El fotógrafo navarro Andoni Canela hizo las maletas hace tres años para explorar los lugares más salvajes del planeta. La idea principal con la que partió era retratar a las siete especies más escurridizas de cada continente, desde los cañones del norte de América hasta los glaciares de la Antártida, pero en su travesía descubrió mucho más: «Es impresionante ver cómo los países en vías de desarrollo están en plena regresión de la diversidad», alerta Canela. «En el primer mundo hay un poquito más de control, pero los intereses son todo. La especulación y el parasitismo de los recursos es demencial».