Otra maternidad es posible
Ser madre no es solo una responsabilidad individual sino colectiva, y lo debe ser en el marco de un proyecto social emancipador. No se trata …
Ser madre no es solo una responsabilidad individual sino colectiva, y lo debe ser en el marco de un proyecto social emancipador. No se trata …
Si eres madre, das el pecho, quieres seguir haciéndolo, y a los cuatro meses, con nuestros ridículos permisos por maternidad, tienes que reincorporarte al trabajo, seguro que te habrás comprado un sacaleches. O eso, o se acaba la teta.
Hemos necesitado varias olas de feminismo, y varios siglos, para llegar a comprender que la desigualdad entre hombres y mujeres no está compuesta de una serie de lacras desconectadas unas de otras, como frecuentemente se nos transmite desde el poder.
El esquema de permisos, por su cortísima duración, supedita la maternidad y la crianza al empleo, anteponiendo la productividad a los cuidados.
La maternidad ha sido un tema incómodo para el feminismo. El binomio ‘mujer-madre’ impuesto por el patriarcado ha hecho que una parte muy significativa del feminismo rechazara la maternidad ‘per se’, la negara, la obviara, la invisibilizara.
Si llegas a parir, lo que te espera es un ejercicio casi imposible para hacer compatible crianza, vida personal y trabajo remunerado.