El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha calculado que harán falta 1.000 millones de dólares estadounidenses para los cinco primeros años de limpieza solo en Ogoniland, una de las regiones nigerianas en las que opera Shell. El PNUMA prevé que la operación de limpieza de la contaminación de la zona podría durar 30 años.
“Los inversores deben ser conscientes de los gastos ocultos que espera Shell de sus operaciones en el delta del Níger. Durante décadas, el gigante petrolero multinacional no ha puesto fin a los vertidos de petróleo ni ha limpiado la devastadora contaminación que ha destruido vidas y medios de subsistencia”, dijo Mark Dummett, investigador de Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
“El año pasado Shell obtuvo 15.000 millones de dólares de beneficios, por lo que los inversores podrían considerar que es una apuesta segura. Pero las actuaciones judiciales ya lo han obligado a pagar millones de indemnización, sentando las bases para futuras actuaciones de otras comunidades nigerianas que han sufrido la mayor parte de la negligencia de la compañía.”
En enero de este año, Shell, la mayor compañía petrolera que opera en el delta del Níger, accedió por fin a pagar 55 millones de libras esterlinas (84 millones de dólares) a una comunidad de Bodo, Ogoniland, después de que miles de residentes llevaran a Shell ante los tribunales en el Reino Unido. La empresa les había ofrecido en un principio apenas 4.000 libras (6.100 dólares) por la destrucción de la pesca y la agricultura causada por sólo dos de los cientos de vertidos de petróleo de Shell que se producen cada año.
Shell ha informado de más de 1.000 vertidos de petróleo en el delta del Níger desde 2009, 204 de ellos en 2014 y 203 en 2013. Nigeria es un país importante en las operaciones de Shell, pues el 10 por ciento de su producción petrolera en 2014 procedió de ese país.
“Shell va a tener también que cumplir su parte limpiando los daños permanentes causados por los cientos de vertidos de petróleo que siguen afectando el delta del Níger cada año. Debe dejar claro a los inversores qué fondo de contingencia prevé para corregir los daños que ha causado en el último medio siglo”, afirmó Mark Dummett.
Según Shell, la inmensa mayoría de los vertidos en Nigeria son causados por robos de petróleo y sabotajes. Aunque estos son problemas graves, Shell se vio obligada a revelar durante las actuaciones judiciales emprendidas por la comunidad de Bodo que sabía que parte de sus oleoductos contenían “importantes riesgos y amenazas” desde al menos 2002. Además, la afirmación de Shell se basa en un proceso deficiente de investigación de los vertidos de petróleo.
“Shell sigue culpando al robo y el sabotaje de los vertidos de petróleo, pero la vejez de los oleoductos y el mantenimiento deficiente de las infraestructuras son una causa importante de contaminación”, concluyó Dummett.
Los inversores de Shell deberían pedir a la compañía que repare los abusos que ha cometido en el delta del Níger y exigir más transparencia sobre los vertidos de petróleo y los planes futuros de limpieza e indemnización.
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