Aumentan en el mundo las limitaciones a la explotación de minerales metálicos a cielo abierto en el territorio continental. Las medidas para proteger la naturaleza y al conjunto de la población, hacen que los sectores económicos busquen nuevas vías de explotación, como la minería metálica submarina.
Es una posibilidad que podría enfrentar Panamá y ante la cual es conveniente que nuestro país adopte una política de alerta. La minería marina propone ampliar la diversidad explotable a minerales como hierro, cobre, níquel, aluminio, litio, cobalto, manganeso, titanio, bario, oro y plata, entre otros, que abundan en las llanuras profundas del Pacífico.
El “oro” de Panamá no es solamente verde: la riqueza natural y humana del territorio y su protección, conservación y aprovechamiento racional. También es azul: la riqueza natural del mar que le rodea y pertenece, su protección, conservación y aprovechamiento racional.
Oceana,(2) la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a proteger los océanos y mares del mundo, viene advirtiendo que “crece en el mundo la conciencia de que la incipiente industria de la minería en aguas marinas profundas amenaza la salud, y tal vez la existencia misma de las comunidades del océano profundo. Destruiría las estructuras físicas del fondo marino y los ecosistemas que estas albergan, levantaría columnas de sedimentos que asfixiarían a los organismos, alteraría la química oceánica a lo largo de muchos kilómetros y generaría contaminación acústica en el silencioso océano profundo”.
Es un daño en el lecho marino que puede incluso propagarse al afectar el área continental.
La minería submarina se refiere a tres industrias distintas, pero relacionadas, y que se diferencian por los tipos de minerales que se busca explotar: los sulfuros de fuentes hidrotermales; las costras ricas en cobalto de los montes submarinos; y los nódulos polimetálicos que se encuentran en las llanuras abisales. Estos metales son comúnmente utilizados en las baterías de vehículos eléctricos y en otras tecnologías.
Los efectos negativos de la minería submarina son la destrucción del ecosistema, los sedimentos, el ruido, la toxicidad y el conflicto espacial.
Si bien los Estados costeros tienen jurisdicción y derechos exclusivos sobre los recursos del lecho marino dentro de su zona económica exclusiva (ZEE) (UNCLOS, 1982; ISA, 2019), la Organización de Naciones Unidas estableció la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) para regular la minería en alta mar (UNCLOS, 1994). Actualmente, la ISA está redactando el “Código de Minería”, un complejo conjunto de reglas para regular la prospección, exploración y explotación. Aunque originalmente el Código iba a ser completado en julio de 2020, ello aún no ha ocurrido.
Países que promueven la minería submarina (lo más lejos de sus mares, por supuesto) son Australia y Japón. Han adoptado políticas de mucha cautela Brasil, Costa Rica, Chile y España. Los mayores yacimientos dispuestos para explotación se encuentran en la isla de Nauru, en Oceanía.
Poca información se tiene en Panamá. En la Dirección de Recursos Minerales del MICE ni siquiera contestan el teléfono. En la Cámara Minera de Panamá dicen no tener información. Una iniciativa loable es el proyecto de ley sobre protección de los arrecifes presentado en la Asamblea Nacional por el Centro de Incidencia Ambiental hace 3 años, que no ha sido atendido por la Asamblea. Es un esfuerzo importante, necesario pero no suficiente. Panamá hace frente a un riesgo: la minería de sus mares y los gobernantes venales dispuestos a venderla.
Oceana
Noviembre de 2023.
Comentario de Jorge E. Macías Jaramillo
3 razones por las que la minería submarina es un riesgo para nuestro planeta.
Razón 1: Producirá un daño irreparable a uno de nuestros mejores aliados contra el cambio climático.
Los fondos marinos son un almacén muy importante de “carbono azul”, es decir, el carbono capturado por los océanos, los ecosistemas costeros y los organismos que viven en ellos, y se almacena en forma de biomasa y sedimentos en los fondos marinos.
Razón 2: Impacto en la cadena alimentaria y las pesquerías.
El daño generado en las especies marinas afectaría a toda la cadena alimentaria oceánica ya que la minería submarina causaría un impacto negativo, e incluso la posible extinción de especies únicas que conforman el primer peldaño de la cadena alimentaria.
La minería submarina podría reducir las capturas de la flota española como consecuencia del daño causado por las nubes de sedimentos provocadas por esta actividad en las especies de interés comercial.
Razón 3: Daños irreparables para las especies marinas.
En las profundidades marinas encontramos ecosistemas que son oasis para las especies que habitan en ellos. Estas se encuentran entre las criaturas más longevas de la Tierra, lo que las hace particularmente vulnerables a las perturbaciones debido a sus bajas tasas de crecimiento. Algunas especies dependen de estos sustratos para vivir, como ocurre con las especies de corales y esponjas. Los investigadores estiman que el daño causado a la vida silvestre por la minería submarina “probablemente dure para siempre en escalas de tiempo humanas”.
Fuente: 3 RAZONES POR LAS QUE LA MINERÍA SUBMARINA ES UN RIESGO PARA NUESTRO PLANETA https://es.greenpeace.org/es/noticias/3-razones-por-las-que-la-mineria-submarina-es-un-riesgo-para-nuestro-planeta/
Panameños alerta antes que depredadores y entreguistas de nuestros recursos naturales comiencen a cabildear la minería submarina tenemos que prohibir la minería en el 100 % de nuestro territorio, en el 100 % de nuestros mares y Prohibir la minería submarina. Tenemos que lograr que todo el territorio de Panamá y nuestros mares se declaren protegidos en su totalidad.
La minería submarina perfora, horada con grandes cavidades el fondo del mar, desestabilizaría el fondo marino y el macizo continental que de manera inesperada podría estimular las placas tectónicas y produzca derrumbes, terremotos, tsunami, con consecuencias catastróficas en zonas costeras.
No faltará otro Richard Fifer que se preste al servicio de la industria extractiva de la minería submarina, por lo que desde aquí advertimos a estos depredadores entreguistas de nuestros recursos naturales y a gobiernos corruptos.
Los Panameños no estamos de acuerdo con ninguna minería en territorio continental ni marino Istmeño.
(1) Gracias a Ricardo. M. Alba patriota siempre preocupado y ocupado por los grandes y graves problemas que nos afectan a los panameños.
Entre sus grandes aportaciones tenemos su libro Panamá Ofendida o el Robo de Panamá de distribución gratuita, recomiendo su lectura porque contribuirá a incrementar nuestra conciencia Cívico Patriótico y Valores Humanos universales. Para que logremos un mejor nivel de vida para todos los panameños.
https://multimedia.corprensa.com/multimedia/catalogos/2023-05-26/Panama_Ofendida/
(2) Oceana es un movimiento de protección a los océanos que crece y avanza fuerte.
Oceana Europe. Fundada en 2001, es la mayor organización internacional centrada exclusivamente en la conservación de los océanos, la protección de los ecosistemas marinos y las especies marinas amenazadas. Nuestras oficinas en Europa, América del Norte, Central y del Sur, colaboran en una serie de campañas estratégicas destinadas a restaurar la riqueza de nuestros océanos. Creemos que la ciencia es muy importante a la hora de identificar problemas y hallar soluciones. Por este motivo, nuestro equipo de científicos trabaja mano a mano con economistas, abogados y asesores.
Oceana en México Somos una organización no gubernamental y sin fines de lucro. Internacional dedicada a proteger y restaurar nuestros mares con campañas basadas en ciencia para conseguir cambios reales.
Mexicomx.oceana.org Se unió en marzo de 2018
Oceana en México @marianaaziz directora en campañas de transparencia de Oceana, destaca que como consumidores no podemos resignarnos a consumir especies en peligro o pagar altos sobreprecios.
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