El año 2006 fue el “más sangriento” de la historia del periodismo, según la FIP
El año 2006 fue el más ‘sangriento’ que ha vivido el periodismo en su historia, con el asesinato de 155 reporteros en todo el mundo, 37 de ellos en América Latina, según informó la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Estas cifras han sido dolorosamente incrementadas por el último asesinato del periodista Hrant Dink, de origen armenio y director del semanario armenio Agos.
La FIP, que representa a más de medio millón de periodistas en alrededor de 100 países, dijo en su informe anual que Irak seguía siendo el lugar más peligroso para trabajar, con 68 trabajadores de prensa asesinados, lo que elevó a 170 el total desde que comenzó la guerra en marzo del 2003.
Sólo en Irak fueron asesinados el pasado año 69 periodistas, lo que explica la cifra récord de reporteros fallecidos, revela el informe anual de la FIP.
El documento destaca además que 22 profesionales, perdieron la vida en 2006 en accidentes ocurridos durante el ejercicio de su profesión, diez de ellos en Latinoamérica, donde los peores países para desarrollar la profesión fueron México, Colombia y Venezuela.
Oriente Medio encabezó el pasado año la lista de regiones donde más periodistas perdieron la vida, con 73 reporteros asesinados; en Europa murieron 6 periodistas, entre ellos la rusa Anna Politkovskaya.
En el informe, la Federación de Periodistas culpa a “la mayoría”’ de empresas de comunicación de no adoptar las medidas necesarias para reducir los riesgos ligados a la profesión. Esa responsabilidad es especialmente importante en América Latina “donde fallecen todos los años muchos profesionales de los medios de comunicación”, según apunta el informe, que exige a los propietarios de esos medios: “acción, en lugar de indiferencia”.
“Los medios de comunicación se han vuelto más poderosos y el periodismo se ha vuelto más peligroso”, dijo en una declaración Aidan White, secretario general de la federación.
Distintos números pero la misma denuncia hace Reporteros sin Fronteras, quienes mantienen en su reporte anual que el 2006 fue el peor año para periodistas desde 1994, con 81 periodistas y 32 asistentes de prensa asesinados. En 1994, el año del genocidio en Ruanda, contó 103 reporteros asesinados. Coincide está ONG en que por cuarto año consecutivo, Irak fue el país más peligroso para los profesionales de prensa, con 64 periodistas y asistentes de prensa asesinados, comparado con los 29 del 2005.
Las diferencias de cifras están motivadas porque la Federación Internacional de Periodistas cuenta entre los fallecidos a todas las personas que estaban empleadas por medios de prensa y que murieron en ejercicio de sus funciones – ya fuesen periodistas, fotógrafos, intérpretes o chóferes.
Hay un dato coincidente de ambas organizaciones a tener muy en cuenta, solo Irak tiene peores estadísticas que México, que con nueve periodistas muertos – investigaban sobre los narcotraficantes o cubrían algunos movimientos sociales violentos -, reemplazó a Colombia como segundo lugar más peligroso.
Además de las muertes, agresiones y censura, Reporteros sin Fronteras describe como una “preocupación suplementaria, los secuestros de periodistas”, con Irak y los territorios palestinos como principales focos de estás prácticas.
Sigue el despropósito
Para confirmar los informes de ambas organizaciones, llega la terrible noticia de la muerte del periodista de origen armenio y director del semanario armenio Agos, Hrant Dink, que fue asesinado a tiros en el barrio de Osmanbey.
Los artículos del periodista a favor de una mayor democratización de Turquía y sobre el genocidio armenio le granjearon el odio de los grupos más nacionalistas del país. El abogado del periodista, Erdal Dogan, ha asegurado que Dink recibía constantes amenazas de muerte desde hace dos años y medio -incluyendo las de el mafioso Veli Küçük -. El gobernador de Estambul, Muammer Güler, ha reconocido que el periodista turco-armenio había comunicado estos hechos a la Delegación del Gobierno, aunque ha negado que hubiese solicitado protección policial.
En octubre de 2005, Dink fue juzgado por un tribunal de Estambul que lo encontró culpable de “insultar a la identidad turca” y lo condenó a seis meses de prisión, aunque la sentencia fue suspendida a menos que repitiese el presunto delito.
Tras el asesinato, numerosos simpatizantes de Dink se concentraron en el lugar del crimen y unos 8.000 manifestantes convocados por los periodistas se manifestaron por las calles de Estambul gritando “Todos somos Hrant, todos somos armenios” y “Viva la hermandad de los pueblos”. La prensa turca condenó rotundamente el asesinato de Dink y lo consideró una “traición” a Turquía.
Al arresto en la estación de autobuses de la localidad costera de Samsun, en el mar Negro, de Ogün Samast, presunto asesino del periodista, deben añadirse las de Erhan T y Yasin Hayal supuestos instigadores del crimen que cometió el joven Ogün, según propia confesión. Las informaciones de varios rotativos turcos apuntan que Samast, Hayal y Erhan eran amigos y practicaban tiro juntos en los bosques cercanos a Trabzon. Sin embargo, la policía cree que Yasin Hayal, originario de Trabzon, es el autor material del atentado.
Sea quien fuese, será una noticia que no podrá cubrir Dink; su funeral tuvo lugar el día 23, en la iglesia de Meryemana de Estambul. Su cuerpo reposa en el Cementerio Armenio de Balikli, en el barrio de Kumkapi, abatido por la intolerancia.
La aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución condenando todos los ataques contra periodistas en conflictos armados y llamando a las partes combatientes a respetar la independencia profesional de los trabajadores de prensa, da una esperanza a los profesionales de la información. Esperanza y condolencias por los profesionales asesinados a las que quiere unirse Otro Mundo es Posible.
Inauguran el primer festival de cine social y de derechos humanos en Chile
Con la exhibición del documental ‘The War Tapes’, sobre la guerra en Irak, dio comienzo en el puerto de Valparaíso el primer festival de Cine Social y de Derechos Humanos que se celebró en Chile.
El certamen fue organizado por la Red Latinoamericana de Derechos Humanos con la finalidad de ser un canal de expresión de las diferentes temáticas sociales y humanas de interés para los realizadores, en la búsqueda de historias y testimonios.
La cinta con que se inauguró el festival, presentada por primera vez en Latinoamérica, relata las experiencias de tres soldados estadounidenses en Irak y constituye, según los organizadores, “uno de los registros más reveladores de ese conflicto”.
La muestra abordó distintas temáticas como ecología, pobreza, discriminación sexual y derechos humanos, además de retrospectivas de autores internacionales
El director del festival, Nelson Cabrera, comentando el documental inaugural, dijo: “es cine de verdad, porque los actores y camarógrafos son soldados que están en la guerra, lo que le convierte en un registro cinematográfico tan valioso como inusual”.
Referente a las expectativas y continuidad del festival, Cabrera recalcó que con esta muestra “queremos levantar la propuesta de que este cine con contenido puede permanecer en el tiempo; ese es nuestro objetivo principal”.
Otra de las cintas destacadas en esta muestra es “Funeral de Pablo Neruda”, relato sobre las exequias del poeta Premio Nobel de Literatura, cinta rodada pocos días después del golpe militar en Chile en 1973.
Fin de un secuestro
El reportero peruano Jaime Rázuri fue puesto en libertad tras un secuestro que duró seis días, uno de los más largos vividos por un extranjero en los territorios palestinos.
A las terribles estadísticas, de asesinatos, raptos y accidentes que sufren los profesionales de la información, se contraponen – por fortuna – algunas gozosas.
Una de ellas ha sido la liberación del reportero peruano, quien, en unas breves declaraciones a la prensa tras su liberación, dijo que, aunque el lugar donde estuvo cautivo “no era un cinco estrellas”, los secuestradores le dieron un buen trato y “buena comida”.
La policía palestina no quiso informar de quienes eran los secuestradores de Razurí, pero un colaborador del presidente palestino Mahmud Abás, Tayed Abdel Rahim, comentó a los periodistas que “miembros del clan familiar de los Durmush habían ayudado a conseguir la liberación del periodista”.
La oficina política de Hamás había contactado con Mumtaz Durmush, líder del clan y del llamado Ejército del Islám, para pedir la liberación de Rázuri que trabaja para la agencia francesa Agence France Presse. Durmush contestó entonces, según fuentes israelíes, que sólo se pondría en libertad al fotógrafo si Hamás le entregaba a 18 militantes suyos responsables de la muerte de dos milicianos del Ejército del Islám.
El Ejército del Islám, grupo escindido de los Comités de Resistencia Popular, se dio a conocer en junio pasado al convertirse en una de las milicias que participaron en la captura del soldado israelí Guilad Shalit, aún cautivo.
El viceministro peruano de Relaciones Exteriores, Gonzalo Gutiérrez, viajó a Gaza para mediar en la liberación del secuestrado. En las gestiones, según fuentes diplomáticas, intervino el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que tiene buenos contactos en la ANP.
Tras ser liberado, el periodista peruano fue llevado primero a la sede del presidente de la ANP, Mahmud Abás, quien lo recibió, y después marchó rumbo al paso fronterizo de Erez entre Gaza e Israel.
El secuestro del peruano, que según sus compañeros tiene problemas de corazón, ha sido particularmente largo ya que, salvo en el caso de los dos reporteros de la cadena de televisión estadounidense Fox que duró trece días, los extranjeros capturados en Gaza sólo permanecieron horas en manos de sus raptores.
Los hijos de Don Quijote
La asociación Hijos de Don Quijote, creada a finales del pasado mes de octubre, para obligar al Gobierno francés a atender sus demandas en defensa de los sin techo, “exportó” sus actividades a Barcelona
Hijos de Don Quijote consiguió arrancan del Gobierno francés un plan para alojar a los “sin techo”.La asociación desmanteló todos sus campamentos en París y otras ciudades de Francia después de que el Gobierno francés decidiera aprobar un plan extraordinario para habilitar 27.100 plazas donde alojar a personas sin techo.
Los campamentos de tiendas de campaña levantados en los muelles del canal Saint- Martin de París, imitados en una decena de ciudades francesas, ha dado la vuelta al mundo. La acción, preparada con gran intención mediática, consiguió generar una enorme solidaridad en todo el país y abrir un debate nacional sobre el problema de la vivienda al que no han podido escapar los partidos ni el Gobierno.
El pasado mes de enero los quijotes decidieron trasladar su idea a Barcelona. El campamento que se iba a instalar en Barcelona era similar al que en diciembre ocupó un tramo de las dos riberas del canal Saint-Martin, en París.
El alcalde barcelonés había manifestado que la estrategia política para afrontar estos fenómenos “no es la misma” que en la ciudad francesa ya que en Barcelona “se han inaugurado muchos centros para los sin techo para garantizar una red de inserción social”. La Guardia Urbana de Barcelona se preparó para la llegada de los quijotes.
El sábado 13 de enero, desde media mañana se habían instalado en las inmediaciones de Sant Jaume un total de 11 furgonetas antidisturbios y varios agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra custodiaban todos los accesos a la plaza, registrando bolsas y mochilas de transeúntes que querían acceder al lugar.
Los miembros del colectivo empezaron a acercarse a la plaza hacia las 12.15 horas al grito de “Qué pasa, qué pasa? Que no tenemos casa”. A su llegada al acceso de la calle Jaume I, una fila de 21 agentes de la Guardia Urbana esperaban cerrándoles el paso, alegando que las ordenanzas municipales prohíben acampar en espacios públicos.
Posteriormente los quijotes estuvieron recogiendo firmas y llevando a cabo charlas y debates en torno al problema de la vivienda, alrededor de una mesa con varias sillas instaladas en el centro de la plaza de Sant Jaume. A las 17.00 horas, como habían decidido previamente, pusieron fin al acto simbólico de protesta sin que se registrara ningún incidente.
Probablemente, Jordi Hereu, alcalde de Barcelona tenía razón. No fue lo mismo que en París.
Medicina solidaria
Varias ONG lanzan programas de cooperación para ayudar a niños del tercer mundo.
Marcial tiene seis años y es de Guinea Bissau. Cuando sólo tenía cuatro empezó a notar un pequeño bulto en su mejilla, que no ha dejado de crecer. Médicos del Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA) de Barcelona se lo extirparon, gracias al programa de cooperación con la ONG AMIC
El CIMA de Barcelona había ofrecido gratuitamente sus instalaciones para llevar a cabo la operación. Aunque el tumor era benigno, podía poner en peligro la vida del pequeño. Según explicó el cirujano que le intervino, Iván Mañero, “un simple golpe en la cara podría haberle provocarle una hemorragia muy grave.
No es el único caso; en San Sebastián, Augustine, una niña de siete años procedente de Benin y que necesita una operación que corrija una anomalía en sus articulaciones, será operada en un hospital del País Vasco y, durante su estancia en España vivirá con una familia de Lasarte.
Otra niña marroquí regresará esta semana a su casa después de haber sido operada de una cardiopatía en el Hospital de Cruces de Bilbao. Llegó a España hace 15 meses y, tras pasar un duro postoperatorio, vuelve recuperada junto a su familia.
Estas dos niñas forman parte del programa Viaje Hacia la Vida que lleva a cabo la Fundación Tierra de Hombres con la colaboración del Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, la Comisión 0,7 % del Hospital de Txagorritxu y Diputación de Álava.
Ataques a grupos nómadas
Oxfam Internacional, ha recibido informaciones de las organizaciones con las que trabaja en Somalia que denuncian que los recientes ataques aéreos han alcanzado a grupos nómadas.
Las interminables guerras civiles de Somalia siguen causado terribles calamidades. Según las informaciones de organizaciones del distrito de Afmadow, las bombas alcanzaron fuentes vitales de agua, grupos de nómadas y sus animales, que se habían congregado por la noche alrededor de grandes hogueras.
Oxfam Internacional asegura que los bombardeos han provocado al menos 70 muertos en el distrito. “Estas informaciones tienen que tomarse muy en serio. Bajo el derecho internacional, existe la obligación de distinguir entre objetivos militares y civiles. Mostramos nuestra profunda preocupación porque este principio no esté siendo observado, y gente inocente en Somalia esté pagando el precio. Estas comunidades están luchando por sobrevivir después de una sequía muy severa el año pasado a la que han seguido inundaciones generalizadas”, denuncia Irene Milleiro, responsable de acción humanitaria de Intermón Oxfam.