Jamás supe su nombre
Hace bastante tiempo, en un documental de televisión, vi cómo una niña de unos ocho o nueve años, aferrada a la mano de su hermanito que debía tener apenas tres, explicaba con unas lágrimas que le resbalaban por las mejillas cómo ella y su hermano sobrevivían en las montañas de su país extrayendo minerales de la fría tierra.