La OMS se caracteriza por ser una organización internacional tremendamente práctica y operativa. A ello ayuda, por su puesto, el que su objeto es algo tan delicado como es la salud de las personas. Su dinamismo hace que los temas que trata sean los auténticos protagonistas de la OMS.
El Día Mundial de la Salud se celebra el 7 de abril, y con esa ocasión, este fin de semana se organizan por todo el mundo actividades para señalar esa fecha. En el mundo de hoy, móvil, interdependiente e interconectado, las enfermedades emergentes y epidemiógenas, el
cambio climatico y los desastres naturales suponen una amenaza para todos los países. Esa vulnerabilidad universal exige que se establezcan defensas colectivas y que se compartan las responsabilidades. Por esa razón, el tema de este año es la seguridad sanitaria internacional, y se centra en el llamamiento a los gobiernos, las organizaciones y las empresas a que inviertan en salud.
ORGANOS
La Asamblea Mundial de la Salud es el órgano decisorio supremo de la OMS. Se reúne, por lo general en Ginebra, todos los años en mayo y asisten a ella delegaciones de los 193 Estados Miembros. Su principal función consiste en determinar las políticas de la Organización. La Asamblea nombra al Director General, supervisa las políticas financieras de la Organización y examina y aprueba el proyecto de presupuesto por programas. De modo análogo, examina los informes del Consejo Ejecutivo, al que da instrucciones en lo que respecta a los asuntos que pueden requerir la adopción de medidas, un estudio, una investigación o un informe.
[La Dra. Margaret Chan es la Directora General de la OMS]
El Consejo Ejecutivo está integrado por 34 miembros técnicamente cualificados en el campo de la salud. Sus miembros se eligen para un mandato de tres años. La principal reunión del Consejo, en la que se decide el orden del día para la siguiente Asamblea de la Salud y se adoptan resoluciones para someterlas a la Asamblea de la Salud, se celebra en enero, y una segunda reunión, más breve, en mayo, inmediatamente después de la Asamblea de la Salud, para tratar asuntos de índole más administrativa. Las principales funciones del Consejo Ejecutivo consisten en dar efecto a las decisiones y políticas de la Asamblea de la Salud, en asesorarla y, de manera general, en facilitar su trabajo.
El personal de la Secretaría de la OMS está integrado por unas 3500 personas, especialistas en cuestiones sanitarias y de otra índole y funcionarios de apoyo designados para un plazo fijo; trabajan en la Sede, en las seis oficinas regionales y en los diferentes países.
La Organización está dirigida por el Director General, que es designado por la Asamblea de la Salud a propuesta del Consejo Ejecutivo.
La Dra. Margaret Chan es la Directora General de la OMS. Fue nombrada por la Asamblea Mundial de la Salud el 9 de noviembre de 2006. En el momento de ser nombrada Directora General, la Dra. Chan era Subdirectora General de Enfermedades Transmisibles de la OMS ,y Representante del Director General para la Gripe Pandémica.
Antes de incorporarse a la OMS, ejerció durante nueve años el cargo de Directora de Salud en Hong Kong, y en ese tiempo afrontó el primer brote en seres humanos de gripe aviar por el virus H5N1, surgido en 1997, además de combatir con éxito el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) en Hong Kong en 2003. También puso en marcha nuevos servicios para prevenir la morbilidad y promover un mejor estado de salud.
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TEMAS PRINCIPALES
Así, recientemente, en la segunda Reunión Consultiva Mundial sobre Trasplante, la Organización Mundial de la Salud ha presentado a los países y otras partes interesadas el proyecto de actualización de los principios rectores mundiales sobre donación y trasplante de células, tejidos y órganos.
Con esos principios se pretende resolver problemas tales como la escasez mundial de materiales humanos para trasplante, en particular de órganos; el creciente fenómeno del «turismo de trasplante», en parte causado por esa escasez; las cuestiones de calidad, seguridad y eficacia relativas a los procedimientos de trasplante; y la trazabilidad de los materiales humanos que atraviesan las fronteras y la rendición de cuentas a ese respecto.
«Los órganos humanos no son piezas de recambio», declaró el Dr. Howard Zucker
Las partes interesadas han acordado establecer un Foro Mundial sobre Trasplante, encabezado por la OMS, que preste asistencia y apoyo a los países en desarrollo que estén empezando sus programas de trasplante, y que trabaje hacia la elaboración de un sistema mundial unificado de codificación de las células, los tejidos y los órganos.
Un tema central de los debates fue la preocupación de la OMS por el número creciente de casos de explotación comercial de materiales humanos: «Los órganos humanos no son piezas de recambio», declaró el Dr. Howard Zucker, Subdirector General de la OMS para Tecnología de la Salud y Productos Farmacéuticos. «Nadie puede poner precio a un órgano que va a salvar la vida de una persona.»
Otra cuestión de interés general que aborda la OMS es la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN) es un mecanismo de colaboración técnica entre instituciones y redes ya existentes que aúnan sus recursos humanos y técnicos para identificar, confirmar y responder rápidamente a brotes epidémicos de importancia internacional. La Red brinda un marco operacional para reunir esos conocimientos especializados con el propósito de mantener a la comunidad internacional continuamente alerta ante la amenaza de brotes epidémicos y lista para responder.
Igualmente de primera línea es el Reglamento Sanitario Internacional. Su finalidad es conseguir la máxima seguridad contra la propagación internacional de enfermedades con un mínimo de trabas para el tráfico mundial. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando Europa sufrió el azote de epidemias de cólera entre 1830 y 1847. Éstas catalizaron una intensa actividad diplomática relacionada con las enfermedades infecciosas y una cooperación multilateral en la esfera de la salud pública, comenzando por la primera Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en París en 1851.
[La OMS sigue vigilando la evolución de la situación en materia de enfermedades infecciosas]
Entre 1851 y el final del siglo se negociaron ocho convenciones sobre la propagación de enfermedades infecciosas a través de las fronteras nacionales. A comienzos del siglo XX se establecieron instituciones multilaterales encargadas de hacer cumplir esas convenciones, entre ellas la precursora de la presente Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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En 1948 entró en vigor la Constitución de la OMS, y en 1951 los Estados Miembros de la OMS adoptaron el Reglamento Sanitario Internacional (llamado entonces en inglés International Sanitary Regulations). El Reglamento Sanitario Internacional pasó a llamarse International Health Regulations en inglés en 1969. El Reglamento se modificó en 1973 y 1981. El RSI estaba inicialmente destinado a ayudar a vigilar y controlar seis enfermedades infecciosas graves: el cólera, la peste, la fiebre amarilla, la viruela, la fiebre recurrente y el tifus. Hoy día, sólo el cólera, la peste y la fiebre amarilla son enfermedades de notificación obligatoria.
Es por todo ello que la OMS sigue vigilando la evolución de la situación en materia de enfermedades infecciosas, alertando al mundo cuando es necesario, compartiendo conocimientos técnicos, y articulando las respuestas necesarias para proteger a las poblaciones de las consecuencias de las epidemias, cualquiera que sea su origen y dondequiera que se declaren.
La Organización Mundial de la Salud se ha comprometido a trabajar para alcanzar en 2010 el acceso universal a los servicios de prevención de la infección por VIH y al tratamiento y la atención para los afectados por el VIH/SIDA.
Dato esperanzador es que el número de personas sometidas a terapia antirretroviral (TAR) sigue aumentando en los países de ingresos bajos y medios. Esa tendencia se está reflejando también en un número creciente de personas que necesitan acceder a la TAR de segunda línea por haber desarrollado resistencia a los tratamientos de primera línea.
[En 1948 entró en vigor la Constitución de la OMS]
En estas circunstancias, la OMS se congratula de la decisión de los Laboratorios Abbott de reducir significativamente el precio del lopinavir/ritonavir (LPV/r, comercializado como Kaletra/Aluvia). Se considera que el LPV/r es especialmente eficaz como TAR de segunda línea, y la demanda de ese producto no ha cesado de aumentar.
En interés de la salud pública, la OMS seguirá colaborando con los países, las personas con infección por VIH/SIDA, las organizaciones y la industria farmacéutica para hallar mecanismos que permitan responder a la necesidad inmediata de aumentar rápidamente el acceso a medicamentos que salvan vidas y la asequibilidad de esos fármacos, atendiendo paralelamente las necesidades a largo plazo de fomentar la investigación y el desarrollo de medicamentos innovadores.
Un trabajo de la OMS que hay que tener como lectura obligatoria es el documento temático: “Invertir en salud para forjar un porvenir más seguro”. En este documento de antecedentes se exponen diversas cuestiones relacionadas con la seguridad sanitaria internacional. Entre las cuestiones abordadas en este instrumento informativo para las actividades de sensibilización sanitaria en todo el mundo, cabe citar las enfermedades emergentes y de rápida propagación, los cambios ambientales, el peligro del bioterrorismo, las emergencias humanitarias repentinas e intensas causadas por los desastres naturales, los derrames de productos químicos o los accidentes nucleares, y el impacto del VIH/SIDA.
Y, dentro de este mundo sin sentido en el que vivimos, por supuesto la OMS se tenía que ocupar de la pandemia que ha superado a la pandemia del hambre: la obesidad.
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La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Los últimos cálculos de la OMS indican que en 2005 había en todo el mundo:
- Aproximadamente 1600 millones de adultos (mayores de 15 años) con sobrepeso.
- Al menos 400 millones de adultos obesos.
Además, la OMS calcula que en 2015 habrá aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad. En 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso. Aunque antes se consideraba un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad están aumentando espectacularmente en los países de ingresos bajos y medios, sobre todo en el medio urbano.
Y, como no, en este breve repaso de algunos temas principales en la agenda de la OMS figura el cáncer. El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. De los 58 millones de muertes que se registraron en el mundo en 2005, 7,6 millones (13%) se debieron al cáncer. Los que más contribuyen a la mortalidad son los cánceres de:
- pulmón (1,3 millones de muertes anuales);
- estómago (casi 1 millón de muertes anuales);
- hígado (662 000 muertes anuales);
- colon (655 000 muertes anuales), y
- mama (502 000 muertes anuales).
Más del 70% de las muertes por cáncer registradas en 2005 se produjeron en países de bajos y medianos ingresos. Se prevé que el número mundial de muertes por cáncer siga aumentando en todo el mundo y alcance los 9 millones en 2015 y los 11,4 millones en 2030.
Los tipos de cáncer más frecuentes en todo el mundo son (por orden de mortalidad):
- En los hombres, los de pulmón, estómago, hígado, colon y recto, esófago y próstata.
- En las mujeres, los de mama, pulmón, estómago, colon y recto, y cuello uterino.
La OMS sigue recordándonos que:
- El 40% de los cánceres puede prevenirse con una dieta sana, actividad física y no consumiendo tabaco.
- El consumo de tabaco es la principal causa evitable de cáncer en todo el mundo. El tabaco produce cánceres de pulmón, laringe, boca, páncreas, vejiga, estómago, hígado, riñón y otros. El consumo pasivo de tabaco causa cáncer de pulmón.
- Una quinta parte de los cánceres registrados en el mundo son debidos a infecciones crónicas, sobre todo por virus de la hepatitis B (cáncer de hígado), papilomavirus humanos (cáncer de cuello uterino), Helicobacter pylori (cáncer de estómago), esquistosomas (cáncer de vejiga), trematodos hepáticos (cáncer de vías biliares) y virus de la inmunodeficiencia humana (sarcoma de Kaposi y linfomas).
Podríamos seguir enumerando otras cuestiones de máximo interés, ya que la lista de temas que aborda la OMS es extensa y desconocida para el gran público. Pero, aunque no citemos cada uno de esos aspectos en los que centra su actividad esta institución, desde luego, tenemos que felicitarnos por contar con una organización internacional como ésta.