Al final, sólo las Naciones Unidas sirven
Desde que el Presidente Reagan y la Primer Ministra Thatcher acentuaron el distanciamiento de las Naciones Unidas y pusieron progresivamente en su lugar a los grupos oligárquicos del G-6, G-7, G-8, G-20, la impunidad y el desconcierto jurídico a escala supranacional se han incrementado, la seguridad mundial y la posibilidad de intermediación ha alcanzado mínimos peligrosos, y la cooperación y la relación internacional dependen de la discrecionalidad, siempre inclinada por la codicia hacia los intereses a corto plazo, de los mercados.