© SETEM/Imagen en Acción

Desde los años 50, países como Holanda, Francia e Inglaterra han ido introduciendo en sus mercados productos que representan un cambio en la forma de proceder de los productores y, sobre todo, en la mentalidad y las exigencias de los consumidores.

Más de 50 años después, al fin el Comercio Justo se está imponiendo en España como la alternativa imprescindible en las compras de cada día y hoy es, sin duda, una exigencia clara en las preferencias de consumidores, empresas y administraciones públicas cada día más concienciadas e implicadas en una tarea que es responsabilidad de todos y que consiste en lograr mejoras sociales, de desarrollo y medioambientales para nuestro planeta.

Pese a esta positiva tendencia, en España, cada año al llegar la Navidad seguimos recibiendo, procedentes de empresas y administraciones públicas, miles de objetos, detalles y pequeños regalos que no queremos, que no necesitamos y que probablemente no usaremos más que una o dos veces antes de tirarlos u olvidarlos. Objetos y detalles de merchandising realizados en plástico, metacrilato y otros materiales perjudiciales para el medio ambiente. Regalos promocionales elegidos tan sólo en base a su coste reducido pero que en la mayoría de los casos esconden detrás trabajo infantil, explotación laboral y las más penosas condiciones de trabajo y de vida para miles de personas.

Cada año, las empresas e instituciones que eligen este tipo de regalos tiran a la basura grandes cantidades de dinero y pierden la oportunidad de obsequiar a sus clientes y colaboradores con un regalo único y especial que les permita marcar la diferencia y demostrar de paso, que son capaces de ser responsables y coherentes con sus ideas, creencias y valores, hasta en esos pequeños detalles.

El Comercio Justo, se presenta desde hace tiempo como una alternativa a todos estos detalles inservibles y fabricados en cadenas de explotación humana. Y es que el valor del Comercio Justo no sólo radica en su originalidad unida a un precio asequible si no que son regalos solidarios y únicos que transmiten un mensaje especial por sí mismos.

¿Qué podemos regalar este año? Álbumes lacados en Vietnam a través de un proceso de pulido y pintado que dura más de 60 días. Juegos de llaveros realizados en Tailandia que representan la tradicional indumentaria de cinco emblemáticas etnias. Cestas y lotes de productos de alimentación o cosmética realizados a medida según los gustos y los precios. Tarjetas-batik para felicitar las fiestas con una pequeña obra de arte africana… Y todo con una gran gama de precios asequibles para todos los presupuestos, sean lo austeros que sean en estos días.

© SETEM/Imagen en Acción

Y es que, el Comercio Justo, se caracteriza por una gran variedad de productos de todos los precios, pero sobre todo el Comercio Justo es una herramienta para el desarrollo que construye cada día un mundo mejor. El Comercio Justo es el proyecto de solidaridad y trasformación más accesible y en el que todos podemos cooperar con tan sólo elegir Comercio Justo en nuestra próxima compra.

Cada producto de Comercio Justo tiene detrás una sobrecogedora historia humana sobre la lucha diaria contra la explotación infantil, el derecho a recibir un salario digno por el trabajo que se realiza con el que sacar adelante una familia y el esfuerzo por crear una sociedad donde las mujeres sean valoradas por igual.

En SETEM, llevamos más de 20 años promoviendo el Comercio Justo como una herramienta para el desarrollo que permite que la solidaridad no sea cuestión de un día ni de una época del año si no que sea una forma de vivir y consumir responsable y solidariamente.

Cada día muchas empresas, organismos, instituciones, administraciones y personas se ponen en contacto con SETEM para unirse a nuestro trabajo por un mundo más justo y solidario. Ya sea asociándose, comprando productos de Comercio Justo o participando como voluntarios/as, son muchas las formas de no quedarse indiferente ante las injusticias que se comenten a diario.

SETEM apuesta por el Comercio Justo por un mundo mejor. Tú y tu empresa también podéis. O ¿es que vamos a ir siempre por detrás?

Cristina Porras Bravo SETEM (Madrid y Castilla-La Mancha)Setem.org

Propuestas de regalos para esta Navidad (particulares, empresas, instituciones)

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© SETEM/Imagen en Acción

Desde los años 50, países como Holanda, Francia e Inglaterra han ido introduciendo en sus mercados productos que representan un cambio en la forma de proceder de los productores y, sobre todo, en la mentalidad y las exigencias de los consumidores.

Más de 50 años después, al fin el Comercio Justo se está imponiendo en España como la alternativa imprescindible en las compras de cada día y hoy es, sin duda, una exigencia clara en las preferencias de consumidores, empresas y administraciones públicas cada día más concienciadas e implicadas en una tarea que es responsabilidad de todos y que consiste en lograr mejoras sociales, de desarrollo y medioambientales para nuestro planeta.

Pese a esta positiva tendencia, en España, cada año al llegar la Navidad seguimos recibiendo, procedentes de empresas y administraciones públicas, miles de objetos, detalles y pequeños regalos que no queremos, que no necesitamos y que probablemente no usaremos más que una o dos veces antes de tirarlos u olvidarlos. Objetos y detalles de merchandising realizados en plástico, metacrilato y otros materiales perjudiciales para el medio ambiente. Regalos promocionales elegidos tan sólo en base a su coste reducido pero que en la mayoría de los casos esconden detrás trabajo infantil, explotación laboral y las más penosas condiciones de trabajo y de vida para miles de personas.

Cada año, las empresas e instituciones que eligen este tipo de regalos tiran a la basura grandes cantidades de dinero y pierden la oportunidad de obsequiar a sus clientes y colaboradores con un regalo único y especial que les permita marcar la diferencia y demostrar de paso, que son capaces de ser responsables y coherentes con sus ideas, creencias y valores, hasta en esos pequeños detalles.

El Comercio Justo, se presenta desde hace tiempo como una alternativa a todos estos detalles inservibles y fabricados en cadenas de explotación humana. Y es que el valor del Comercio Justo no sólo radica en su originalidad unida a un precio asequible si no que son regalos solidarios y únicos que transmiten un mensaje especial por sí mismos.

¿Qué podemos regalar este año? Álbumes lacados en Vietnam a través de un proceso de pulido y pintado que dura más de 60 días. Juegos de llaveros realizados en Tailandia que representan la tradicional indumentaria de cinco emblemáticas etnias. Cestas y lotes de productos de alimentación o cosmética realizados a medida según los gustos y los precios. Tarjetas-batik para felicitar las fiestas con una pequeña obra de arte africana… Y todo con una gran gama de precios asequibles para todos los presupuestos, sean lo austeros que sean en estos días.

© SETEM/Imagen en Acción

Y es que, el Comercio Justo, se caracteriza por una gran variedad de productos de todos los precios, pero sobre todo el Comercio Justo es una herramienta para el desarrollo que construye cada día un mundo mejor. El Comercio Justo es el proyecto de solidaridad y trasformación más accesible y en el que todos podemos cooperar con tan sólo elegir Comercio Justo en nuestra próxima compra.

Cada producto de Comercio Justo tiene detrás una sobrecogedora historia humana sobre la lucha diaria contra la explotación infantil, el derecho a recibir un salario digno por el trabajo que se realiza con el que sacar adelante una familia y el esfuerzo por crear una sociedad donde las mujeres sean valoradas por igual.

En SETEM, llevamos más de 20 años promoviendo el Comercio Justo como una herramienta para el desarrollo que permite que la solidaridad no sea cuestión de un día ni de una época del año si no que sea una forma de vivir y consumir responsable y solidariamente.

Cada día muchas empresas, organismos, instituciones, administraciones y personas se ponen en contacto con SETEM para unirse a nuestro trabajo por un mundo más justo y solidario. Ya sea asociándose, comprando productos de Comercio Justo o participando como voluntarios/as, son muchas las formas de no quedarse indiferente ante las injusticias que se comenten a diario.

SETEM apuesta por el Comercio Justo por un mundo mejor. Tú y tu empresa también podéis. O ¿es que vamos a ir siempre por detrás?

Cristina Porras Bravo – Setem.org

 

Propuestas de regalos para esta Navidad (particulares, empresas, instituciones)

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