La Troika impone el vasallaje sobre Grecia
En el siglo VII a. C., un legislador ateniense llamado Dracón de Tesalia dictó, desde su cargo de «arconte epónimo», una serie de leyes de tal rigor y severidad que el pueblo de Atenas acabó rebelándose obligando a Dracón a exiliarse a la isla de Egina. Posteriormente Solón, uno de los siete sabios de Grecia, suavizó las medidas draconianas y concedió la ciudadanía a las clases menos pudientes de Atenas.