El teletipo
El teletipo de la Agencia EFE que acompaña la fotografía de este artículo dice literalmente:
El teletipo de la Agencia EFE que acompaña la fotografía de este artículo dice literalmente:
Hace bastante tiempo, en un documental de televisión, vi cómo una niña de unos ocho o nueve años, aferrada a la mano de su hermanito que debía tener apenas tres, explicaba con unas lágrimas que le resbalaban por las mejillas cómo ella y su hermano sobrevivían en las montañas de su país extrayendo minerales de la fría tierra.
El estudio de las empresas de electrónica y automoción demuestra importantes puntos ciegos en las cadenas de suministro. Microsoft, Lenovo y Renault han hecho avances mínimos
Se casaron cuando aún no habían cumplido 15 años de edad. A los 17, quizá antes, ya tenían uno o dos hijos, o más. Abandonaron la escuela. Tuvieron muy pocas o ninguna oportunidad de empleo y, por lo tanto, no pudieron generar sus propios ingresos.
Las formas modernas de esclavitud son diversas. Muchos de los menores son víctimas de trata, forzados por otras personas a ejercer la prostitución o actividades ilegales como la mendicidad organizada o el tráfico de drogas; otros trabajan para pagar deudas familiares o son obligados a casarse, a tomar parte en conflictos armados como niños soldado o a servir en casas a cambio de alojamiento y comida.
Nestlé, Procter & Gamble y Colgate-Palmolive entre las nueve empresas que siguen usando productos obtenidos mediante explotación infantil.
El reciente acuerdo político del Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea sobre minerales de zonas de conflicto, amenaza con permitir la continuación de este mortífero comercio.
Entra en cualquier tienda de teléfonos de gama alta y encontrarás todas las características del mercado de tecnología de lujo: superficies brillantes, líneas depuradas, pantallas impecables.
Nada que ver con el polvo tóxico que inhalan los niños y niñas al extraer el cobalto que hace funcionar las baterías de las que dependen nuestros teléfonos y otros dispositivos electrónicos portátiles.
Nuestra falta de consciencia a la hora de rechazar la compra de artículos en cuya producción han intervenido menores explotados o la permisividad con el turismo sexual con menores, implica que 168 millones de menores, fundamentalmente niñas, estén sufriendo condiciones de esclavitud y explotación. Algo por lo que un niño jamás debería pasar.
Tras la reciente presentación de los nuevos productos de Apple, Amnistía Internacional lanza una ciberacción en su centro de activismo online, www.actuaconamnistia.org, en la que pide a la compañía que investigue su cadena de suministro para asegurarse de que sus productos no contienen cobalto extraído en condiciones que vulneran los derechos humanos, entre ellas el trabajo infantil.