Los familiares de este hombre awá fueron víctimas del presunto ataque de los madereros. © Survival

Las averiguaciones sugieren que los madereros estaban operando a 400 metros de distancia de un campamento de indígenas awás aislados, donde supuestamente se encontraron los restos calcinados de una niña.

La ONG brasileña CIMI, el Colegio de Fiscales de Brasil y la Sociedad de Derechos Humanos de Maranhão, que han llevado a cabo la investigación de forma conjunta, también han encontrado “muchos indicios de que los awás habían estado en el lugar del presunto incidente”.

El equipo descubrió los restos de cuatro fuegos, así como claras evidencias de que los awás habían estado buscando miel y las cintas que usan para trepar por los árboles. Sin embargo, según CIMI, “los tractores de los madereros pasaron por encima del campamento de los awás, destruyéndolo todo. Por los indicios sabemos que se trataba de un vehículo grande”.

Los awás aislados viven en la Amazonia brasileña, en un territorio indígena, pero la tala ilegal está acabando con gran parte de su selva. Los awás han sufrido una serie de brutales ataques a manos de los madereros, que han amenazado con asesinarlos. CIMI cree que unas cuatro familias vivían en el campamento, a seis kilómetros de miembros del pueblo indígena guajajara, quienes informaron sobre el hallazgo del cadáver.

Clovis Guajajara confesó a la delegación que estaba “muy alterado por la destrucción”, y que creía que los awás se asustaron y huyeron cuando vieron el claro abierto en la selva por los madereros. El Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil, FUNAI, está llevando a cabo su propia investigación, y dice que la muerte de la niña aún no ha sido confirmada.

Survival International está presionando al Gobierno de Brasil para que expulse a los muchísimos madereros ilegales que amenazan con erradicar a algunos de los últimos indígenas cazadores-recolectores nómadas del planeta.

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