Mientras que en España más de la mitad de los menores de 25 años está en paro, cada vez son más los españoles que se trasladan a Alemania en busca de trabajo. Sólo el año pasado se calcula que más de 48.500 personas se trasladaron al país. Esta llegada constante de trabajadores españoles ha hecho que, los recién llegados, se encuentren a veces con trabajos abusivos o sueldos sensiblemente inferiores a los reciben los empleados locales, informa El País. Una situación que ha llevado a estos trabajadores a la creación del Grupo de Acción Sindical (GAS), que busca ser una conexión entre los trabajadores que sufren abusos con los sindicatos alemanes.