El martes 24 de marzo de 2015, Opportunity, el vehículo explorador todo terreno de Marte, de la NASA, completó su primera maratón en el Planeta Rojo (42.195 kilómetros) en aproximadamente 11 años y dos meses.

“Esta misión no se trata de marcar tiempos récord de distancia recorrida; se trata de realizar descubrimientos científicos”, dice Steve Squyres, quien es el investigador principal de Opportunity, en la Universidad Cornell. “Pero correr una maratón en Marte sería genial”.

El autor y corredor Hal Higdon dijo una vez: “La maratón nunca deja de ser una carrera de regocijo, una carrera de asombro”. Eso se aplica doblemente a una maratón en otro mundo, donde cada kilómetro promete un nuevo descubrimiento.

Sin-títuloLa misión de Opportunity es buscar signos de agua en el pasado. En la actualidad, el Plantea Rojo tiene una atmósfera asombrosamente delgada, con condiciones mortales para casi todas las formas de vida conocidas en la Tierra. Hace miles de millones de años, sin embargo, las cosas podrían haber sido diferentes. Muchos investigadores creen que Marte alguna vez fue más caliente, más húmedo y más amigable para la potencial vida marciana. El trabajo de Opportunity es buscar pistas de ese antiguo tiempo.

Al igual que muchos corredores de carreras de fondo, a Opportunity le gusta “tomárselo con calma”. En un día típico, el vehículo explorador todo terreno recorre solamente de 50 a 100 metros. Esto da tiempo al vehículo para atravesar de manera segura el terreno rocoso, hacer una pausa luego y buscar lo desconocido después.

Fiel a su costumbre, el longevo vehículo explorador sobrepasó la marca de la maratón durante un desplazamiento de solamente 46,9 metros.

“Cuando Opportunity descendió sobre Marte, hace 11 años, nadie imaginó que este vehículo sobreviviría a un invierno marciano, sin mencionar a una maratón completa”, señaló John Callas, quien es el jefe del proyecto del Vehículo de Exploración de Marte, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro. Para celebrarlo, el equipo del vehículo explorador todo terreno de Marte, en el JPL, corrió una carrera de relevos tan extensa como una maratón.

Para Opportunity, simplemente llegar a la línea de salida fue épico: “Este particular corredor de maratones tuvo que volar alrededor de 455 millones de kilómetros a través del espacio antes de ser soltado sin ceremonia previa sobre la superficie marciana, en el año 2004”, recuerda Ray Arvidson, quien es un miembro del equipo científico de Opportunity, en la Universidad de Washington.

Opportunity primero descubrió signos de agua en depósitos ubicados cerca del sitio de aterrizaje, en el cráter Eagle. Había rocas que parecían haberse formado en un antiguo lago superficial, aunque demasiado ácido como para albergar vida. Luego, los planificadores de la misión pusieron la mira en el cráter Endeavour, un enorme hoyo de casi 23 kilómetros de ancho y cientos de metros de profundidad. La profundidad de Endeavour ofrecería otro panorama para volver hacia atrás en el tiempo y conocer la historia de Marte; regresar al tiempo en el que el agua era posiblemente menos ácida.

La ruta de la maratón, que atraviesa la llanura Meridiani de Marte hacia el cráter Endeavour, era una travesía audaz; sin puestos de ayuda por ningún lado. Las embravecidas tormentas de polvo redujeron tanto la energía solar del vehículo explorador todo terreno que Opportunity prácticamente ingresó en el “sueño de la muerte”; las suaves y arenosas ondulaciones, en las que soplaba el viento, hicieron que las ruedas del vehículo explorador quedaran atrapadas y le provocaron una “herida”: una falla en el activador frontal derecho de la dirección de Opportunity, lo que hizo que fuera difícil moverse hacia adelante. Siempre ingenioso, el vehículo explorador corrió parte de su carrera haciendo marcha atrás.

Cuando el maratonista llegó al cráter Endeavour, en agosto de 2011, las cosas se pusieron interesantes.

“Endeavour está rodeado por roca sedimentaria fracturada y las grietas están rellenas de yeso”, afirma Arvidson. “El yeso se forma cuando el agua subterránea aflora y rellena las grietas del suelo; entonces, esta es una buena evidencia de la existencia de agua líquida”. Es más, las vetas del yeso probablemente se formaron bajo condiciones menos ácidas y posiblemente más hospitalarias para albergar vida: ¡Bingo!

¿Qué es lo que sigue? Opportunity todavía está funcionando bien y se encamina hacia un hueco ubicado en el borde del cráter Endeavour donde el vehículo todo terreno explorará depósitos de arcilla en busca de más signos de la existencia de agua en el pasado. El hueco se llama… “Marathon Valley”!!

nasa.gov