Así lo reflejan dos estudios pioneros publicados en las revistas Energy y Renewable Energy por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). “La Costa da Morte, entre Finisterre y las Islas Sisargas, y el área de Estaca de Bares -ambas en la costa coruñesa- son las zonas de la Península Ibérica con mayor potencial para instalar sistemas de aprovechamiento de la energía de las olas”, destaca a SINC Gregorio Iglesias, coautor de ambos estudios e ingeniero de la Escuela Politécnica Superior de la USC.

Los ingenieros afirman que en la Costa da Morte se pueden alcanzar los 50 kilowatios por metro de agua (más de 400 MW/hm al año) y en Estaca de Bares, un poco más de 40 kW/m. “A partir de esta región del noroeste peninsular el potencial energético de las olas decrece al alejarnos por el Cantábrico hacia el Este (25 Kw/m en el País Vasco) y por el océano Atlántico hacia el Sur”, aclara Iglesias, “y en el mar Mediterráneo la fuerza del oleaje no es la adecuada para producir energía de forma eficiente”.

El estudio analiza el potencial energético de las aguas gallegas, y es el primero que se centra en detalle en esta región. Los investigadores han obtenido los datos a partir del análisis del clima marítimo (régimen de oleaje a lo largo del tiempo) en aguas profundas de 20 puntos de la costa de Galicia. En concreto, la información procede de cuatro boyas (Langosteira, Vilán- Sigargas, Cabo Silleiro y Estaca de Bares) y de 16 nodos de la base de datos SIMAR-44 (series temporales de parámetros atmosféricos y oceanográficos generados con datos recogidos entre 1958 y 2001). Gregorio Iglesias destaca la importancia de las olas como una fuente de energía renovable, que puede ser “crucial” para reducir los gases de efecto invernadero y ayudar a cumplir el Protocolo de Kyoto. La energía de las olas, denominada ‘undimotriz’ (distinta a la energía maremotriz o de las mareas, de alto costo y sólo eficaz en zonas costeras que puedan confinar grandes masas de agua), se puede generar con diversos dispositivos.

Desde las boyas que al subir y bajar provoca el funcionamiento del generador, hasta las columnas o los pozos herméticos comunicados con el mar que expulsan el aire empujado por las olas hacia una turbina, pasando por la energía que se obtiene al mover partes articuladas flotantes y unidas, como las del ingenio Pelamis o “serpiente marina” desarrollado en Portugal.

En España, de momento, no existen instalaciones undimotrices que operen de forma comercial, aunque hay dos centrales piloto en Santoña (Cantabria), con boyas eléctricas de oscilación vertical, y en Mutriku (Guipúzcoa), con la tecnología de columna de agua oscilante. Además existe un proyecto para instalar una planta undimotriz en el puerto de Granadilla (Tenerife). Los investigadores de la USC también han diseñado un sistema de generación de energía del oleaje denominado “WaveCat”, una estructura flotante de acero que incorpora turbinas para producir la electricidad. En la actualidad el equipo trabaja en la mejora de los modelos numéricos del sistema y construye un prototipo a escala para ponerlo a prueba en un tanque de oleaje.

Planta piloto de energía de las Olas de Santoña (Cantabria)

Esta planta evitará la emisión de un total de 2.600 toneladas de CO2 cada año, cuando sus diez boyas funcionen a pleno rendimiento, según ha informado Ambienta, revista editada por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. 

En septiembre del pasado año se botó la primera boya del proyecto, con una capacidad de 40kW. A esta primera boya le acompañarán en una fase posterior otras nueve de 150 kW de potencia individual. Cada una está formada por un flotador de siete metros de diámetro, un compartimiento estanco donde se transforma la energía y un estabilizador.

Además, para asegurar la estabilidad de la estación, otras tres boyas semisumergidas y ancladas al fondo, a una profundidad de unos 50 metros, rematan la estructura Cero impacto visual: El compartimento cilíndrico estanco tiene 20 metros de longitud y está completamente sumergido en el mar, lo que reduce su impacto visual a la boya exterior, como ocurre en los icebergs.

Dentro del compartimento estanco se encuentra el sistema de transformación de la energía, llamado Power Take Off, compuesto por unos módulos que permiten la captura de la energía de las olas para su almacenaje y posterior transformación. La planta maremotriz será la primera en funcionar en Europa, con una potencia conjunta de 1.390kW distribuida en diez boyas, una de 40kW de potencia y otras nueve de 150kW. Aún así, todavía habrá que esperar a que Iberdrola Renovables, promotora de la planta, compruebe la viabilidad técnica y económica del proyecto. La futura planta de generación de esta energía limpia producirá aproximadamente la energía necesaria para abastecer a 2.500 hogares.

El proyecto cuenta con la ayuda ministerial del Programa de Fomento de la Investigación Técnica (PROFIT), diseñado para estimular las actividades de investigación y desarrollo tecnológico.

Fuentes: http://www.mundo-geo.es/green-living/las-olas-como-fuente-de-energia y http://www.mundo-geo.es/green-living/la-energia-cantabra-de-las-olas-finalizada-la-primera-fase-evitara-2-600-toneladas-de-co2