Los menores de 14 años no pueden abrir una cuenta en YouTube y los padres son los responsables de que sus hijos posean un canal propio.

Pues bien, más de la mitad de los niños entre 2 y 5 años usan YouTube, y a partir de los seis años empiezan a seguir ayoutubers. Los 1.300 canales dirigidos al público infantil en España, generan 6 billones de reproducciones al mes.

El 93% de los niños españoles de 10 a 15 años usa Internet según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. El 70% de ellos lo hace desde su teléfono móvil. Al 86% de ellos, sus padres no les filtran los contenidos. El mayor grupo de riesgo son las niñas, principales usuarias de las aplicaciones, mientras los niños se especializan en videojuegos. Son datos de Viacom.

Siete de cada diez niños españoles tiene un perfil en una red social, algo prohibido por ley hasta los dieciséis años. Mientras tanto, en el Silicon Valley de Estados Unidos, cuna de las grandes empresas de comunicación, comienzan a proliferar los colegios sin tabletas ni ordenadores porque los padres no quieren que sus hijos repitan sus patrones de conducta, y consideran que los beneficios de las pantallas son limitados mientras que el riesgo de adicción es alto. Nosotros lo estamos comprobando en clase con la sobre exposición a Fortnite de nuestros alumnos y a las aplicaciones para “fotos de poner morritos”, como Tik Tok, de las alumnas.

¿Son simplemente cifras? No, son niños reales, están en clase, conocemos a sus padres y madres. A veces me sorprendo a mí misma preguntado a alguna familia: “¿Dejarías a tu hija en la Quinta Avenida de Nueva York con el encargo de que volviera sola a casa? ¿Por qué la dejas entonces sola en Internet?”