El pasado 24 de junio el tribunal ‘ad hoc’ condenó a estos siete hombres por violar el artículo 6 de la Ley contra el Cibercrimen, que prohíbe producir, almacenar y enviar cualquier material a través de las redes sociales que dañe el orden público, así como por incitar a la protesta y a la reunión ilegal y por romper la lealtad con el rey.

La sede judicial ha impuesto la pena más larga –diez años de prisión– a Abd al Hamid al Amer por fundar dos grupos en Facebook a través de los cuales “reclutaba a otros y les daba ideas sobre dónde y cómo protestar”.

HRW ha destacado que ninguno ha sido acusado de usar o incitar a la violencia. “La ruptura de la lealtad con el rey puede venir por la vía de las armas o por la vía de las protestas y los artículos. La segunda es muchas veces más peligrosa que la primera“, ha dicho la Corte Criminal Especializada.

Las páginas de Facebook a las que se refiere el tribunal ‘ad hoc’ incluyen el Movimiento Juvenil del 4 de Marzo y Los Hombres Libres de Al Ahsa, que se crearon en 2011, después de que las autoridades saudíes detuvieran al prominente clérigo chií Tawfiq al Amer por llamar a una monarquía constitucional.

El pasado mes de abril, el mismo órgano jurisdiccional condenó a Al Amer a cuatro años de cárcel y le prohibió escribir y hablar públicamente.

Denuncias de tortura

HRW ha denunciado que la Corte Criminal Especializada ha condenado a estos siete hombres en base a una supuesta confesión conseguida –según han aseverado– a base de torturas, sin que en el proceso judicial se haya investigado este extremo.

El juez que ha presidido el tribunal ‘ad hoc’ ha considerado que las denuncias de tortura estaban fuera de lugar. “No son aceptables, especialmente por la incapacidad (de los acusados) de probarlas”, ha argumentado.

“La negativa rotunda del juez a investigar las denuncias de tortura muestra el escaso interés que tenía en averiguar la verdad“, ha considerado el ‘número dos’ de la organización humanitaria para Oriente Próximo, Joe Stork.

HRW ha denunciado otras irregularidades, como el hecho de que no se proporcionara a los acusados un abogado, ya que la legislación saudí no prevé la posibilidad de que los procesados carezcan de los recursos suficientes para costearse una defensa.

La ONG estadounidense también ha criticado que Arabia Saudí no tenga un Código Penal escrito, “lo que da lugar a la arbitrariedad de jueces y tribunales a la hora de interpretar los delitos contenidos en la Ley Islámica”.

“La Carta Árabe de Derechos Humanos, que Arabia Saudí ratificó en 2009, establece que ‘ningún crimen puede ser castigado sin una previsión legal‘ y que, ‘en todo caso, debe aplicarse la ley más favorable al reo’”, ha recordado.

HRW ha indicado que “lo que estos siete hombres hicieron nunca debería haber sido considerado un delito”. “Enviar a la cárcel a gente por publicar comentarios pacíficos en Facebook envía el claro mensaje de que no hay forma segura de expresarse en Arabia Saudí“, ha lamentado Stork.

Iñigo Keller

 

ethic.es