El trabajo infantil disminuyó un 30% en el mundo desde el año 2000. A pesar de esos avances, apuntó el director general de la OIT, no se cumplirá el objetivo de terminar con las peores formas de esta explotación en 2016 si se mantiene el ritmo actual.

Guy Ryder indicó que “si queremos poner fin al flagelo del trabajo infantil en un futuro próximo, necesitamos redoblar nuestros esfuerzos a todos los niveles, tenemos 168 millones de razones para hacerlo”.

Asia Pacífico es la región con una mayor incidencia de trabajo infantil y la agricultura es el sector donde este flagelo está más presente.

Según la OIT, más de doce millones de menores de América Latina y el Caribe son explotados laboralmente.

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