Impacto de la crisis económica mundial en América Latina

La percepción de que Latinoamérica ha resistido los efectos de la crisis financiera global, pero que no será inmune a ella, se reforzó con un estudio realizado en Brasil por la Fundación Getulio Vargas (FGV), que mide trimestralmente el Indice de Clima Económico (ICE) de América Latina, en él se advierte que la región puede estar ante una perspectiva de declive económico.

El deterioro de las perspectivas, reflejo de la incertidumbre de la crisis económica global, afectó al índice de confianza que ha quedado debajo de la media histórica (5.1 puntos), hasta registrar un 4.4 entre los meses de julio y octubre, lo que sugiere que el optimismo de los últimos meses, en los que se había alcanzado un índice de 5.6, ha dado paso a la cautela.

La desaceleración económica ha sido prevista por diferentes organismos, como la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que en un estudio conjunto advirtieron de que la región crecerá este año un 4.4 por ciento, superior al promedio mundial, pero que en el 2012 se frenará en el 4.1 por ciento. También señalan deficiencias que deben superarse, como son la falta de confianza en las políticas gubernamentales, la inflación, el desempleo y las desigualdades sociales.

Pese a estos datos, los economistas, consideran la situación presente como favorable, medida con el Indice de Situación Actual (ISA).

La banca, que es uno de los sectores que ve con más optimismo a Latinoamérica, opina que hay que tener cautela y eficiencia en la coyuntura actual.

La inversión extranjera directa también es un factor favorable ya que se ha incrementado considerablemente. Los capitales internacionales buscan refugio en Latinoamérica, lo que ha generado una presión de revaluación sobre la moneda. En este sentido UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) ha promovido la toma de medidas conjuntas que contribuyan a frenar la apreciación de las monedas locales y la destrucción de empleo que puede provocar dicho fenómeno.

Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), el desempleo registró una disminución del 0,8% durante el 2011, dato que revela un panorama positivo frente a la crisis internacional.

Las grandes desigualdades en Latinoamérica

Dentro de Latinoamérica, al igual que ocurre internamente en muchos países del área con respecto al equilibrio social, existe un gran desacople de las tasas de crecimiento en la región. Brasil se muestra como la gran economía de la región y una de las más activas a nivel mundial en cuanto a tasas de crecimiento (forma parte de las economías emergentes o BRICS), mientras que el resto de los países que crecerán de forma más gradual.

Según pronostica la CEPAL, el  mayor incremento se dará en América del Sur (5,1%), menor en Centroamérica (4,3%) y débil en el Caribe (1,9%).

El incremento de los precios de los alimentos afecta a los sectores más empobrecidos. El país que se ve más afectado es Haití.

Los países del Caribe vinculados a los EE.UU y al turismo internacional son más vulnerables y tienen problemas de deudas elevadas y déficit fiscal.

En cuanto a América del Sur y Centroamérica y México, la evolución de la relación de los precios de lo que se exporta y lo que se importa es favorable, pero dependen, en gran parte, del consumo de China y la India.

La CEPAL advierte que si se deteriora la situación en EE.UU, Japón y la Unión Europea el crecimiento acelerado de Latinoamérica estará muy condicionado. Si hubiera un enfriamiento en China, la India y la Federación Rusa para enfrentar la inflación esto significaría menor demanda.

Hasta el presente, las autoridades de los países de la región han implementado políticas tendentes no sólo a amortiguar el impacto local de la crisis, sino también a consolidar los esfuerzos para diversificar las exportaciones y los procesos de integración regional, pero es preciso señalar que la política económica de cada país debe estar en consonancia con las reformas monetarias y financieras internacionales que se vienen llevando a cabo.

Es necesario que Latinoamérica profundice su vinculación interregional en un contexto de posicionamiento global ante la crisis.