1-¿Por qué es tan relevante abordar hoy en día el tema de la Eficiencia Energética?
Hoy en día tenemos claro que la eficiencia energética es la principal palanca, la más inmediata y la más rentable, para la lucha contra los retos energéticos, medioambientales y económicos a los que nos enfrentamos. En el marco de la Unión Europea, la eficiencia energética es especialmente crítica de cara a los objetivos estratégicos que se han identificado, como lo son la lucha contra el cambio climático, la garantía de la seguridad de suministro de energía, la consecución de un desarrollo sostenible a nivel económico y social, y el combate contra la pobreza energética.
2-Para cumplir con estos objetivos, ¿qué actuaciones se han realizado hasta la fecha y cuál ha sido el resultado de las mismas?
Desde 2005 existe un compromiso de alcanzar una reducción del consumo de energía primaria de un 20% en el año 2020, como se recoge en diversas publicaciones de la Comisión Europea en los últimos años.
En el campo legislativo, se han adoptado diferentes medidas, pero el impacto que éstas pueden llegar a tener no consigue el 20% de reducción marcado como objetivo. Esto se debe principalmente a obstáculos que ya han sido identificados, entre los que se encuentran una deficiente aplicación de la legislación vigente, la falta de concienciación de los consumidos, y la ausencia de estructuras adecuadas para facilitar las inversiones necesarias en edificios, productos y servicios de eficiencia, así como la aceptación comercial de todos ellos. Una evaluación de los planes nacionales sitúa las acciones concretas muy por debajo de los compromisos políticos que anunciaron cada uno de los países miembros de la Unión. Por tanto, es necesario que se aplique la legislación de forma ágil y efectiva, así como que se elaboren nuevos instrumentos.
Por otro lado, en el año 2006 se adoptó el Plan de Acción para Eficiencia Energética, con horizonte 2012, que abarcaba 85 medidas propuestas en 6 ámbitos clave: productos, edificios y servicios; transformación de la energía; transporte; financiación y precios; comportamiento energético; y asociaciones internacionales. Dentro de las 85 medidas propuestas se identificaron 10 acciones prioritarias: etiquetado de aparatos y equipos y normas mínimas de eficiencia energética; establecimiento de requisitos de eficiencia y construcción de edificios de muy bajo consumo de energía («viviendas pasivas»); aumento de la eficiencia de la generación y distribución de electricidad; consumo eficiente del combustible de los vehículos; facilitación de una financiación adecuada de las inversiones en eficiencia energética para pequeñas y medianas empresas y empresas de servicios energéticos; estimulación de la eficiencia energética en los nuevos países miembros; uso coherente de los impuestos; sensibilización respecto a la eficiencia energética; eficiencia energética en zonas urbanizadas; e impulso de la eficiencia energética en todo el mundo.
Aunque estas medidas han avanzado adecuadamente, no serán suficientes para alcanzar los objetivos planteados. La mejor estimación actual del ahorro anual a alcanzar en 2020 se situaría en el 12,5%, frente al 20% objetivo.
3-¿Cómo se deben reforzar entonces las actuaciones en el campo de la Eficiencia Energética de cara a impulsar la consecución de los objetivos planteados?
En el ámbito europeo ya se ha abordado este tema y el Consejo Europeo ha publicado un documento en el que indica que cualquier propuesta para una nueva estrategia debe estar basada en principios como:
– La consecución de una economía eco-eficiente como elemento esencial de la nueva estrategia.
– Procurar que esta economía eco-eficiente permita desligar el crecimiento económico de la degradación ambiental, a la vez que proporcione nuevas oportunidades de negocio y de mercado.La necesidad de internalizar los costes externos para establecer los precios correctamente, reconociendo el coste de la pasividad y el valor de los servicios relacionados con el ecosistema.
– Promover una economía eco-eficiente trasladando la base de los ingresos en los presupuestos nacionales desde los impuestos a trabajadores y empresas hacia imposiciones sobre el uso de los recursos y de la energía, así como sobre el impacto medioambiental negativo.
Dentro de este contexto y esta estrategia, el Consejo Europeo expone que los países de la Unión deberían tomar acciones como dar el mejor uso a los instrumentos rentables, con el fin de reflejar mejor los verdaderos costes y beneficios medioambientales y de asignar un precio previsible a las emisiones de carbono, utilizar las políticas de empleo y educación para reducir la actual carencia de conocimientos de los trabajadores en eco-eficiencia y facilitar el empleo de trabajadores en sectores de mayor crecimiento, y promover la contratación pública ecológica y eco-innovadora y desarrollar en mayor profundidad criterios sobre productos y servicios ecológicos.
Igualmente, el Consejo Europeo plantea otras acciones a nivel de la Comisión Europea, como presentar una estrategia integrada para la promoción de la eco-innovación, para lo que se espera un plan de acción sobre eco-innovación, desarrollar las propuestas sobre instrumentos de mercado y establecer un Foro Abierto para el intercambio entre los países miembros de experiencias relacionadas con estos instrumentos, revisar aquellas subvenciones que causen efectos negativos de consideración en el medioambiente y que sean incompatibles con el desarrollo sostenible con vistas a eliminarlas gradualmente, continuar los esfuerzos para mejorar la comprensión de los aspectos económicos de los servicios relacionados con el ecosistema y la biodiversidad y proponer políticas e instrumentos económicos adecuados que reflejen mejor el verdadero valor de dichos servicios, proceder a una revisión exhaustiva del Plan de Acción Europeo sobre Eficiencia Energética para identificar las medidas que conduzcan hacia un mayor ahorro de energía y hacia el objetivo de reducir en un 20% el consumo de energía, hacer un seguimiento de la Iniciativa sobre Materias Primas, promover procedimientos de contratación pública innovadores para estimular la demanda y acelerar el desarrollo y la comercialización de las innovaciones ecológicas, favorecer modelos de consumo sostenibles basados en una mejor comprensión de la conducta del consumidor y del impacto social, favorecer el desarrollo y empleo de las TIC como apoyo de las tecnologías y servicios eco-eficientes, y contar con indicadores fuertes, fiables y ampliamente reconocidos para medir el progreso hacia una economía eco-eficiente.
A la luz de estas propuestas, la Unión Europea trabaja actualmente en un Plan de Acción enfocado en 7 medidas concretas para complementar las acciones existentes:
1. Objetivos legalmente vinculantes para los Países de la Unión.
2. La Iniciativa Europea sobre Edificación, con el objetivo de reformar 15 millones de edificios hasta 2020.
3. Una iniciativa de Ciudades Inteligentes en Europa que permita desarrollar en áreas urbanas medidas ambiciosas de eficiencia energética, renovables y de transporte.
4. Promoción del Ahorro Energético en el sector de las compañías de electricidad y gas, ya que son las mejor posicionadas para ayudar a sus clientes para reducir su consumo pero tienen escasos incentivos directos para hacerlo.
5. Plena utilización del potencial de las pequeñas y medianas empresas.
6. Medidas dirigidas al comportamiento y la educación.
7. Intensificación de la cooperación internacional.
Por José Arrojo, Presidente de la Plataforma Tecnológica Española de la Eficiencia Energética (PTE-EE)
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