Miguel Esteban- ¿Podría usted contarnos un poco de su vida y actividad literaria?Julia de Castro-
Lo cierto es que hasta 2012 jamás imaginé que iba a publicar lo que escribía. Una cosa es tener la afición de inventar historias y, otra bien distinta, exponerlas a la mirada de otros. Las circunstancias, un par de libros solidarios y escritos en colaboración con otros autores y el aliento de quienes leyeron algunas de las páginas que escondía por los cajones, hicieron que me decidiera a sacarlas a la luz y, en eso sigo, viviendo un sueño hecho realidad.
P- ¿Cuáles fueron los primeros autores/autoras que le influyeron?
R- Leo desde que puedo recordar, creo que puedo decir que, desde entonces, no he pasado ni un solo día de mi vida sin acariciar las páginas de un libro y, en cada etapa, ha habido muchos autores que han dejado poso en mí y en mi forma de escribir. Si tengo en cuenta que, mi primer acercamiento a la literatura fueron aquellos tebeos (TBO) de mi niñez, se entiende que hay una enorme lista de influencias a mis espaldas.
P- ¿Cómo definiría sus poesías narrativa?
R- He hecho un pacto conmigo misma y, tanto novela como relatos cortos, se decantan por el compromiso social, por dar voz a aquellos que no la tienen.
P- ¿Cree que el escritor «evoluciona» en su escritura?
R- Sí, por supuesto, el ser humano está en constante evolución y por tanto, también lo está en la faceta de escritor. No somos los mismos a los veinte que a los cuarenta o a los sesenta y nada de lo que hagamos, incluso escribir, puede permanecer sin evolucionar.
P- ¿Cómo ha cambiado su lenguaje a lo largo de los años?
R- Creo que con los años llega cierta madurez en todos los ámbitos de nuestras vidas y, ciertos pudores y prejuicios van quedando un poco de lado. Esto tiene que notarse, por fuerza, en la forma de escribir y, por supuesto en nuestro lenguaje, dando paso a cierto descaro. De alguna manera es como el dicho, “ponerse el mundo por montera”, para hablar claro y alto llamando a las cosas por su nombre.
P- ¿Cómo siente que un escrito está terminado y cómo lo corrige?
R- Cuando he terminado de recoger lo que quería trasmitir. Uno no puede perderse en mil vericuetos y dar vueltas y más vueltas porque perderíamos el hilo de las historias que contamos. Las historias tienen sus tiempos y no es posible forzarlos porque no serían creíbles.
Lo de corregir es una auténtica locura. Cada vez que leo lo que escribo, incluso sin haber terminado el primer borrador, lo corrijo. Ya finalizado empiezan las correcciones en serio, una y otra vez. Después, tengo la costumbre, de enviarlo a varios autores compañeros de letras que me dan su opinión sobre contenido y continente. Son muchas las horas y las lecturas que empleo en este cometido.
P- ¿Cuál es el fin que le gustaría alcanzar con sus poesías su narrativa?
R- Despertar sentimientos y conciencias. Que el lector se pare a pensar en las historias que cuento en mis libros, que se plantee opciones y alternativas. Que se cuestione sus ideas y sus creencias sobre la vida y las circunstancias en las que cada uno la vive.
P- ¿Qué lugar ocupan, para un escritor como usted, las lecturas en vivo?
R- Antes que escritora soy una ávida lectora. Para mí la lectura enriquece la vida y nos dota de herramientas para aprender a pensar por nosotros mismos. Alguien que no lee está a merced de la manipulación. Siento verdadero placer adentrándome en las miles de historias que pueblan las páginas de los libros y lo cierto es que es un placer que disfruto mucho a solas, pero creo que compartir lecturas y, sobre todo, comentarios de esas lecturas, nos enriquece doblemente y favorece el intercambio y la reflexión, además de que puede ser un buen método para animar a los más reticentes.
P- ¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, blogs, etc.?
R- Creo que es una oportunidad magnífica para llegar a los lectores y, más allá, a los que normalmente no leen un libro. Son una ventana abierta al gran público aunque, en ocasiones, pueden encerrar un claro riesgo para aquellos que no tienen costumbre de cuestionarse nada.
P- ¿Podría recomendarnos una novela de otro autor que le haya gustado mucho?
R- Hay muchas novelas que podría recomendar. En tantos años de lectora empedernida, ha habido muchas obras que me han hecho disfrutar y pensar, y que hoy siguen en mi estantería de libros preferidos, pero voy a recomendar una de las últimas que he leído apenas hace unas semanas, se trata de la última novela de Gonzalo Arjona, Cielos de Carbón II. Es una de esas historias que te atrapan desde las primeras páginas y que no puedes dejar hasta el final. Una gran labor de documentación para ambientar una historia muy actual y muy bien escrita.
P- ¿Qué libro está leyendo en la actualidad?
R- Estoy releyendo, por enésima vez, Las nieblas de Avalon, de Marion Zimmer Bradley. Una visión muy particular de la leyenda artúrica que me hace disfrutar muchísimo de unos personajes femeninos con peso propio en la historia y de las tradiciones celtas tan unidas a la naturaleza.
P- ¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este camino de la literatura?
R- No puedo aconsejar más que una cosa a quien quiera escribir, que escriba. Si de lo que se disfruta es de hilvanar historias, dar vida a personajes, y crear relaciones entre ellos, lo mejor es ponerse manos a la obra, sin olvidar nunca que la mejor aliada para escribir es la lectura. Cosa diferentes es querer vivir de lo que escribes, para eso no tengo consejos ya que yo sigo viviendo de mi trabajo que poco tiene que ver con la literatura.
P- ¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
R- La veo como un negocio con pocos escrúpulos. En mi opinión personal, se piensa más en el negocio que en la calidad, pero es un mal generalizado de nuestros tiempos, pesa más un buen márquetin que una buena obra. No quiero dejar de hablar de las pequeñas editoriales que apuestan, con todo lo que tienen, por autores desconocidos, siguen existiendo pero tienen un papel escaso en la promoción de obras y autores.
P- ¿Qué libros ha publicado?
R- Además de los dos libros solidarios de los que hablábamos antes, un libro de relatos para niños y un poemario, en 2016 publiqué mi primer libro en solitario, Escrito en femenino singular, doce relatos que dan la palabra a otras tantas mujeres para que cuenten sus historias en voz baja pero segura, mujeres que enfrentan su destino con las armas que la vida les ha dado. En 2019 le llegó el turno a una novela, La caja egipcia, que encierra en sus páginas un oscuro y doloroso secreto que va a cambiar la vida de sus protagonistas. Es una historia que plantea no solo las vivencias que encaramos en el transcurso de nuestra vida, algunas terribles, si no también la importancia de cómo enfrentamos esas circunstancias para no convertirnos en víctimas.
Próximamente se publicará La estupidez de creerse a salvo, desde sus páginas pretendo golpear conciencias sin ira y sin ensañamiento, las de todos lo que, desde una normalidad acomodada, creemos que algunas cosas solo les ocurren a los demás, nunca a nosotros mismos. Un error común, ese autoengaño al que nos aferramos para no tener que profundizar en lo que acontece a nuestro alrededor, para no tener que atender más que a lo fácilmente previsible.
P- ¿Cuál es la pregunta que le gustaría que le hubiese hecho?
R- ¿Qué te ha aportado hasta ahora la literatura? Y yo te hubiera contestado que, dejando a un lado mi faceta de lectora, imprescindible en mi vida, la literatura desde el papel de escritora me ha facilitado comunicarme de una manera distinta y muy fructífera. Cada uno de mis libros está escrito desde una parte de mí, el corazón, el cerebro o las tripas… Es una manera inmejorable de espantar fantasmas y gritar al mundo lo que siento y lo que pienso.
Autor de la entrevista Miguel Esteban Torreblanca
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