Nacido en Zaragoza en 1702, Alcubierre Ingresó en el ejército como voluntario del cuerpo de ingenieros militares y tras estudiar en Zaragoza y tener destinos en Cataluña y Madrid, en 1733 pedirá la admisión definitiva en el cuerpo de ingenieros, siendo nombrado capitán cinco años después.
Herculano
En 1736 se encontraba en Nápoles y en 1738 trabajaba en el diseño de la planta de los alrededores del palacio de Portici. En ese año Alcubierre piió permiso para que se le dejase investigar con dos o tres trabajadores en el pozo Nocerino, donde se habían descubierto algunas esculturas, y al poco tiempo encontró vasijas y otros restos que indicaron que habían hallado los restos de la ciudad romana de Herculano. La excavación duraría 20 años más encontrándose ochocientas pinturas, trescientas cincuenta estatuas, un número indeterminado de cabezas y bustos, mil vasos, cuarenta candelabros y más de ochocientos manuscritos antiguos, entre ellos una obra desconocida de Lucrecio.
Pompeya
Animado por el éxito, Alcubierre inició nuevas exploraciones – esta vez con 12 obreros – en 1748 en el paraje denominado Cività, en las inmediaciones del río Sarno, descubriendo la mítica Pompeya, si bien tal hecho no se pudo confirmar hasta que en 1763 encontraron un un cipo funerario de piedra que descartaba que estuviesen en Estabia. El hallazgo fue una gran noticia en toda Europa.
Alccubierre llevaría a cabo excavaciones también en Sorrento, Pozzuoli, Cumas, Capri y Estabia. Moriría en Nápoles, territorio que a pesar de las críticas de algunos especialistas posteriores a sus métodos de excavación, está en deuda con este español que rescató miles de objetos de la zona sin aspirar a recompensa alguna y donde se conservan los resultados de sus excavaciones.
No Comment