Resulta muy difícil predecir cómo será la Unión Europea en el futuro, pero lo que es seguro es que va a ser muy diferente. (1)
La Fundación Friedrich Ebert, contempla cuatro tipos de escenarios para los próximos diez años:
1.Unión Europea a la japonesa.
Es la etapa en la que estamos actualmente. En la que continuarán los rescates de los países con déficit. La Unión económica no se completará. Europa perderá peso en los mercados mundiales y quedará muy lejos de potencias como Estados Unidos, China y los nuevos países emergentes asiáticos (Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Hong-Kong, Thailandia, Filipinas…). Europa entrará en una espiral a la japonesa, estancamiento, deflación y una gran deuda que no se pagará hasta pasados muchos años.
El mapa del PIB europeo sigue ampliando las zonas rojas. Más de la mitad de los Veintiocho presenta caídas de actividad. Norte y Sur,centro y periferia, socios pretendidamente virtuosos —Finlandia y Holanda— y supuestos pecadores como España e Italia están en un territorio negativo del que solo escapan media docena de países relativamente pequeños: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía y Eslovaquia. Frente a los difusos brotes verdes (el BCE habla de un “contagio positivo” que no termina de aparecer fuera de los mercados financieros), dos de los tres países rescatados están sumidos en lo que ya puede llamarse con todas las de la ley una depresión profunda: Portugal se contrae a un ritmo cercano al 2% trimestral, y Grecia registra una caída anual del 6%. Palabras mayores. (2)
La política comercial común es, sin duda, una de las más relevantes de la Unión, no sólo en el exterior sino internamente, debido a las ingentes masas y flujos económicos que dependen de ella; no es irrelevante a este respecto el hecho de que la Unión Europea sea la primera potencia comercial (exportadora e importadora) del mundo, con un 17% de cuota del mercado global, y a considerable distancia del resto de países en el montante económico de las transacciones, con excepción de Estados Unidos (16% de cuota global), que es además su principal socio comercial.
El comercio de bienes de la UE con el resto del mundo alcanzó la suma de 3.267.467 millones de euros en 2011. El espectacular aumento del comercio, así como su propia naturaleza, pueden ser un punto de fricción entre la UE y China. Aunque en una economía globalizada un déficit bilateral no significa mucho en sí mismo, los europeos se quejan y seguirán quejándose de su creciente déficit comercial con China. Mientras que Europa disfrutó de un superávit comercial con China a comienzos de la década de los ochenta, las relaciones comerciales entre ellos se caracterizan ahora por tener un considerable y creciente déficit europeo, que rondó en 2003 los 55.000 millones de euros, y que es el mayor déficit comercial bilateral de la UE. (3)
Las importaciones a la UE también aumentaron entre 2010 y 2011. China fue el principal proveedor de bienes de la UE en 2011(17% del total). Las importaciones procedentes de Rusia aumentaron considerablemente, lo que hizo que Rusia adelantara a los Estados Unidos convirtiéndose así en el segundo proveedor de bienes de la UE en 2011 como podemos constatar en los datos estadísticos proporcionados por Eurostat y trasladados a este gráfico sectorial diseñado por el Pr. Óscar García Torga.
En comparación con el año anterior y con 2006, el tradicional déficit comercial de la UE se redujo en 2011 como consecuencia de la ralentización de la economía y de la débil demanda interna. La UE sigue sien do muy dependiente de las materias primas y combustibles, un serio problema en caso de conflicto o crisis profunda.
Entre 2010 y 2011, aumentaron las exportaciones de bienes de la UE, aunque no llegaron a alcanzar los niveles previos a la crisis. Los Estados Unidos siguieron siendo, con gran diferencia, el destino más importante de los bienes exportados por la UE en 2011 seguidos de Suiza, China y Rusia. (4)
La deuda media de la Unión Europea según su PIB es del 85,1% y todavía es menor si lo comparamos con la Media de la Zona Euro que es del 91,6%.
Los países con más deuda de toda Europa son Grecia e Italia, el primero con un porcentaje del 152,6% y el segundo con un porcentaje del 127,3% ambos superiores al 100% mientras que el país menos endeudado es Estonia, con un escaso 9,6 %. (5)
2.Ruptura de la Unión.
Ante la situación anterior, algunos países abandonarán la Unión Europea porque no podrán soportar la política de austeridad impuesta por Alemania, volverán a sus antiguas monedas y la desigualdad norte-sur, así como la hostilidad crecerán.
Gran Bretaña es un país que siempre puso en tela de juicio su participación como miembro de la Unión Europea. Con los recortes que están aplicando los conservadores, los laboristas llevan una ventaja enorme en las encuestas y encima un partido minoritario está amenazando llevarse los votos euroescépticos, en lo que sería un claro voto de castigo.
En Gran Bretaña también sopla un viento antieuropeo, con algunos tintes reaccionarios. El Partido para la Independencia del Reino Unido (Ukip, por sus siglas en inglés) fue funda do en 1993 por el profesor de Historia Internacional de la London School of Economics, Alan Sked y otros miembros de la Liga Antifederalista y del ala euroescéptica del Partido Conservador, contrarios al Tratado de Maastricht y a la adopción del euro.
Así que Cameron se ha liado la bandera a la cabeza y ha utilizando el siempre útil recurso del nacionalismo, que en Inglaterra siempre es “no necesitamos a Europa para nada más que para comprar vino y queso”. El gobierno de David Cameron prepara el borrador de una ley que abre el camino a un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la UE y que se realizaría en 2017. (6)
Llegarán al poder partidos antieuropeistas y extremistas, mientras que la desconfianza en la unidad continental se esparce en sectores cada vez más amplios de Gran Bretaña y Alemania, en el sur la izquierda de Syriza crece en Grecia y la “antipolítica” del M5E se hace fuerte en Italia. Crecerá la pobreza ya que los salarios seguirán descendiendo. Los responsables políticos se han centrado en abordar la pobreza y la exclusión social animando a la población a empezar o volver a trabajar. No obstante, el grupo de “trabajadores con salarios bajos” o “trabajadores pobres” ha entrado en el debate político. De hecho, la gran disparidad entre los ingresos en la UE ha llevado a alrededor de un 12,1 % de empleados a situaciones de riesgo de pobreza y exclusión social que dificultan considerablemente su posibilidad de mantener una calidad de vida mínima. (7)
Aún subsisten muchas deficiencias y debilidades sociales en el seno de la Unión Europea como el paro, la pobreza y, en general, los procesos de exclusión social, que pueden generar una tendencia a la xenofobia y el racismo, incluso en zonas antaño originarias de inmigración. Estas cuestiones que no están, ni mucho menos, resultas pueden generar fuertes tensiones entre muchos países de la UE en los próximos años. (8)
La Unión Europea quedará rota para siempre, hecho que podría producirse de manera pacífica o violenta. Un acontecimiento que va a tener gran relevancia para este posible futuro será la permanencia o no del Reino Unido en la Unión Europea y el referéndum de Escocia en 2014, que podría provocar un efecto dominó en regiones como País Vasco y Cataluña en España. El encaje constitucional de un referéndum a celebrar en Cataluña en el que se planteara a los electores la opción de respaldar la independencia de la actual comunidad autónoma resulta en la actualidad imposible, por diversas razones formales y materiales, que han quedado recogidas en dos importantes sentencias del Tribunal Constitucional. (9)
3.Unión Europea para los fuertes.
Las economías más fuertes avanzarán hacia la unión económica y fiscal, formarán una Unión Europea más pequeña y estable, donde los países periféricos se quedarían fuera, y con quién se mantendrían algunos tratados para facilitar el comercio.
Los defensores de la Europa de dos velocidades (básicamente los alemanes) plantean la creación de dos euros. Un euro fuerte que integraría a los países con mayor nivel de productividad: Alemania, Francia, Austria, Holanda, Bélgica y Luxemburgo y otra débil, integrado por el resto de países, España incluida. Su argumento para defender esta idea radica en que los países débiles nunca podrán salir de la crisis al tener niveles de productividad mucho más bajos que los países fuertes. Dado que los débiles están anclados al euro, y que ello les imposibilita devaluar su moneda, argumentan la necesidad de establecer una nueva moneda más débil para así recuperar la competitividad perdida y salir de la crisis. (10)
Ya en junio de 2012 la canciller alemana, Angela Merkel, abogaba a favor de una mayor integración en la Unión Europea para estabilizar el euro y superar las actuales turbulencias, al tiempo que reconoció que, para llegar a ese objetivo, puede ser necesaria una Europa a dos velocidades, en la que un grupo de países estará más fuertemente cohesionado que los demás. (11)
Para los próximos años, el escenario más posible será la Europa de dos velocidades. Algunos países saldrán de ella (los países periféricos) y los que saneen sus cuentas podrán entrar en la nueva Europa de los Seis (Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Austria). Esa nueva Europa estará liderada por Francia y Alemania, y caminará hacia una unión fiscal y económica.
Las preocupaciones sobre el impacto de la desigualdad de ingresos ya están constriñendo la política fiscal y monetaria en países desarrollados y en desarrollo por igual, a la vez que intentan abandonar las políticas de híperestimulación adoptadas durante la crisis financiera.
Los habitantes de Luxemburgo serían los más afortunados en este sentido, ya que cuentan con el salario mínimo más alto de Europa (1.758 euros mensuales). Les siguen de cerca los irlandeses, con 1.462 euros y los holandeses (1.424 euros/mes).
En España nos encontramos aproximadamente en la mitad de la tabla. No somos los que menos salario mínimo tenemos ni los que más, y estamos en prácticamente el mismo nivel que países como Grecia (863) o Eslovenia (748), pero muy lejos de Inglaterra (1.139), Bélgica (1.415) o Francia (1.365). Sin embargo, según los últimos datos fiables de los que disponemos, la diferencia salarial entre España y los países más desarrollados en vez de acortarse se sigue distanciando. El sueldo de los españoles se encuentra un 16,6 % por debajo del salario medio europeo. (12)
Las cifras, correspondientes a enero de 2011, han sido publicadas por la oficina estadística comunitaria (Eurostat). Todas las cifras son en bruto, por lo que el montante final que reciba finalmente el ciudadano tendrá mucho que ver con los impuestos de cada país.
A pesar de ello, las diferencias son menores cuando se tiene en cuenta también el poder adquisitivo de cada país. En este caso pasamos de una horquilla de 123 EUR – 1.758 EUR (sin tener en cuenta el poder adquisitivo) a otra de 233 a 1.452. España sigue en el grupo central, aunque los resultados para nuestro país apenas varían: nuestro salario mínimo corresponde a 766 euros si tenemos en cuenta el poder adquisitivo de los españoles frente al del resto de Europa, apenas 15 euros por encima de los 748 euros reales. (13)
La crisis más o menos profunda que padecen los países miembros de la UE junto con los bajos salarios que perciben los trabajadores en los países periféricos de la UE hace que el riesgo de pobreza sea mayor en los países del sur del continente europeo respecto a los países del norte cuya crisis económica es menor y los salarios muy superiores.
España cuenta con una tasa de población en riesgo de pobreza del 19,5%, por encima de la media de la UE-28, que se sitúa en el 16,3%. Desde el IEE indicaron que como población en riesgo de pobreza se define a aquellas personas que, incluyendo las transferencias sociales, se sitúan por debajo del umbral de pobreza.
Entre los países de la UE hay grandes diferencias, ya que las tasas de población en riesgo de pobreza varían entre casi un 26% y tan sólo un 8,6%. La mayor proporción de población en riesgo de pobreza corresponde a Letonia, con un 25,7%, figurando a escasa distancia Rumanía (22,4%) y Bulgaria (21,8%).
Lituania supera levemente el 20%, mientras que Estonia y Grecia comparten un 19,7%. España figura en el séptimo lugar de la UE-28 con una tasa de población en riesgo de pobreza del 19,5%, si bien alcanza un 25,2% en la población mayor de 65 años. Mientras, Italia (18,4%), Portugal, el Reino Unido y Polonia (los tres con cifras por encima del 17%) también superan la media europea.
La mayoría de países de la UE (16 en total) logran situar el porcentaje de población en riesgo de pobreza por debajo del promedio. Alemania, Malta, Irlanda y Luxemburgo cuentan con cifras en torno al 15%, mientras que Suecia, Dinamarca y Francia ya bajan al entorno del 13%. Austria (12%), Eslovenia (11,3%), Países Bajos (11,1%), Eslovaquia (11%) y sobre todo la República Checa, con tan sólo un 8,6%, figuran entre los países con menor riesgo de pobreza entre su población.
La desigualdad es inquietante ya que conduce a un menor crecimiento económico y a una clara disección social entre un grupo de ciudadanos europeos que cada vez son más ricos (en España este grupo aumentó un 13%) y otro grupo social que cada vez tiende a ser más numeroso con escasos recursos económicos situados en el umbral de la pobreza. (14)
4.La desconfianza de los ciudadanos en la Unión Europea.
La nefasta gestión de la crisis está haciendo que los ciudadanos estén perdiendo la fe en las instituciones europeas. ¡Cómo va a tener fe en Europa una generación de jóvenes condenada a un 55% de paro, como sucede en España!.
España tradicionalmente ha sido un país europeísta. De ahí que los niveles de apoyo a la Unión Europea en sus distintas fases siempre hayan sido muy altos. Este europeísmo ha sido una de nuestras señas de identidad hasta la implosión de la crisis económica. Así, en los últimos años, hemos pasado de ser de los países más fervorosamente europeístas a tener una opinión más tibia, cuando no negativa, de la Unión Europea.
En cierto sentido, que el euroescepticismo esté en auge en casi todos los países de la UE, no debería sorprendernos. Una de las regularidades empíricas más estables encontradas por los estudiosos de la opinión pública europea es que el apoyo al proceso de integración está muy correlacionado con el ciclo económico: los europeos apoyamos la integración en los años de bonanza económica y nos hacemos euroescépticos en las épocas de crisis económica. Si observamos la evolución de la desconfianza hacia la Unión Europea por países, observando simplemente el histograma, se aprecia que son los países que están atravesando mayores dificultades económicas aquellos donde el ascenso del euroescepticismo es más acusado llegando a más que duplicar su número porcentual en tan solo diez años (caso de Grecia, España, Portugal o Italia) pero también cunde el desánimo en los países más ricos dentro de la UE, (caso de Francia e incluso Alemania) como podemos ver en este histograma que refleja, en porcentajes, el aumento de países descontentos de 2001 respecto al 2011. (15)
Un país tradicionalmente euroescéptico es Gran Bretaña. La encuesta sobre el futuro de Inglaterra dentro de la UE, realizada en 2012, demostró que en un referéndum sobre la adhesión del Reino Unido, el 67% de los votantes ingleses votaría a favor de salirse de UE, frente a un 33% que votaría en contra. (16)
La salida de Gran Bretaña de la UE, por supuesto, sería el fin de Europa tal y como se ha ido construyendo desde hace más de medio siglo por que, si algo ha caracterizado a ese proceso, ha sido la fuerza centrífuga, un impulso hacia el exterior cristalizado en las sucesivas ampliaciones, en sumar y nunca restar. Además, Gran Bretaña tiene previsto un referéndum para el año 2017 para que sus ciudadanos voten a favor o en contra de su permanencia dentro de la UE. (17)
Los euroescépticos son, en su mayor parte, los países que no se adhirieron al euro y conservaron sus monedas nacionales (Gran Bretaña, Dina marca, Suecia, Hungría y Polonia, la República Checa, Letonia y Lituania). Muchos de ellos esperan ingresar, pero se sienten excluidos.
Otro motivo de amargura es la influencia desproporcionada que alcanzó el tándem Merkozy. Esa especie de supragobierno europeo formado por la canciller alemana y el presidente francés Nicolás Sarkozy irrita por su exceso de autoritarismo como por su lentitud y sus hesitaciones. (18)
Una investigación más reciente, la del Pew Research Center, pone de manifiesto que entre 2012 y 2013, el apoyo al proyecto europeo pasó en promedio del 60% de opiniones favorables a solamente 45%,una disminución de 15 puntos. Esta visión positiva hacia el bloque ha caído en la mayoría de los países, siendo Francia el que registra el mayor retroceso en un año: 19 puntos porcentuales, llegando al 41%. (19)
En algunos de los países más golpeados por la crisis económica, la des confianza alcanza porcentajes mucho más elevados, como el 81% de Grecia o el 72% de España. Pero también es elevado en Gran Bretaña, con el 67% o en Francia, 59%.
El creciente euroescepticismo de los europeos se aprecia tanto en países situados al norte de Europa como en el sur del continente europeo. (20)
No obstante, es esencial no confundir el euroescepticismo con la crítica legítima y necesaria de muchos desafíos y problemas de la Unión Europea, como el concerniente al fracaso económico de algunos estados dentro de la eurozona y la necesidad de reformas urgentes para evitar el déficit democrático, y la extensión de Unión Europea (con la incorporación de Turquía), medidas eficaces en áreas específicas como en la política agrícola y ganadera (PAC) y luchar contra el escepticismo con una mayor solidaridad de los países económicamente más ricos (alemanes y franceses) hacia los países más pobres del sur de Europa (Grecia, Portugal, Chipre y España) países en crisis debido, en parte, a la política económica errónea y egoísta de Alemania que incluso es la causante de los problemas que padecen los países de la costa mediterránea. (21)
Parece ser que Alemania no es partidaria de ejercer su gran influencia para apoyar a los países que están en crisis y de esta manera buscar soluciones equilibradas y solidarias entre todos los países que forman parte de la UE sino, por el contrario, como he señalado anteriormente, pretende asociarse a un reducido grupo de países ricos para formar la Europa de los Seis y dividir la UE en dos. La UE de los ricos y la UE de los pobres.
Esta crisis ha golpeado tan fuerte a Europa, que un final feliz, es muy poco probable. Está claro que la Unión Europea va a ser diferente y dependerá de si los políticos quieren más Europa o menos Europa. La expansión y la crisis han generado importantes desequilibrios que van a ser una pesada losa durante muchos años en muchas economías europeas, entre ellas la española.
Finalmente, sería necesario el fortalecimiento de la proyección exterior de la Unión Europea que debería superar la nostalgia Eurocéntrica que cree suficiente el modelo de Europa como espacio. Igualmente, no tiene sentido avanzar hacia un modelo estatal de integración europea, a partir del discurso de Europa Potencia, que diluya las identidades nacionales y repita a escala europea los errores del nacionalismo en nuestro continente. De lo que se trata es de aunar voluntades nacionales y ciudadanas para constituir una Europa como Actor global, de modo que los intereses y valores de la Unión y de sus miembros puedan defenderse y proyectarse en el mundo actual. (22)
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS.
(1)queaprendemoshoy.com/cual-es-el-futuro-de-la-union-europea/
(2)economía.elpais.com/economía/2013/02/14/
(3)www.realinstitutoelcano.org
(4)Eurostat. Documento consultado en el archivo digital de Célula Europa de la FESDO.
(5)Eurostat. Informe EuroparlTV.
(6)tiempo.infonews.com//2013/05/19
(7)Lobour Costs.
(8)Josep Mª Jordán y Isidro Antuñano. Migraciones y política social de la Unión Europea.
(9)www.diariojuridico.com
(10)www.linkedin.com
(11)www.abc.es/08/06/2012
(12)adecco.es 21/5/2013
(13)Adecco/Barceló & asociados.
(14)Informe del IEE
(15)Ricardo Lomoro. Desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados. (Curso monografías.com)
(16)www.eldiario.es/10/01/2013
(17)www.presseurop.eu/es/contet/article/
(18)blogs.publico.es
(19)Informe Pew Research Center, Agosto de 2013
(20)Florian Hartleb. A thoun in the side of european elites: The new Euroscepti cism.
(21)diario.latercera.com
(22)es.scribd.com
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