No podemos seguir aceptando que haya más de 1.000 millones de personas viviendo en la pobreza extrema, centenares de millones con problemas de acceso al agua potable… pero, sobre todo, que mueran de hambre -no me canso de repetirlo- más de 60.000 mil personas al día, de ellas la mitad niños y niñas de 1 a 5 años de edad, al tiempo que se invierten en gastos militares y armamento ingentes cantidades (alrededor de 4.000 millones de dólares).

Las reivindicaciones deben centrarse en exigir la refundación de un Sistema de las Naciones Unidas que tenga autoridad y capacidad de acción a escala planetaria. El desbarajuste actual -guerra en Siria, tráficos de toda índole en la mayor impunidad, como botón de muestra- no deben seguir tolerándose por la Comunidad Internacional.

Es necesario reaccionar. Es apremiante un clamor popular mundial que tome el liderazgo que, está a la vista, no existe en estos momentos y que aliente a personas como el Presidente Obama a tomar decisiones como las del Presidente Roosevelt en 1944-45.

Clamor popular. Es la solución.

 

federicomayor.blogspot.com