Por eso, y porque imaginamos el drama que invade a los pequeños, a sus padres y a su familia cuando se diagnostica un cáncer infantil, es por lo que llevamos años trabajando en favor de su cura.

Empezamos hace años donando ayudas técnicas para facilitar su movilidad cuando reciben los tratamientos de quimio y radio.

Continuamos financiando los gastos de farmacia, desplazamientos y gastos corrientes en los pisos de acogida que tiene la asociación de padres en Madrid, para las familias que necesitan acudir a tratamiento a hospitales madrileños.

Después quisimos dar un paso más y decidimos que había que luchar contra el cáncer infantil directamente, así que empezamos a colaborar en la financiación del proyecto de investigación génica “CAR-NKG2D: LA LLAVE MAESTRA PARA EL CÁNCER INFANTIL” del IdiPaz, el centro de investigación del Hospital La Paz, todo un referente a nivel nacional.  

Las células tumorales son reconocidas y eliminadas de nuestro organismo por un sistema de vigilancia llamado sistema inmune. En este control son fundamentales las alarmas que se ponen en marcha a través de una “llave maestra” denominada NKG2D. A pesar de que muchas células del sistema inmune poseen esta llave, las células cancerosas pueden hacer que no funcione bien. Este proyecto de investigación quiere dotar a las células del sistema de vigilancia de una llave maestra “artificial”, CARNKG2D, específica, segura y resistente a los mecanismos de escape inducidos por las células tumorales.

Pero no nos quisimos quedar ahí ya que, a pesar de haber evolucionado mucho, la toxicidad y daños de los tratamiento de quimio y radio en los cuerpos de estos pequeños les deja secuelas severas, por eso encontramos un proyecto de investigación innovador en el tratamiento del cáncer “Moduladores del metabolismo en tumores portadores de mutación en el gen KRAS”,  Instituto de Investigación Sanitaria. Fundación Jiménez Díaz.

Diversos trabajos científicos publicados han demostrado que la vitamina C posee una actividad antitumoral selectiva sobre las células tumorales sin afectación de las células sanas.

Estudios llevados a cabo en la Fundación Jiménez Díaz apuntan a que la vitamina C modifica el metabolismo hiperacelerado de las células tumorales, interfiriendo su captación de glucosa y por lo tanto su desarrollo y expansión, y sensibilizando además a dichas células a la acción de la quimioterapia. Este proyecto de investigación de los mecanismos moleculares mediante los cuales la vitamina C ejerce su acción puede ayudar a las terapias oncológicas en dos sentidos:

  1. Reducción de las dosis quimioterapéuticas, lo que contribuiría a una menor toxicidad asociada y a la mejora en la calidad de vida de las personas con tratamiento en curso, especialmente en niños.
  2. Quimiosensibilización del tumor, lo que abre la puerta a mejorar las expectativas del paciente y una disminución de sesiones.

En definitiva, desde Ong Otromundoesposible imaginamos la traumática situación a la que deben enfrentarse los niños que son diagnosticados de cáncer y también sus padres, cualquier persona que tenga hijos menores lo imaginará, por eso seguimos decididos a apoyar la investigación de este compleja enfermedad y luchar para que la cura del cáncer infantil sea posible.