Aquí os dejo el enlace al artículo, para aquellos que se manejen con el idioma de Shakespeare:
Link: Artículo New Statesman “Europe´s most dangerous leader”
El artículo es algo exagerado en mi opinión, sin embargo da una idea del daño que Angela Merkel, también conocida como Miss Austeridad o “Frau Nein” (la señora no), está inflingiendo a la Eurozona con sus políticas de recortes, en especial a aquellos países que han sufrido de forma más cruda las consecuencias de la crisis, como Grecia, España o Portugal.
Sin embargo, no sólo está debilitando con su forma de proceder la recuperación de estas naciones, si no también la suya propia. Y es que la fe ciega de Merkel en los recortes y la austeridad tiene una explicación, vamos a intentar resumirla lo más posible en este artículo.
Debemos para ello viajar atrás en el tiempo hasta un acontecimiento histórico ocurrido en 1989, importantísimo para Alemania en particular, y para el mundo entero en general. Hablamos de la caída del muro de Berlín.
Ya sabemos que Alemania, antes de 1989, se dividía en dos Repúblicas independientes, La RDA (República Democrática Alemana) y la RFA ( República Federal Alemana).
Cuando se produjo la unificación de los dos países, también se produjo la unificación de dos sistemas económicos completamente opuestos, el de la RFA, capitalista, competitivo y que gozaba de unas prestaciones sociales generosas, y el de la RDA, comunista, menos desarrollado y muy dependiente de la URSS.
El proceso de integración de ambas mitades no resultó nada sencillo, y como consecuencia de ello, durante la década de los 90 Alemania vivió sumida en un estancamiento económico bastante importante.
Sin embargo, en 1998 se produce la llegada al poder del socialdemócrata Gerhard Schröder, que, al verse incapaz de reconducir del todo la situación, y devolver al país germano a una senda de crecimiento vigoroso, presenta en 2003 un programa clave para entender la situación actual y la estrategia económica de Alemania con respecto a la Zona Euro. Hablamos de la llamada Agenda 2010, también llamada Reforma Hartz, en honor al creador del Plan.
Las líneas maestras de la Agenda 2010 son:
- Desregulación del mercado (liberalización económica).
- Dualización del mercado de trabajo a través del fomento espectacular del trabajo temporal y precario a través de los minijobs (450 euros mensuales a razón de 20 horas semanales de trabajo) y flexibilización del mercado laboral.
- Disminución del Impuesto de Sociedades que grava los beneficios de las grandes empresas.
- Recorte importante del Estado de Bienestar, a través la implementación de reformas en el sistema sanitario (Pasó de ser público y universal a un modelo en el que los que poseían cierta renta tenían que pagarlo, y los que no gozaban de ingresos suficientes, a pesar de que siguió siendo público, vieron reducidos sus servicios sanitarios) y reduciendo enormemente las prestaciones por desempleo (de dos años y medio a un año)
- Fomento de la inversión en el sector industrial tecnológico medio, tradicionalemente fuerte en Alemania.
Resumiéndolo en pocas líneas, diríamos que Alemania llevó a cabo una devaluación interna (reducción del coste de la mano de obra) con disminución del Gasto Público y la flexibilización del mercado de trabajo, que, junto con las inyecciones de capitales procedentes del BCE, supusieron un aumento de la competitividad, que a su vez llevó a un aumento enorme de las exportaciones (sobre todo dentro de la UE) que implicó un saldo muy positivo de la Balanza comercial (Exportaciones – Importaciones).
¿Las consecuencias de todo esto? Pues que se produjo una recuperación de las cifras macroeconómicas en Alemania (PIB, cifras de empleo, etc), todo ello a costa de que Alemania se convirtiera en el país de la OCDE en el que más aumentó la pobreza y la desigualdad salarial en el año 2005, además de un debilitamiento muy considerable de su demanda interna debido a la disminución del consumo consecuencia, a su vez, de la reducción del poder adquisitivo de una parte muy importante de la población. Y es que en el año 2013, uno de cada cuatro trabajadores del país trabajaba en un minijob, con las consecuencias que eso tiene para un parte muy grande del pueblo germano.
La recuperación alemana se produjo sobre todo apoyada en un sector industrial muy fuerte, no tanto por su inversión en I+D, si no por su tradicional ventaja competitiva en el sector de la maquinaria, construcción de vehículos o industria química, entre otros.
Además hubo un factor muy importante que favoreció el crecimiento desde 2003, y es el sistema de relaciones laborales germano, con una importante participación de los sindicatos en las empresas, que negociaron con éstas la implementación de lo que se dio en llamar Kurzarbeit, consistente en flexibilizar las horas de jornada laboral, recortando la jornada en épocas de menor empleo (evitando así los despidos) y favorecer, a través del Estado, la formación del trabajador durante las horas de trabajo perdidas en la reestructuración, remunerando a los trabajadores durante el tiempo dedicado a dicha formación (60% del salario de las horas no trabajadas).
A continuación cuelgo un link de un artículo que explica muy bien este tema:
Link: Artículo La Vanguardia “Mito y realidad de la agenda 2010″
Esto creó el caldo de cultivo perfecto para que, en el año 2005, la señora Merkel sentara su austero culo en el trono germano.
¿Y qué hizo? pues ya os lo podéis imaginar, seguir con la misma estrategia marcada en la Agenda 2010, la diferencia es que consiguió extenderla a toda Europa como consecuencia de la crisis financiera que dio comienzo en el año 2007 en Estados Unidos.
Pero de la crisis, la UE y el papel que Alemania está desempeñando en Europa hablaremos en un siguiente artículo.
Un saludo.
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