Esta no fue la primera instancia creada para proteger y asistir a los refugiados, ya en 1921 La Liga de las Naciones –precursora de las Naciones Unidas- había nombrado a Fridtjof Nansen, científico y explorador noruego, para el puesto de Alto Comisionado, pero la destrucción y los grandes contingentes de refugiados causados por la Segunda Guerra Mundial fueron factores determinantes para la creación de varias organizaciones nuevas, entre ellas la Agencia de las Naciones Unidas de Socorro y Reconstrucción, la Organización Internacional de Refugiados y, posteriormente, el ACNUR.

El ACNUR recibió un mandato limitado de tres años para ayudar en el reasentamiento de 1.2 millones de refugiados europeos que habían quedado sin hogar debido al conflicto mundial. En la práctica el ACNUR lleva más de 50 años de actividad ininterrumpida porque los conflictos y las crisis de refugiados no han cesado de presentarse en el mundo, lo que ha significado que el mandato se ha extendido cada cinco años. En la actualidad, el ACNUR es una las principales agencias humanitarias en el mundo. Su personal asciende a más de 5.000 funcionarios que asisten a 22.3 millones de personas en más de 120 países. En estos cincuenta años de trabajo, la agencia ha prestado asistencia a por lo menos 50 millones de personas, lo que la ha hecho merecedora del premio Nobel de la Paz en 1954 y 1981.

El ACNUR cuenta con un Comité Ejecutivo (ExCom) conformado por 66 estados miembros que se reúnen anualmente en Ginebra, y que se encarga de aprobar los programas del ACNUR, sus directrices de protección y otras políticas. Además cuenta con un Comité Permanente o “grupo de trabajo” que se reúne varias veces al año. Anualmente, el Alto Comisionado informa los resultados del trabajo del ACNUR a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Estos cincuenta años de trabajo, la agencia ha prestado asistencia a por lo menos 50 millones de personas, lo que la ha hecho merecedora del premio Nobel de la Paz en 1954 y 1981

En términos legales se define al refugiado como la persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda, o a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección del país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él”.

Como organización humanitaria, apolítica y social, el ACNUR tiene dos objetivos básicos estrechamente relacionados: proteger a los refugiados y buscar soluciones duraderas para que vuelvan a iniciar sus vidas en un ambiente normal.

La protección internacional es la piedra angular del trabajo de la organización internacional. En la práctica esto significa garantizar el respeto por los derechos humanos básicos de los refugiados y que ninguna persona sea retornada de manera involuntaria al país donde él o ella tiene un temor fundado de persecución, proceso conocido como devolución.

El ACNUR promueve acuerdos internacionales para los refugiados y supervisa la aplicación del derecho internacional de los refugiados por parte de los gobiernos. El personal del ACNUR trabaja en diversas zonas que varían desde las ciudades capitales hasta los campamentos más remotos y las zonas fronterizas, en un intento por brindar la protección ya mencionada y minimizar la amenaza de violencia, incluida la agresión sexual.

La organización busca soluciones a largo plazo o “duraderas” y para ello ayuda a los refugiados a repatriarse a sus países de origen si las condiciones así lo permiten, a integrarse a sus países de asilo o a reasentarse en un tercer país.

Como organización humanitaria, apolítica y social, el ACNUR tiene dos objetivos básicos estrechamente relacionados: proteger a los refugiados y buscar soluciones duraderas para que vuelvan a iniciar sus vidas en un ambiente normal

El primer mandato del ACNUR tuvo una duración y un alcance geográfico limitado: un programa de tres años para ayudar principalmente a los refugiados europeos. En las décadas siguientes el problema de las personas desplazadas se volvió más complejo y tomó una dimensión global. El ACNUR evolucionó conjuntamente con el problema, de ser una agencia especializada relativamente pequeña, se expandió a una organización con oficinas en 120 países, con un presupuesto anual de mil millones de dólares, con capacidad no sólo de brindar protección legal sino también ayuda material en emergencias de gran envergadura, y la habilidad para ayudar a grupos cada vez más diversos de personas desprotegidas.

El término refugiado es una definición muy específica que abarca sólo a las personas que han huido de su país y solicitado asilo en un segundo país. Sin embargo, existen millones de personas en situaciones de igual gravedad pero que no califican legalmente como refugiados y, por lo tanto, no califican para la ayuda normal o la protección. Sin embargo, la asistencia que el ACNUR les brinda a estos grupos ha ido en aumento.

Se estima que, a nivel mundial, existen de 20 a 25 millones de desplazados internos (IDP), nombre con el cual se conoce a las personas que han huido de sus hogares, generalmente a consecuencia de una guerra civil, pero que han permanecido en sus países de origen en lugar de buscar asilo en el extranjero. Por razones humanitarias el ACNUR asiste a 5.4 millones de estos desplazados internos, pero con el nuevo milenio se inició un debate internacional sobre cómo la comunidad internacional podría brindar una asistencia más sostenible y global a este grupo.

La protección y la asistencia material están interrelacionadas. El ACNUR sólo puede ofrecer protección legal efectiva si las necesidades básicas de una persona pueden ser satisfechas; esto incluye asilo, alimento, agua, saneamiento y atención médica. Por lo tanto, la agencia coordina el abastecimiento y la entrega de estos rubros, y ha diseñado proyectos específicos para las mujeres vulnerables, los niños y los ancianos, quienes comprenden el 80% de la población refugiada ‘normal’. Las tiendas de campaña provisionales del ACNUR, hechas de cobertores de plástico azul, se convirtieron de inmediato en símbolos identificables de las grandes emergencias, las que en la última década han incluido operaciones de ayuda a millones de personas en Kosovo, Timor Oriental, la región de los Grandes Lagos en Africa, los Balcanes y al término de la guerra del Golfo Pérsico.

El ACNUR sólo puede ofrecer protección legal efectiva si las necesidades básicas de una persona pueden ser satisfechas; esto incluye asilo, alimento, agua, saneamiento y atención médica

En Centroamérica, y posteriormente en otras partes del mundo, el ACNUR desarrolló el concepto de proyectos de impacto rápido, conocidos como QIP. Estos proyectos, que por lo general son programas de pequeña escala para reconstruir escuelas y clínicas, reparar carreteras, puentes y pozos, fueron diseñados para llenar el vacío entre la asistencia de emergencia brindada a los refugiados y a las personas que retornan a sus hogares y la ayuda proporcionada por otras agencias para fomentar el desarrollo a largo plazo.

La Convención de Refugiados de 1951

La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 constituye la base de la protección internacional de los refugiados. La Convención define quién es un refugiado y establece una serie de derechos de los refugiados además de las obligaciones de los Estados. El Protocolo de 1967 removió las restricciones geográficas y temporales de la Convención.

Zonas donde actúa el ACNUR

Cuerno de
África
: En mayo del 2000, comenzó nuevamente una guerra intermitente entre Etiopía y Eritrea, que generó varios cientos de miles de nuevos desplazados y perjudicó los planes del ACNUR para repatriar a 160.000 refugiados de Eritrea que habían permanecido en Sudán por largo tiempo.

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África Central
: Extensas franjas de tierra en
África Central continúan con conflictos serios. A pesar de los esfuerzos de paz puestos en marcha, cientos de miles de personas huyen de la renovada lucha inter-étnica en Burundi. Muchos han huido a Tanzania, que desde antes albergaba a 350.000 refugiados burundeses y 110.000 de la República Democrática del Congo, donde también se libra una lucha generalizada. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó una fuerza de paz de 5.500 personas para intentar llevar estabilidad a ese país. En Angola, dos millones de personas han sido desarraigadas y la escalada de la guerra civil se intensificó hacia finales de 1999.


África Occidental
: La guerra civil de Sierra Leona, la cual duró casi una década, fue una de las más atroces de los tiempos modernos. Prácticamente los 4.4 millones de habitantes del país fueron forzados a huir de sus hogares. Decenas de miles de personas fueron asesinadas o heridas, violadas o mutiladas. En julio de 1999 se firmó un acuerdo de paz, las fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas llegaron, pero el caos y la lucha continuaron dominando en el país. Guinea, uno de los países más pobres del mundo, dio asilo a casi 500.000 refugiados provenientes principalmente de Sierra Leona y Liberia.

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Sri Lanka: El ACNUR siguió brindando asistencia a más de 600.000 desplazados internos a causa del conflicto civil actual, después de haber ayudado a más de 100.000 civiles que habían huido a la India en calidad de refugiados durante los años ochenta.

Timor: Timor Oriental degeneró en el caos después de las votaciones para independizarse de Indonesia en agosto de 1999. Se desconoce la cifra de personas asesinadas y muchos de los 800.000 habitantes del territorio huyeron o

fueron forzados por las milicias radicales a trasladarse a Timor Occidental. Las fuerzas de paz internacionales restauraron el orden, y para mediados del año 2000, el ACNUR y otras agencias humanitarias habían ayudado a más de 160.000 personas a retornar a casa.

Palestina: Alrededor de 3.5 millones de personas están registradas en la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), la organización responsable de los refugiados palestinos. Su futuro continúa siendo uno de los asuntos de mayor complejidad en el Medio Oriente.

Afganistán: La lucha armada de 1999 elevó el número de desplazados internos en Afganistán, alcanzando cifras que oscilan entre las 500.000 y 1 millón de personas, además de unos 2.6 millones de refugiados afganos antiguos que viven en Irán y Pakistán. El ACNUR firmó acuerdos con Irán, Pakistán y Afganistán para el retorno voluntario de unos 200.000 de estos refugiados en el 2000. La situación de los refugiados y desplazados internos en Afganistán ha adquirido características de catástrofe en el 2001 con motivo de los éxodos masivos suscitados por el recrudecimiento del conflicto.

Colombia: Desde 1985, cerca de dos millones de colombianos han vivido en el exilio en su propio país, tratando de escapar de una guerra que se libra entre las guerrillas marxistas, las fuerzas paramilitares de derecha y los militares que se enfrentan por la tierra, la ideología y las drogas. El programa 2000 del ACNUR busca fortalecer la capacidad del país para atender a la inmensa población de desplazados internos en Colombia.

Asilo en Europa: En 1999, los líderes europeos acordaron establecer un Sistema Común de Asilo Europeo, fundamentado en la aplicación total de la Convención de Ginebra sobre los Refugiados. Sin embargo, debido a que grandes cantidades de personas continúan buscando asilo, muchos gobiernos han introducido leyes más severas en un intento por frenar la afluencia de refugiados.

Antigua Yugoslavia: En 1999, la crisis de Kosovo fue quizás la emergencia más compleja en la historia del ACNUR, ya que aproximadamente un millón de personas huyeron de la provincia ocupada por los combatientes y retornaron repentinamente a sus hogares en un período de 11 semanas. Cuatro años después de los Acuerdos de Paz de Dayton, la situación en Bosnia y Herzegovina continuó sin solución, habiendo más de 800.000 desplazados internos y unos 300.000 refugiados. Serbia acogió la población de refugiados más grande de Europa, aproximadamente unas 700.000 personas.

Norte del Cáucaso: Un estimado de 250.000 personas huyeron de la ofensiva rusa en la república separatista de Chechenia en 1999, y el ACNUR y otras agencias de ayuda les brindaron asistencia en las repúblicas vecinas.

A medida que las crisis humanitarias se han vuelto más complejas, el ACNUR ha incrementado el número y los tipos de organizaciones con las que trabaja

A medida que las crisis humanitarias se han vuelto más complejas, el ACNUR ha incrementado el número y los tipos de organizaciones con las que trabaja. Entre las agencias de las Naciones Unidas con las que ACNUR trabaja se encuentran el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que suple de alimentos y comodidades básicas a los refugiados, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Otras organizaciones internacionales incluyen al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Federación Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades de la Media Luna Roja (FICR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y más de 500 organizaciones no gubernamentales.

Entre los socios menos ortodoxos se encuentran los cuerpos de paz de las Naciones Unidas en la Antigua Yugoslavia, Kosovo y Timor, fuerzas armadas que brindaron apoyo logístico en Ruanda y Kosovo, y organismos financieros tales como el Banco Mundial.

Administración del ACNUR

Cuando el ACNUR inició sus labores, en enero de 1951, contaba con un personal de 34 funcionarios, basado principalmente en Ginebra, y tenía un presupuesto de aproximadamente de 300.000 dólares americanos.

En más de cinco décadas, la Agencia para los Refugiados ha incrementado sus operaciones y, en la actualidad, cuenta con 263 oficinas en 116 países y un personal de 6.540 funcionarios. Asimismo, hoy en día se encarga de ayudar a 19.2 millones de personas.

La administración de esta operación de escala mundial se ha tornado altamente compleja, e incluye desde la contratación de nuevo personal, hasta el velar por su seguridad en zonas de alto riesgo, así como la obtención de suministros médicos, envío de alimentos y la organización de flotillas aéreas para ayudar a los refugiados a regresar a casa.

El actual Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados es António Guterres e inició su mandato el 15 de junio de 2005, sucediendo en el cargo al Sr. Ruud Lubbers de los Países Bajos. Guterres, que fue Primer Ministro de Portugal, fue elegido por la Asamblea General de las Naciones Unidas por un término de cinco años, convirtiéndose así en el 10° Alto Comisionado del ACNUR.

El comité ejecutivo

El Comité Ejecutivo del ACNUR (ExCom por sus siglas en inglés) es un órgano subsidiario de la Asamblea General que entró en funciones el 1° de enero de 1959. Fue creado en 1958 por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) a solicitud de la Asamblea General. Sus documentos son publicados en las series de la Asamblea General y su informe anual de actividades es enviado directamente a la Asamblea General donde es considerado por el Tercer Comité.

De conformidad con su mandato el ExCom tiene dos funciones principales:

1- Asesorar al Alto Comisionado de ACNUR en el ejercicio de sus funciones de acuerdo con el Estatuto de la Oficina;

2- Revisar anualmente el uso de los fondos a disposición del Alto Comisionado y los programas propuestos o que están en ejecución.

Es por esta razón que anualmente el ExCom adopta “Conclusiones” -principalmente en temas de protección presentados por el Alto Comisionado- y “Decisiones” -revisión de uso de fondos y programas-.

Desde su creación el número de miembros del ExCom ha aumentado de 25 a 70 Estados Miembros. Para convertirse en miembro del ExCom los Estados deben satisfacer los siguientes requisitos:

  • Demostrar interés y dedicación a la búsqueda de soluciones para el problema de los refugiados;
  • Reflejar con la mayor amplitud posible un balance geográfico;
  • Ser miembros de las Naciones Unidas o de cualquiera de sus agencias especializadas.

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