El rover Curiosity de la NASA ha confirmado que la región en Marte que está explorando, llamada “unidad con arcilla”, merece su nombre. Dos muestras que el rover perforó recientemente en objetivos rocosos llamados “Aberlady” y “Kilmarie” revelaron las mayores cantidades de minerales de arcilla que se hayan encontrado durante la misión.

Esta región enriquecida con arcilla, ubicada en el lado inferior del Monte Sharp, llamó la atención a los orbitadores de la NASA antes de que la Curiosity aterrizara en 2012. La arcilla a menudo se forma en el agua, que es esencial para la vida; Curiosity está explorando el Monte Sharp para ver si tuvo las condiciones necesarias para albergar vida hace miles de millones de años. El instrumento de mineralogía del rover, llamado CheMin (Química y Mineralogía), proporcionó los primeros análisis de muestras de roca perforadas en la unidad de arcilla. CheMin también encontró muy poca hematita, un mineral de óxido de hierro que abundaba justo al norte, en la cresta Vera Rubin.

Después de la prueba de que hubo una cantidad significativa de agua una vez en el Cráter Gale, lo que estos nuevos hallazgos significan para la región aún está pendiente de debate. Es probable que las rocas en el área se formasen como capas de lodo en lagos antiguos, algo que también se encontró Curiosity en el Monte Sharp. El agua interactuó con los sedimentos a lo largo del tiempo, dejando allí una gran cantidad de arcilla en las rocas.

Curiosity Fotografía Nubes en Marte
 

Curiosity captó estas nubes el 17 de Mayo de 2019. Image Credit: NASA/JPL-Caltech

En medio de esta nueva perforación y análisis, Curiosity se tomó un descanso para observar algunas nubes, todo en nombre de la ciencia. El rover utilizó sus Cámaras de navegación en blanco y negro (Navcam) para tomar imágenes de nubes a la deriva el 7 y el 12 de Mayo de 2019, soles 2.400 y 2.405. Es probable que sean nubes de hielo de agua a unos 31 kilómetros por encima la superficie.

El equipo de la misión ha estado tratando de coordinar las observaciones de la nube con el aterrizador InSight de la NASA, ubicado a unos 600 kilómetros de distancia, que recientemente tomó sus propias imágenes de la nube. Capturar las mismas nubes desde dos puntos ventajosos puede ayudar a los científicos a calcular su altitud.