además de un kit básico integrado por un manual y material informativo.

“Poner en práctica las 4 R: Responsabilidad, Reducir, Reutilizar y Reciclar desde todos los sectores de la sociedad, ya sean fabricantes, productores, envasadores, distribuidores, consumidores, administración y legisladores es la clave. ¡Hacer un uso eficiente y responsable de los recursos está en nuestras manos y desembasurarlos es la mejor manera de promover este cambio!”, sostienen desde la organización.

Según informa Desembasura, en España cada día se vierten, incineran o abandonan 28 millones de envases en ciudades, ríos, playas y bosques y cerca del 85% de los residuos no se tratan correctamente, produciendo daños irreversibles en el medio ambiente.

La lista de productos y basura que se dejan en el entorno es larga: muebles, aparatos eléctricos y electrónicos como televisores, pilas, ropa, neumáticos y escombros, entre otros. Sin embargo, los residuos que con más frecuencia se abandonan y se encuentran en todos los ámbitos son los envases de bebidas y detergentes como así también las bolsas de plástico.

La campaña es impulsada por la Fundación para la Prevención de Residuos y Consumo Responsable, en colaboración con la Obra social de Caja Madrid y Retorna y se inició el 2012. La propuesta está enmarcada en la conocida internacionalmente Estrategia Residuo Cero, que aboga por un cambio de paradigma en la producción, la distribución, el consumo y la gestión de residuos.

 

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