No debimos salvar a la banca
Tal día como ayer, un 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión estadounidense, se fue a la bancarrota. Tenía una antigüedad de 158 años, pero nunca sus directivos habían acumulado tal cantidad de basura hipotecaria, es decir los activos del Lehman eran simplemente detritus financiero.