Desarrollo inhumano en la civilización del derroche
Los de abajo, cada día más abajo.
Los de abajo, cada día más abajo.
Desde 2020, la fortuna conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha disparado un 114 %, mientras que la riqueza en manos del 60% más pobre de la población ha disminuido desde el inicio de la década.
Aunque los dirigentes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) desbordaron de euforia por los resultados de su reciente Conferencia Ministerial de Ginebra, La Vía Campesina Internacional los consideró “opacos y decepcionantes”.
La brecha económico-social planetaria se acrecienta y 260 millones de nuevos pobres podrían caer en el barranco de la marginación antes de que finalice el 2022. De cumplirse este vaticinio, en diciembre de este año, 860 millones de personas podrían padecer una situación de extrema pobreza – al contar con menos de 1,90 dólares diarios– y más de 800 millones, desnutrición, revirtiéndose así los tibios avances de las últimas dos décadas.
Una de cada dos personas en el mundo no cuenta con ningún tipo de protección social. Realidad que desnuda asimetrías continentales y sectoriales significativas.
Un informe de Oxfam Intermón aporta, por primera vez, una panorámica del impacto de las empresas del IBEX 35 en la desigualdad. Por otro lado, las empresas del IBEX 35 mantienen 805 filiales en paraísos fiscales y destinan 3 de cada 4 euros de beneficios a repartir dividendos.
El G7 fomenta activamente la desigualdad, en sus estados miembros y en el mundo, según denuncia la organización Oxfam Intermón con motivo de la cumbre de Biarritz, Francia. Bajo el liderazgo del presidente de Francia, Emmanuel Macron, el G7 de este año se presentó, según la ONG, lleno de hipocresía y de palabras vacías, especialmente por la exclusión de la sociedad civil de la cumbre.
El Índice de Compromiso con la Reducción de la Desigualdad (CRI) hace una clasificación de 157 países conforme a sus políticas tributarias, de gasto social y de derechos laborales. Se trata de la segunda edición de este informe, en el que se han incluido nuevos indicadores sobre elusión fiscal y violencia contra las mujeres.
Cada año, los personajes más influyentes en el mundo empresarial, de la política y de la economía, acuden a Davos, en los Alpes suizos, con la excusa de analizar y resolver, según ellos, los problemas de la Humanidad. En realidad, el motivo de que tantos jefes de Estado, banqueros y empresarios se desplacen a las inhóspitas nieves de Davos es para asegurarse y demostrar al mundo que ellos son los que mandan.
En un acto organizado por Oxfam Intermón, personas afectadas por la crisis han pedido cara a cara a representantes políticos medidas contra la pobreza y la desigualdad en materia de políticas de cooperación internacional, salariales, de protección social, fiscales y de participación ciudadana.