Este mes comentaremos desde las líneas de “Otro Mundo es Posible” el estado actual del sexto Objetivo del Milenio, con el convencimiento de que en el apartado que hoy nos ocupa es en el que se han realizado mayores avances. No obstante, siempre desearemos mejores resultados y mayor disposición de los que pueden ayudar a alcanzar la meta prevista en el 2015.

Los indicadores establecidos por la ONU, parecen certificar que la propagación de la enfermedad se ha estabilizado en la mayoría de las regiones, y más personas sobreviven más tiempo. Sin embargo, 33,4 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo a fines de 2008 y en el mismo año, hubo casi 2,7 millones de nuevas infecciones y 2 millones de muertes. Con datos del mismo año, la región más afectada fue el África subsahariana, donde se registraron 71% de las nuevas de las nuevas infecciones.

Una Conferencia y una Exposición

Del 18 al 23 del pasado julio se celebró en la imperial Viena la XVIII Conferencia Internacional sobre el VIH/SIDA bajo el slogan de: “Derechos aquí, Ahora mismo”. El evento reunió alrededor de 20.000 personas provenientes de más de 185 países, que a lo largo de la sesiones tocaron los temas más sensibles. El Doctor Ives Souteyrand de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dio la clave esencial para la lucha enérgica y eficaz contra la pandemia. “Corregir las violaciones de los derechos humanos entre las poblaciones más vulnerables es esencial para el éxito futuro de una respuesta global”, señaló. Y es que, a pesar de la estabilización de la pandemia y la reducción de muertes pasando de 2.2 millones en al año 2004 a 2 millones en el 2008, el SIDA aún no está controlado. Cada año 2.7 millones de seres humanos son afectados por el mal.

Grupos determinados como los inmigrantes, los drogadictos y quienes practican relaciones sexuales sin protección, son los de mayor riesgo; las regiones de Europa Oriental y Asia Central presentan las mayores tasas de expansión de la pandemia. La protección de los derechos humanos y sobre todo los de las personas más vulnerables es elemento básico para el combate contra la propagación del VIH/SIDA. En la Conferencia se recordó que, la falta de acceso a soluciones probadas científicamente para las poblaciones de riesgo, así como la lenta aplicación de tratamientos para prevenir la trasmisión vertical del VIH, son violaciones a los derechos humanos y una amenaza para los progresos realizados durante los últimos años en materia de SIDA. Otro de los temas tratados, fueron las dificultades de las mujeres embarazadas para acceder a los tratamientos preventivos de la trasmisión vertical del SIDA en los países de ingreso medio y bajo. El objetivo primordial para acelerar la erradicación o en su defecto disminuir el número de nuevas contaminaciones y mantener los éxitos obtenidos, es la derogación de leyes que criminalicen la transmisión del SIDA y marginen a los enfermos. Al final de la Conferencia vienesa el ex presidente de Estados Unidos, William Clinton, hizo un llamamiento para que los fondos en la lucha contra el Sida se utilicen de forma más eficiente y lleguen a quienes realmente lo necesitan.

El pasado 3 de septiembre se confirmaban estas intenciones en la presentación en Tokio de la exposición fotográfica “Vuelta a la vida” organizada por ONUSIDA, la agencia de la Naciones Unidas para este tema.

Vuelta a la Vida, Mali. © Paolo Pelegrin

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, felicitó efusivamente al Primer Ministro japonés, Naoto Kan, por la generosidad de Japón en la respuesta a la pandemia del Sida. No era para menos, desde 2002, el país ha invertido más de 1.000 millones de dólares en la ayuda a las naciones de ingresos medios y bajos. Pueden decir con orgullo que son uno de los más generosos donantes del Fondo Mundial en la lucha contra el Sida, la tuberculosis y la malaria, cumpliendo con los compromisos adquiridos por el País del Sol Naciente, durante la cumbre que el G8 celebró en el año 2000 en Okinawa.

“Vuelta a la vida”, es una composición fotográfica e informativa producida conjuntamente por el Fondo Mundial y Magnum Photos, en ella, y en pocos minutos, obtendrán una visión global de los avances en el tema del SIDA y su situación país por país; zona por zona.

Es un documento imprescindible y esclarecedor, por eso les recomendamos su visualización (Link).

Precisamente, sobre esta producción y durante el discurso inaugural de la exposición fotográfica en Tokio, el Primer Ministro Kan resaltó el compromiso que el gobierno japonés ha adoptado a la hora de respaldar la respuesta al sida con vistas a la próxima Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No podemos evitar reproducir sus palabras puesto que son un mensaje mundial de esperanza para los afectados:

“Las enfermedades infecciosas son una amenaza para la seguridad humana, pero los avances en el tratamiento han permitido que las personas que viven con el VIH lleven una vida normal”, dijo Kan. “En la Cumbre sobre los ODM, haré todo lo que esté en mi mano para respaldar con solidez la respuesta mundial al sida mediante nuestro apoyo al Fondo Mundial”. Declaraciones que merecieron el aplauso de los presentes y en particular del el director de ONUSIDA, Michel Sidibe.

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Mucha gente joven sigue sin saber cómo protegerse contra el VIH

Sin embargo queda mucho camino por recorrer, en la actualidad, de los 15 millones de personas que los necesitan, solo cinco millones tienen acceso a medicamentos. La educación sobre el SIDA es fundamental para los jóvenes y las mujeres. Por fortuna y según un informe de ONUSIDA, revela que los jóvenes lideran la revolución en materia de prevención del VIH. Precisamente, en países como Costa de Marfil, Etiopía, Kenya, Malawi, Namibia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe, los descensos significativos en los índices de prevalencia del VIH han ido acompañados de cambios positivos en el comportamiento sexual de los jóvenes.

Las dificultades están muy condicionadas por el entorno, ya no sólo por el área regional, también por los factores que se repiten en la consecución de los otros Objetivos. En las zonas rurales, los barrios marginales y las zonas de difícil acceso, el uso del preservativo o cualquier otro medio de protección eficaz – el mes pasado nos referimos a un espermicida para antes y después del coito -, es mucho más improbable.

El programa de Naciones Unidas para el SIDA mantiene que se podrían evitar 10 millones de muertes hasta 2025 y 1 millón de nuevas infecciones por año si los países adoptaran un nuevo rumbo para cumplir con los objetivos para tratar la enfermedad. Los espermicidas que apuntábamos o el nuevo proceso que corresponde al Tratamiento 2.0, propuesto en la reunión del 13 de julio, junto la concienciación y educación podrían marcar un hito en la lucha.

Según la ONU, mediante una inteligente combinación de esfuerzos y eficacia se podría reducir los costos del tratamiento, hacer que los regímenes del mismo sean más simples, crear mejores fármacos con poca toxicidad y formas de diagnóstico más fáciles de utilizar, lo que reduciría la carga de sistemas sanitarios y mejorar la calidad de vida de los que viven con VIH y sus familias; numerosas pruebas demuestran que cuando las personas seropositivas rebajan su carga viral, también disminuye la probabilidad de que transmitan el Virus. Otro punto importante es usar el tratamiento como prevención, ya que la terapia antirretroviral reduce el nivel del virus en el organismo.

Algo más sobre el nuevo tratamiento 2.0

“Comenzar a recibir tratamiento en el momento oportuno, incrementa la eficacia de los regímenes de medicamentos y la esperanza de vida”, Michel Sibidie, director de ONUSIDA.

ONUSIDA ha descrito el “Tratamiento 2.0” como un nuevo enfoque destinado a simplificar el suministro del tratamiento y mejorar el acceso a la medicación. El nuevo Tratamiento 2.0 prevé que una vez que la persona conoce su estado serológico con respecto al VIH, puede empezar el tratamiento si su recuento de células CD4 está en torno a 350, en lugar de esperar a encontrarse mal. El 2.0 cuenta con la ventaja que las medicinas son más asequibles, ya que los beneficios se consiguen reduciendo los costos de los servicios de tratamiento que no tienen que ver con los fármacos, como los de hospitalización, monitorización y los que sufraga el propio paciente. La idea podría reducir el número de nuevas infecciones por el VIH en más de un millón cada año si los países suministran terapia antirretrovírica a todos aquellos que la necesitan.

Para el éxito son necesarios avances importantes que resumimos en cuatro puntos:

  1. ONUSIDA reivindica la investigación y creación de fármacos mejores y más inteligentes y de poca toxicidad, y promueve formas de diagnóstico más fáciles de utilizar.
  2. La prevención es el mejor tratamiento. Como hemos expuesto la terapia antirretrovírica reduce el nivel del virus en el organismo. También se debe mejorar el acceso a los diagnósticos.
  3. Los precios deben dejar de ser un obstáculo, si bien se han reducido en los últimos diez años, se debe seguir trabajando en este aspecto y en la reducción en los costes de los servicios de tratamiento.
  4. Vigorizar la movilización comunitaria permitiendo su participación, a través de sus organizaciones, en la gestión de los programas de tratamiento.

Como hemos dicho al principio del artículo los avances han sido substanciosos, tal vez los más espectaculares dentro de los Objetivos. Pero siempre querremos y exigiremos más.

Como dijo Víctor Hugo, “A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad”.