“Todos tendríamos que ser conscientes de nuestras compras porque en mayor o menor proporción, somos nosotros los que podemos cambiar el mundo”, remarca Silvia en tanto que Ricard invita a comprar directamente al productor y unirse en cooperativas de consumo y Francesca recomienda consumir productos de Km0 ya que es la “mejor forma de ayudar a nuestro entorno, tanto a nivel ecológico como económico”.
“Creo que es importante consumir localmente y potenciar a los agricultores de proximidad y la agricultura ecológica”, comenta Silvia mientras que Mireia asegura que hace tiempo que intenta comer “lo que nos trae la naturaleza cerca y en el momento que lo trae. La naturaleza es muy sabia y nos trae lo que necesitamos, cuando lo necesitamos”.
En ese sentido, algunos destacan que ingerir alimentos de temporada trae beneficios para la salud, como Pilar quien asegura haber comprobado “como han remitido los síntomas de la alergia primaveral cuando empecé a dar prioridad absoluta a esos alimentos”. Gustavo, por su parte, considera que si todas las personas consumieran “productos frescos de la tierra no habría tantas enfermedades, ya que es una de las causas principales por la que la gente enferma junto a las emociones”.
En momentos de crisis económica como la actual en España, el presupuesto juega un papel fundamental en la cesta de la compra: “mi pareja y yo procuramos comprar siempre productos locales y de temporada. En la frutería me fijo si el alimento que quiero coger tiene señalizado el lugar de procedencia y sino es así se lo pregunto al dependiente. Lamentablemente en mi casa ya no podemos consumir cesta de hortalizas ni productos ecológicos por cuestiones económicas, otro punto que aprovecho para reivindicar: precios asequibles, por favor”, advierte Marga.
Raquel explica que a la hora de la compra, mira que en la producción de los alimentos no hayan intervenido pesticidas y que no sean transgénicos. “Compro lo que puedo ecológico porque los precios, a pesar de que veo que hay cada día más adeptos del consumo ecológico, siguen siendo exagerados. La lucha que queda pendiente es que, si cada vez hay más productores ecológicos, los precios sean más populares, ya que hablamos de nuestra salud y la alimentación es una necesidad, no un bien de lujo”, sostiene.
También están las familias que tienen espacio en sus casas y han decidido a cultivar sus propias verduras: “tenemos un huerto por lo que comemos frutas y verduras de temporada y también hacemos conservas”, afirma Ana. Por su parte, Angie destaca: “soy una gran afortunada porque tengo huerto casi en la puerta de casa. ¡Eso si que es Km0!”.
“Hemos perdido la soberania, desde la alimentación a otros ámbitos básicos de nuestra vida, ahora nos toca recuperarlos entre todas. Todas las viviendas necesitarian tener un huerto porque la comida que comemos es mejor cuidarla nosotros que dejarla en manos de políticos y banqueros que juegan con la vida haciendo escaso un bien vital para el ser humano”, advierte Teresa.
Otros recuerdan que la propuesta no es nueva pues hace apenas unas décadas, se comían las verduras que había en cada época del año: “cocinar por temporada es mas fácil , accesible y económico”, asegura Franco mientras que Patricia, quien procede de una familia dedicada a la agricultura desde hace varias generaciones, considera que “no hay nada mejor que una buena ensalada de tomate, unas alcachofas, unos ajos frescos, o unas cerezas en plena temporada. Como yo digo: del árbol a la mesa, y de la mesa a la boca”.
Otro dato interesante que ha quedado reflejado en las respuestas que han llegado al concurso, es que la llegada de los hijos a una familia define las cuestiones relacionadas con los hábitos de consumo, por lo que los productos ecológicos comienzan a formar parte de la columna vertebral de la alimentación. “Desde que nacieron mis hijas, mi visión de la alimentación cambió: ahora utilizamos productos de temporada y de cultivo ecológico. Hemos notado, una mejora en nuestro sistema inmunológico y eso hace que nos mantengamos fieles a nuestro cambio”, explica Emi.
“Hace ya un tiempo que estamos tomando conciencia de la importancia de un consumo responsable y de proximidad, empezamos mi marido y yo y ahora nuestro hijo lo está trabajando en el cole, con lo cual entre unos y otros estamos aprendiendo mucho sobre el tema y lo ponemos en práctica todos los días”, comenta Elisenda.
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