Para este cometido, una agrupación de productores, la mayoría mujeres, lleva adelante distintas actividades que han ido conformando una plataforma basada en alianzas estratégicas rural urbanas, para posibilitar la comercialización de productos agropecuarios y alimentos transformados, con la firme convicción de intensificar la discusión sobre nuestra cultura alimentaria que se encuentra en una compleja crisis denominada “comida chatarra”, que deriva en intensificación de enfermedades para el cuerpo humano y para el sistema biológico planetario.
Para este cometido, una agrupación de productores, la mayoría mujeres, lleva adelante distintas actividades que han ido conformando una plataforma basada en alianzas estratégicas rural urbanas, para posibilitar la comercialización de productos agropecuarios y alimentos transformados, con la firme convicción de intensificar la discusión sobre nuestra cultura alimentaria que se encuentra en una compleja crisis denominada “comida chatarra”, que deriva en intensificación de enfermedades para el cuerpo humano y para el sistema biológico planetario.
La principal estrategia de la alianza es trabajar entre productores rurales y productores urbanos, los primeros fundamentalmente dedicados la agricultura y los segundos a la gastronomía, repostería y otras transformaciones que generan propuestas nuevas o recuperan costumbres culinarias de antaño. El principio fundamental es producir sin agroinsumos sintéticos (plaguicidas, insecticidas, fertilizantes, abonos), porque no son saludables ni para la tierra y los ecosistemas, ni para el cuerpo. Lo mismo en la transformación no se debe utilizar aditivos como conservantes, colorantes, edulcorantes artificiales. De esta forma la alianza consolidada como plataforma ha producido el lema que dice “por una alimentación digna”.
Las áreas de trabajo son variadas y todas ellas se promocionan a través del grupo WhatsApp, de manera que los miembros pueden recibir en su celular las ofertas y hacer sus pedidos. Hasta la fecha se han habilitado 3 grupos WhatsApp, sumando casi 600 personas que interactúan haciendo sus pedidos y aportando con información relativa al tema alimentario.
Áreas de trabajo:
- Feria sabatina: es llevada adelante por un grupo de mujeres productoras de la comunidad de Chinchaya del Municipio de La Paz y allí se puede comprar verduras, tubérculos, leche, huevos, flores, plantas medicinales y fruta.
- Agroturismo: consiste en viajes a las comunidades productoras donde los visitantes pueden ver de dónde llegan los alimentos, conocer la casa de las familias agricultoras, pasar un día de convivencia y comprar sus alimentos frescos, desde el mismo surco o bajarlos de los árboles.
- Preventa y entregas semanales: esta es la actividad más intensa que dinamiza los grupos WhatsApp, se trata de la entrega de pedidos que hace la gente a través de su celular, los días jueves solamente durante dos horas, en un lugar previamente anunciado que puede ser un restaurante, casa cultural, social o plaza. Estos lugares se han unido al movimiento alimentario con el mismo compromiso de tener alimentación sana. En esta actividad el producto estrella es la agrobolsa, que consiste en una bolsa familiar de mercado surtida con variedad de verduras y tubérculos para cocinar aproximadamente por una semana, dependiendo la cantidad de los miembros de la familia. Esta bolsa está pensada para personas que no tienen tiempo de ir al mercado o feria y prefieren la facilidad de comprar una bolsa ya preparada con precio fijo.
- Talleres de huerto urbano: esta es una actividad especial que buscar valorar los conocimientos agrícolas heredados de los abuelos que aún conservan los productores. Por eso, aunque no tengan estudios formales, ellos y ellas se convierten en profesores para llevar la agricultura a las ciudades en talleres cortos que duran 4 ó 5 días y se realizan en las mismas casas de los inscritos, reuniendo un promedio de 20 personas por taller.
- Talleres de alimentación: esta actividad está a cargo de los transformadores de alimentos que viven en las ciudades y difunden sus conocimientos enseñando a preparar creativas recetas, fáciles, económicas ya sean veganas, vegetarianas y también convencionales.
De esta manera se ha conformado una plataforma donde el grupo rural urbano de productores aporta con su trabajo para instalar cada feria y promocionar las actividades en colaboración mutua permanente y comprometida. Así el uso de la tecnología permite tener un mercadito virtual en la mano, con interrelación permanente que logra vincular el campo y la ciudad involucrando cada vez más consumidores interesados en la diversidad alimentaria de producción local. Hasta el momento, además de Chinchaya, se han unido 11 comunidades rurales de distintas regiones entre altiplano, valles, yungas y trópico.
En general la oferta alimentaria, aparte de la agrobolsa, consiste en fruta, plantas medicinales, aromáticas, flores, miel, huevos, tarwi, leche, mermeladas, leches de cereales y leguminosas, derivados lácteos, repostería, gastronomía, golosinas sanas, deshidratados, té, mates, refrescos, harinas, chocolate, vinos, destilados, infusiones y otras innovaciones que siempre refrescan y provocan curiosidad, debate y por supuesto, movilización social.
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