Partiendo del puerto alemán de Bremerhaven, el buque recorrerá todo el Océano Atlántico hasta llegar a las costas venezolanas. La peculiaridad de este carguero será desplegada en alta mar: una enorme cometa-vela de más de 160 metros cuadrados, que se elevará hasta alcanzar una altura superior a los trescientos metros de altitud. En condiciones normales, a una altura de veinte o cincuenta metros por encima de los barcos, los vientos sufren muchas turbulencias debido a la propia energía térmica del mar y de las olas, sin embargo, a la altura que pretende alcanzar la cometa-vela los vientos son más regulares y predecibles.
La empresa Skysales, que da su nombre al buque, ha afirmado que la cometa-vela anexa al navío puede llegar a generar 6.000 caballos de potencia, permitiendo ahorrar hasta un 35% del combustible utilizado hasta la fecha para realizar la misma travesía. Los beneficios económicos y medioambientales son más que evidentes.
Esperamos que la aventura llegue a buen puerto y que pronto más barcos cuenten con este tipo de propulsiones que les ayudarán evolucionar con la tecnología y a saber disponer de los recursos naturales que el mar les ofrece a modo de energías limpias y renovables.
20-20-20 para el 2020
Auspiciada por el Protocolo de Kyoto fue creada la Comisión Europea contra el Cambio Climático de la que surgió un plan a cumplir en la próxima década: un 20% del total de la energía producida en suelo europeo debe proceder de energías renovables y las emisiones de CO2 a la atmósfera deberá reducirse en un 20%.
Según estos objetivos España deberá doblar la producción de energías renovables (que ahora apenas supera en 8% del total) y reducir sus emisiones de dióxido de carbono por lo menos un 10% (si tomamos como medidas de referencia las de 2005), si desea adecuarse a estas cifras.
Este plan no está exento de polémica, pues algunos gobiernos prefieren no ser obligados por decreto a realizar inversiones millonarias para alcanzar estos objetivos, mientras que los ecologistas tachan las medidas de “poco ambiciosas”
El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha instado a los veintisiete países miembros a “hablar más de ganancias que de costes. Estas propuestas van a crear puestos de trabajo y no destruirlos; van a dar a nuestras compañías la ventaja de los primeros en llegar”, dijo en rueda de prensa.
{salto de pagina}
150.000 tm de biodiésel importado de EE.UU. copan un 50% del mercado español
A pesar de que en España existen 22 plantas nacionales que producen biodiésel, las importaciones de este material procedentes de Norteamérica se han visto exponencialmente aumentadas de la práctica inexistencia a más de 150.000 toneladas en un año. Cifra que supone un 50% del mercado total. Las principales petroleras españolas, con un 80% del total, son las grandes importadoras de este material extranjero que ha supuesto el colapso de esta industria en el país.
Muchas de estas industrias, según la patronal, se encuentran en situación de parada o de reducción del nivel de producción al mínimo. Este hecho podría suponer la pérdida de millones de euros ya invertidos y la pérdida de cientos de puestos de trabajos directos e indirectos.
En la actualidad las empresas importadoras de biocarburantes con subvención en origen se benefician del vigente “tipo cero en el Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH)” (en la actualidad únicamente los importados desde Estados Unidos, pero en breve Argentina estudia otorgar ayudas a la exportación de biocarburantes).
Para poder entender mejor estos datos, las cifras hablan por si solas: el biocarburante procedente de Estados Unidos alcanza un precio inferior a 0,66 €/litro (750 € por tonelada), frente al coste de producción en la fábricas nacionales que es superior a 0,75 €/litro (850 € por tonelada). Si esta importación no fuese subvencionada, el precio se equipararía.
Los productores de biodiésel reclaman una regulación del mercado para evitar estas importaciones masivas.