Ocurrió en Bombay (llamada por los locales Mumbai, la ciudad portuaria más importante del subcontinente con cerca del 40% del tráfico exterior del país). En las afueras de la metrópoli, lo que se conoce como Taloja, casi mil fábricas químicas, farmacéuticas, de ingeniería y de procesamiento de comidas rinden a pleno pulmón. En ellas trabajan alrededor de 76.000 personas.

Taloja se despliega en las cercanías del río Kasadi, uno de los más contaminados del mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Por el momento, los deshechos de la actividad industrial que van a parar a sus aguas no reciben ningún tipo de consecuencia legal para los responsables.

Una de las fábricas que emplea el río como vertedero produce detergentes, para lo que utiliza colorantes en el proceso de fabricación. Aunque está vallada, según informaron los periódicos locales, al parecer había zonas en las que las que el cercado estaba tan deteriorado que algunos perros, animados por las altas temperaturas, lo sortearon para refrescarse en el río. Fue así como su pelaje adquirió un exótico y terrorífico color azul.

Por fortuna, tras las pruebas de toxicidad practicadas en los canes, no se han comprobado efectos nocivos para su salud, aunque todos ellos presentaban infección severa en los ojos. El Organismo de Protección de Animales en Navi Mumbai (NMAPC, por sus siglas en inglés) denunció a las autoridades la situación, y estas dieron a la fábrica siete días para limpiar de desechos tóxicos la zona. Por el momento, no se ha detectado ningún otro caso similar.

No es la primera vez que ocurre que la contaminación hace mutar el color de algunos animales. La mariposa de los abedules (Biston Betularia), que conocemos por su nombre ordinario, polilla, solía ser blanca con diminutas motas marrones, del color de los árboles de los que toma su nombre, por lo que se mimetizaba por completo con ellos, protegiéndose contra sus depredadores.

Sin embargo, la contaminación que provocó la Revolución Industrial llegó hasta los bosques de Inglaterra, cubriendo su corteza de un hollín negruzco, lo que obligó a la polilla a mutar su color para garantizar su supervivencia. Así, la polilla se convirtió en ese lepidóptero que conocemos hoy, de alas negras. Apenas quedan ejemplares de esa otra alba. Melanismo industrialUn proceso observado en muchas especies de lepidópteros de zonas urbanas por el que las alas adquieren una tonalidad oscura. El gen responsable de la mutación es el córtex.

Otras mutaciones (genéticas)

Sin embargo, hay alteraciones en la tonalidad de los animales que no son producto de la contaminación, sino de una alteración cromosómica. La langosta azul, por ejemplo. Cherax quadricarinatus. No es que pertenezca a una estirpe regia. Uno de cada dos millones de ejemplares nace (principalmente en regiones cálidas del Océano Pacífico, el Océano Índico y el Mar Rojo) con este color primario causado por una anomalía genética.

Más extraño es el caso de las langostas albinas, uno de cada dos millones. Los últimos ejemplares de los que se tienen constancia se capturaron hace apenas unos meses, en la isla de Grand Manan, al sur de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick.

Blanco era, lo recordarán, ‘Copito de nieve’, el único gorila níveo del que se tiene constancia. Durante casi cuatro décadas recibió miles de visitas en su morada, el zoológico de Barcelona. Fue encontrado en la selva de Guinea Ecuatorial, en 1966. Pese a que dejó un profuso linaje (22 hijos, once nietos y tres bisnietos), ninguno de sus descendientes heredó la singularidad del patriarca.

Para asombro de Poe si lo hubiera visto, existen ejemplares de cuervos blancosCorvus albus. Se han dado casos en el áfrica subsahariana Kerala, el sudoeste de la india, y en la ciudad japonesa de Ôda. Blanco y de ojos azules. Un cuervo realmente distinguido.

Y gallos. Gallos blancos. Ayam Cemani, originario de Indonesia. Es, como el resto de las mencionadas, el más caro de su especia. Puede alcanzar los trescientos euros en el mercado. No solo su plumaje es albo, también su carne y sus órganos.

Albinos se han constatado algunos ejemplares de caracoles, pavos reales, tigres, cocodrilos y alces.

Los saltamontes ‘Euconocephalus thunbergi’, ejemplares que sólo pueden encontrarse en el sur de Inglaterra (en concreto en el condado de Devon) y en algunas zonas de Portugal. Uno de cada quinientos, es rosado. Se debe al eritrismo, un proceso similar al que origina al gen recesivo que afecta a los animales albinos.

También hay delfines rosas. Inia geoffrensis. Más allá de los que pueden aparecen en las historias de Disney. Se distribuyen por la cuenca del Amazonas, la cuenca alta del río Madeira en Bolivia y la cuenca del Orinoco, respectivamente. A punto de extinguirse por el aumento en los niveles de contaminación de mercurio, así como por el ruido producido por máquinas y motores, esta especie, los expertos aún no han sido capaces de explicar a qué se debe su color sonrojado.

Esther Peñas