LA TRATA DE PERSONAS

Las proporciones internacionales que alcanza el tráfico de seres humanos, en especial mujeres y niños, es comparable a la esclavitud. Este fenómeno, que golpea principalmente a grupos humanos en condiciones de extrema necesidad, es facilitado por la falta equitativa de recursos, de bienes y servicios,por la pobreza, el hambre, el desempleo, analfabetismo, inacceso a fuentes de recursos, migraciones y desplazamientos en conflictos políticos y armados.

El tráfico de personas cubre el mercado de la explotación sexual, tanto la prostitución como la pornografía y otras formas de esclavitud sexual, así como el trabajo forzado en condiciones de esclavitud, la integración a asociaciones ilícitas o reclutamiento por parte de grupos armados. Las personas traficadas enfrentan constantes atropellos a sus derechos, malos tratos, extrema crueldad y otras tantas vejaciones.

Un informe elaborado por la Organización Mundial de las Migraciones (OIM) advierte que aunque el fin principal del tráfico de mujeres es la explotación sexual, también existen casos de explotación laboral, mendicidad y extracción de órganos, así como de explotación de los hijos de las víctimas.

MUJERES Y EXPLOTACIÓN SEXUAL

El tráfico de mujeres y niñas para su explotación sexual es un comercio altamente lucrativo y con escasos riesgos para sus organizadores, pero ultrajante para los millones de mujeres y niñas explotadas bajo condiciones de esclavitud en la industria del sexo.

Las principales corrientes de este negocio ilegal fluyen desde los países en vías de desarrollo hacia los más prósperos.

Las víctimas que son objeto de tráfico suelen encontrarse aisladas de las redes sociales tradicionales y de los servicios gubernamentales. En muchos casos son las mismas políticas migratorias impulsadas por los gobiernos las causantes del problema, forzando a las mujeres y niñas a mantenerse en situación de clandestinidad.

La trata encuentra impulso en la demanda de cuerpos de mujeres y niñas en la industria sexual, alimentada por una oferta de mujeres, a quienes se les niegan los derechos y oportunidades. En muchas ocasiones parece que se olvida que en la industria del sexo se trafica con seres humanos para satisfacer la demanda de los compradores, que son hombres en su mayoría. La insaciable demanda de mujeres y niñas en establecimientos de masajes, espectáculos de striptease, servicios de acompañamiento, burdeles, pornografía y prostitución callejera es lo que determina que el comercio sexual sea tan lucrativo. Los traficantes, además de explotar las necesidades económicas, sacan provecho de la vulnerabilidad de las mujeres y niñas que han huido de su hogar debido a la violencia o que han sido desplazadas por conflictos armados o desastres naturales.

Las condiciones de la explotación sexual constituyen una violación de los derechos humanos, solo basta con observar las formas que tienen los proxenetas para ejercer su control. Éstos retienen los pasaportes de las víctimas y se los revenden a unos precios abusivos, acto que deja a las mujeres en una posición de vulnerabilidad, especialmente a las que han entrado en el país de una forma ilegal. Los traficantes no permiten que las mujeres abandonen la prostitución hasta que hayan saldado sus deudas, y en muchos casos, estas crecen por efecto de los cargos de alojamiento y manutención. Esta situación hace que dependan de los traficantes para disponer de comida, dinero, vestimenta y atender el resto de necesidades. Además, éstos emplean todo tipo de amenazas y violencia.

Frecuentemente, los traficantes captan a sus víctimas a través de falsas agencias matrimoniales o de empleo, prometiéndoles mejores condiciones de vida, pero acaban por venderlas para hacer trabajos forzados o dedicarse a la prostitución.

La explotación sexual es especialmente dañina para la salud de las niñas, que son más vulnerables frente a las infecciones y enfermedades de trasmisión sexual, debido a la inmadurez de sus genitales.

FUNCIONAMIENTO DE LAS REDES DE TRATA

Las víctimas son captadas en su país de origen, transferidas por regiones de tránsito y explotadas en el país de destino.

Existen dos modelos de redes. Por una parte, los grupos con estructura jerárquica y fuerte disciplina interna que suelen compatibilizar esa actividad con otras como el tráfico de drogas, armas o inmigrantes y los secuestros. El segundo tipo lo forma un núcleo pequeño de dirigentes con otros grupos “asociados”. Se dedican en exclusiva al tráfico de seres humanos y son extremadamente violentos.

SITUACIÓN EN LATINOAMÉRICA

Latinoamérica se ha vuelto un vivero habitual de las víctimas de estas redes criminales. Los países de destino son principalmente Europa y Estados Unidos, si bien se ha constatado que Brasil, Colombia, República Dominicana y México también reciben mujeres.

Los países centroamericanos se han convertido en una zona de destino de explotación intrarregional. Algunos países como Nicaragua, El Salvador y Honduras son el origen del tráfico, mientras que México, Guatemala y Costa Rica son el destino de las víctimas.

El tráfico interno concentra  principalmente a la población infantil y adolescente, o a madres solteras jóvenes. El promedio de edad varía entre los 9 y los 17 años.

EL TRÁFICO INTERNACIONAL

La ONU advierte que las redes de tráfico, sobre todo para prostitución pero también para la esclavitud laboral, se extienden por todo el planeta, lo que requiere una respuesta global frente a la ineficaz lucha actual.

Ningún Estado prácticamente permanece ajeno a la trata, según el informe Tráfico de Personas. La Oficina sobre Droga y Delito de la ONU identifica 127 países de origen, 98 de tránsito y 137 de destino. Entre estos últimos distingue 10 con una incidencia muy alta como Estados Unidos, Alemania, Japón y Holanda entre otros. También incluye una veintena de Estados con una incidencia alta, entre los cuales se encuentra España.

África: es sobre todo un continente emisor de personas traficadas dentro del propio continente y a Europa occidental. Nigeria es el principal país de origen de las víctimas.

Asia: las personas traficadas suelen permanecer en el continente. Proceden principalmente de China y la India.

Europa: las víctimas suelen proceder del sureste y el centro de Europa, sobre todo de Albania, Bulgaria, Lituania y Rumanía. Su destino más frecuente es Europa occidental. España es también un país de tránsito pero en un bajo nivel: las personas traficadas que llegan, sobre todo se quedan.

Ex URSS: los estados ex soviéticos como Bielorrusia, Moldavia, Rusia y Ucrania son los principales países de origen de las víctimas, que van hacia Europa occidental y América del Norte.

Oceanía: Australia y Nueva Zelanda son los destinos de personas traficadas procedentes sobre todo del Sureste asiático.

DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA EXPLOTACIÓN SEXUAL Y EL TRÁFICO DE MUJERES, NIÑAS Y NIÑOS

En enero de 1999 se llevó a cabo en Dhaka (Bangladesh) la Conferencia Mundial de la Coalición contra el tráfico de Mujeres, en la que se eligió el día 23 de septiembre como Día Internacional en contra de la Explotación y Tráfico de Mujeres y Niños, en homenaje a la ley Nº 9143 del año 1913, promulgada en esta fecha y conocida por el nombre de ley Palacios.

Esta fecha tiene como fin concienciar a los gobiernos y a la sociedad civil sobre las causas y consecuencias de este crimen endémico que afecta a todas las regiones del mundo y llevar a cabo acciones que permitan frenarlo. También nos recuerda el largo camino que hay aún para eliminar la explotación sexual, el tráfico de personas y el tratamiento de las mujeres como objeto sexual.

Nos encontramos ante un problema de carácter global que atenta gravemente contra los derechos humanos y cuya base es la persistente desigualdad entre los sexos y la condición de subordinación de la mujer a escala mundial. La trata tiene una escasa persecución y la solución para combatirla vendría dada por una serie de medidas: acabar con el mercado que da beneficios a los delincuentes y actuar contra los intermediarios que han levantado una industria criminal a base de negociar con mujeres y niñas y contra los beneficios económicos que genera.