En este sentido, se habla bastante de cómo reducir el consumo de energía eléctrica, pero lo que no sabe mucha gente es que ahorrando agua, también podemos ahorrar energía, y de hecho, mucha energía.

De hecho, me consta que parte del foco de atención que las autoridades prestan en la cuestión de la energía se centran en cómo hacer más eficiente la conducción de agua por medio de las canalizaciones de cara evitar fugas y perdidas irremediables por las mimas. Sobre todo porque en las regiones donde el agua escasea, como puede ser regiones desérticas o áridas, donde el agua se consigue por medio de potabilizadoras, potabilizarla implica el uso de grandes cantidades de energía que al final pagan todos los ciudadanos de una manera directa o indirecta.

De ahí la importancia de consumir poca agua porque al final parte importante del coste viene del coste energético que se ha tenido que realizar en su obtención.

En estas regiones, parece ser, que cualquier inversión realizada en solucionar fugas de aguas y pérdidas innecesarias, resulta más que rentable en cuanto la electricidad ahorrada en su generación. Lo cual compensa con creces la inversión que se ha realizado.

Pero si volvemos a la cuestión individual de cómo podemos ahorrar agua en los hogares, y por consiguiente de nuestra factura, ¿Cómo podemos ahorrar agua en casa?

Inerxia, El Centro de Eficiencia Energética Canario, recientemente ha realizado un programa de concienciación para mostrar unas sencillas maneras para reducir el uso del agua en el hogar.

Procedemos a enumerarlas de manera resumida:

  • Cuando nos lavamos o cepillamos los dientes, cerrar el grifo.
  • El agua utilizada para cocinar se puede reutilizar. Se podrá usar para regar el jardín o las plantas que tengas. Pero hay que dejarlo enfriar,
  • En el wáter o inodoro se gasta muchísima agua. Si esta marrón descargarlo, si esta amarilla, echa solo un poco para aclararlo. Y listo.
  • Hay que dejar de usar el fregadero mientras se lava la vajilla. Llena un lado con agua limpia y el otro lado con agua jabonosa. Si no tienes un fregadero doble, utiliza un cubo o balde para el agua limpia.
  • Podrás reutilizar el agua de la ducha en tus plantas o incluso para descargar en el inodoro. Usa una cubeta de ducha y colócalo debajo mientras que esperas que salga el agua caliente.
  • En el lavavajillas o en la lavadora, es importante evitar las medias cargas.
  • Cuando riegas durante las horas más calurosas se pierde mucha agua por evaporación. Riega las plantas por la mañana o por la noche.
  • Olvídate de ponerte a cantar bajo la ducha y pasarte media mañana en ella mientras tu familia espera a que salgas. Si deseas obtener un fuerte control en esto, fija un temporizador. Cada minuto que prescindas de tu ducha te ahorra de 2.5 a 7 galones, dependiendo del tipo de dispositivo que tengas. Dúchate rápidamente.
  • ¿Necesitas lavar todo cada vez que lo usas o qué? Recuerda, no es limpiar, es no ensuciar. Reutiliza los platos y las tazas. Escoge un vaso para el día y usarlo durante el mismo.
  • No laves las toallas cada vez que se use. Una toalla puede durar más de un día sin ser necesario lavar. Un pantalón vaquero se puede usar varias veces antes de meter en la lavadora. Te ahorraras mucha agua, electricidad y te durará más la ropa. Reutiliza las toallas.

Como podemos contemplar en esta lista, solo siendo conscientes respecto a donde se gasta agua, podemos plantearnos seriamente hacer una auditoria energética de calidad en el negocio o en el hogar.

Pedro Turro es coordinador del área de Renovables y Eficiencia y ha supervisado este artículo.