También hablaremos de las mujeres que SUMARON calladas, a favor de terceros,  a los que encumbraron o hicieron famosos, quedando  en el olvido a los ojos del mundo. De ellas hablaremos hoy aquí.

Sería casi imposible recuperar a todas y cada una de las mujeres que lucharon para hacer aflorar la importancia de la mujer en el contexto social en uno u otro sentido. Con el fin de hacerles mi particular homenaje he tomado una muestra, empezando por aquellas cuyo nombre pasó a la historia con propia identidad.

Como Hipatía de Alejandría con quien nos remontamos al siglo V de nuestra era. Filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egipto, ​ que destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría. Decía que  Las personas, con independencia de su cultura, clase social y género eran capaces de llegar a conocer el mundo perfecto, porque todas tenían la misma alma”.

También me gustaría citar  a Sor Juana Inés de la Cruz,  —Juana de Asbaje—. Destacada religiosa jerónima, escritora, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Fue la primera  gran poetisa barroca en la Nueva España. Recibió tanto halagos como ataques misóginos. Acosada por ser mujer y erudita, monja y escritora. Llegó a disfrazarse de hombre para poder estudiar en la Universidad, única forma de hacerlo. Reclamó fervientemente los derechos de la mujer a la educación.

No puede faltar Virginia Woolf, escritora británica, autora de novelas, cuentos, obras teatrales y demás obras literarias; destacada vanguardista del modernismo anglosajón del siglo XX  y del feminismo internacional.​ A través de sus obras habla del feminismo, de la injusticia política, sexual e intelectual que vivían las mujeres a diario en su época. Decía No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”.

Y por último  a Theresa Serber Malkiel. Mujer de origen ruso,  judía que emigró a Estados Unidos a principios del siglo pasado. Activista laboral, sufragista y educadora estadounidense.  Fue la primera mujer en ascender del trabajo en una fábrica al liderazgo del Partido Socialista. Dedicó su vida a luchar por los derechos de la mujer trabajadora. Como jefa del Comité Nacional de la Mujer del Partido Socialista de América (SPA), estableció en 1909 el Día de la Mujer, precursor del actual “Día Internacional de la Mujer que cada año se conmemora el 8 de marzo“.

¿Y qué decir de las mujeres anónimas, las que SUMARON a favor de otros sin recibir apenas nada a cambio? Como Camile Claudel alumna y amante de Rodin, cuyo trabajo no tuvo el reconocimiento que merecía siendo este asignado en ocasiones a mismo Rodin. O Lee Krasner, pintora estadounidense rechazada por sus obras calificadas  impropias de una mujer. Eclipsada por la fama de su mentor y pareja el reconocido pintor Jackson Pollock.  Gabriele Münter, pintora expresionista que vio desmoronarse su carrera por culpa de un idilio. Admiradora  incondicional de  Vassily Kandinsky, con quien estuvo comprometida. Hedy Lamarr , actriz austríaca. Protagonizó el primer desnudo en la historia del cine. Era ingeniera. Desarrolló un sistema de comunicaciones secretas basado en la conmutación de frecuencias que se usaron en la guerra. Esta tecnología sentó las bases de sistemas actuales como el WiFi o el GPS. Mileva Maric, matemática de origen serbio, fue la primera esposa de Albert Einstein.  Sus conocimientos matemáticos fueron clave para el desarrollo científico de las teorías de él, siempre vivió a la sombra de su esposo. Elena Garro, guionista, periodista, dramaturga, cuentista y novelista. Se la considera, junto a Sor Juana Inés de la Cruz, una de las escritoras mexicanas más importantes de la historia y está reconocida como precursora del realismo mágico. Vivió toda su vida a la sombra del poeta y premio Nobel Octavio Paz. Émilie du Châtelet,  marquesa de Châtelet  se formó en física y matemáticas, tradujo a Newton al francés y contribuyó mucho a difundir sus teorías. También ayudó a su pareja, Voltaire, en su trabajo  durante décadas.

Para finalizar quiero hacer una  mención especial a aquellas mujeres de las que nunca sabremos sus nombres, que también SUMAN, las del pueblo llano; mujeres sencillas, valientes y emprendedoras, que caminan en silencio por la vida sin ser vistas.

Me llena de orgullo descubrir cuantas ha habido, y hay en la actualidad. Todas, a su manera y con su propia sabiduría,  marcaron hitos en la historia  en pro de la mujer y de sus derechos. Unas de forma evidente, otras en un susurro.

Muchas de ellas han quedado en mi tintero; no por eso dejan de tener a mis ojos los mismos meritos y reconocimiento que las recogidas en este escrito. TODAS SUMAN.

Mi agradecimiento incondicional a ellas, y mi invitación a nosotras para que sigamos su ejemplo sin ceder en el empeño.

Autora: Caleti Marco