Miguel Esteban- ¿Podría usted hablarnos sobre su vida y actividad literaria?

María Antonia García de León Álvarez.- Es una pregunta oceánica. Creo que la voy a fraccionar, porque es necesario responderla en partes..

P- ¿Qué es para usted el acto de escribir?

R- Me sumo a lo que tan bella y claramente decía André Gide: “escribir es poner algo fuera de la muerte”. Creo que escribimos por esa ansia de eternidad, por esa angustia de durabilidad, por ese afán de permanencia. Por afianzar nuestro ser.
Dicho lo anterior escribir es un trabajo hercúleo es un trabajo durísimo.

Antes que nada, está el acto creador del logos. Eso es lo que verdaderamente da placer. En cierta manera, si yo fuese una diosa, me quedaría en ese destello del logos, y no necesitaría hacer nada más. Se transmitiría mi ocurrencia por el aire, por empatía, por intuición, y no tendría que hacer el trabajo hercúleo y fatigoso que es la escritura. Sin embargo, el momento mismo de la escritura, el acto en sí, tiene algo muy creativo, cosas que no se te habían ocurrido fluyen en el propio acto de la escritura.

P- ¿ Mi vida como escritora?

R- En realidad, lo que yo quiero en la vida es jugar (la vida como juego, Nietzsche, el ánimo juvenil, lo dionisíaco). Jugar y divertirse. La alegría es oro. Escribo por ello de una manera rápida, breve, aunque luego, el resultado sea de bastantes páginas. Pero no quiero hacer literariamente un discurso sostenido. Hoy por hoy, no quiero enfrentarme a la novela. Es un trabajo super hercúleo el mantener cientos de páginas en la cabeza, y construir a los personajes que la forman. Lo considero un trabajo “esclavo”, respetando que hay a mucha gente que esa especie de esclavitud le da gozo y placer.

Mi trabajo, mi modo de escribir funciona con el placer del logos de lo que llamo “tener un golpe de ariete” en la mente que te ilumina, y tienes que desarrollar, pero no prolífica ni eruditamente. La erudición no forma parte de mis amores y, tampoco, el enorme trabajo que lleva la documentación y las notas a pie de página. Hablo con conocimiento de causa porque soy una académica, con una larga práctica de escritura científica.

La ingratitud de poner las llamadas notas a pie de página, te obliga a escribir el libro en dos pisos: la creación arriba y abajo tienes que escribir una especie de justificación notarial. Eso es totalmente agotador. Así es el trabajo erudito, el trabajo científico. Afortunadamente el trabajo literario es más libre tiene sus normas, pero goza de amplias avenidas de libertad.

P- ¿Mi obra?

R- Yo tengo una obra en que se ha desarrollado en dos vertientes.

Una, la investigación sociológica. En este terreno, realmente he hecho mucha investigación que se ha plasmado en numerosos ensayos publicados, principalmente en la temática de Género y Poder. Además, he tenido una amplia gama de intereses culturales, como la biografía, sociología del cine, el estudio del paradigma de lo rural, de lo urbano, la sociología de la educación, de la ciencia, entre otros temas.

Al final de la entrevista adjunto una selección de mis obras sociológicas.

También he hecho obra periodística, en la forma de columnas de opinión. En la actualidad, escribo en el veterano Diario Lanza de Ciudad Real una columna quincenal titulada “Desde mi torre de adobe”.

En el campo de la lírica, he escrito más de una docena de libros de poemas.

También he escrito un apunte de mis memorias, en un libro “Años de luz y niebla. (Contra la conjura del olvido)”, Ed. Sial. Como siempre, la preocupación por la invisibilización de las mujeres (su barrido de la Historia) está presente en mi obra.

Mis obras más recientes son del 2020 y 2021. En ellas, he querido dejar constancia de la tremendamente impactante experiencia que hemos vivido, bajo el acoso de la pandemia y de otros acosos sociales. El primer libro, titulado significativamente “Estado de Sitio. Primavera del 2020” y el segundo “El Yo sitiado. Diario de 2020”, ambos en la editorial Sial. La recepción de ambas obras me indica que hay empatía con el el lector, y eso es lo que queremos todos los escritores, comunicación y afecto con los lectores, ser comprendidos.

Escribimos para ser queridos y ser comprendidos.

P- ¿Cómo define su obra?

R- Después de todo lo dicho, yo diría que es la obra, en primer lugar, de una académica, de una socióloga, pero de una socióloga con voluntad de estilo, de una socióloga poeta, escritora avant la lettre, ensayista al modo de Ortega y Gasset. Ello no invalida el trabajo inmenso de investigación sociológica, que ha sido la base de esos ensayos.

En segundo lugar, desde el 2010 en que dejé mi actividad de docencia activa en la Universidad Complutense de Madrid, pero que tangencialmente la sigo desarrollando a través de conferencias, artículos en revistas, congresos etcétera, me dedico con igual intensidad de trabajo a la lírica, a la escritura periodística, en definitiva, a la escritura literaria.

P- ¿Podría decirnos algo sobre su estilo de escritura?

Bueno, ya he dado antes algunos rasgos, pero si quisiéramos seguir con este asunto, muy brevemente diría que me siento muy ligada a las propuestas de Italo Calvino, para el nuevo milenio (su conocida obra). Mi estilo es de soporte ligero.

Por ello, la lírica, la poesía, me entusiasma; el periodismo me apasiona, porque son soportes ligeros, breves. Es un fogonazo de logos que me tiene embarazada durante largo tiempo, y que luego se plasma en una realización bastante rápida. No corrijo mucho porque, cuando me pongo a escribir, la cuestión está bastante madura. Bien es verdad que, como he dicho antes, el acto de escribir tiene un proceso creativo en sí mismo, que te lleva a cosas insospechadas más allá de la idea primigenia.

P- ¿Cuáles son los autores que le influyen?

R- Soy una persona que siempre ha leído, que siempre ha escrito, que siempre ha estado muy interesada por la cultura. Soy una especie de animal cultural, y son muchos los autores que me interesan. Porque un escritor es, como dice Bajtin, una encrucijada. “Sus textos son espacio de intersección entre los diferentes sistemas ideológicos, el sistema lingüístico y la respuesta del otro”. En este sentido la literatura para mí es un hecho social.

Por un lado, como he transitado muchos años por el campo académico, hay muchos autores sociólogos, filósofos, antropólogos, que me interesan. Voy a citar, como ejemplo, a mi maestro Pierre Bourdieu. Su obra es muy determinante e inspiradora para mí.

También he leído, naturalmente por profesión y por devoción, mucho ensayo de género. He leído las clásicas, como Simón de Beauvoir, y toda la literatura de género, los estudios culturales… Para ello he aprovechado diversas estancias en EEUU como visiting profesor en universidades de prestigio, como Berkeley, San Diego y Santa Bárbara en California, Wellesley College en Boston y Columbia Univ. en Nueva York.

También he leído y visto mucho cine. Por citar a alguien, la obra de P.P. Pasolini, o la obra de Eric Rohmer, porque son artistas intelectuales que hacen cine de autor. A mí me gusta decir lo que decía mi profesor José Luis Aranguren: “cultura es lo que queda cuando todo se olvida”. Ahora tengo todo ese elenco de los clásicos incorporados a mi sangre, a mi alma. Toda la obra de Proust, la literatura francesa, la gran literatura rusa, etc. etc. Cómo no recordar mi devoción particular por Marguerite Yourcenar, o Yukio Mishima.

P- ¿Qué libro está leyendo actualmente? ¿Qué libros está leyendo, y cuales le han gustado?

R- Yo no leo un libro, leo muchos libros a un tiempo. Parece chistoso, pero tengo dos o tres mesas de trabajo, y ahí funcionan muchos libros, paso de uno a otro. Por ejemplo, actualmente estoy trabajando sobre Emilia Pardo Bazán, su vida y su obra, y varios libros biográficos, p.e.: de Isabel Burdiel, o de Germán Gullón, y algunas de las obras de la autora, revolotean por mi mesa.

Me interesa mucho la escritura del yo, como la obra de Anna Caballé. Por ejemplo, la biografía que hizo a Carmen Laforet, o a Francisco Umbral.

Algunos libros nuevos que ahora estoy manejando son: un libro de Cristina Galán que se titula “Bajo el Árbol Sagrado. El oficio amar”.

También tengo en la mi mesa un libro de Carlos Villavieja que se titula “Las mujeres de la casa de Saba” recién publicado (Ed. Sial). Otro libro que no quiero dejar de citar es el poemario “Tránsito vivo” de Beatriz Villacañas, académica de la UCM y poeta, como yo.

Muchos de ellos son libros que, bien, he reseñado, o prologado, y que de alguna manera forman parte de mi trabajo diario.

P- ¿Cómo ves el panorama literario actual?

R- Lo veo bien. En la famosa polémica de si el libro de papel se muere, y el libro digital triunfa, etcétera, se ha visto en las recientes ferias del libro, que el libro en papel goza de buena salud y que pueden coexistir los dos productos al mismo tiempo.

El escaparate de los libros son los suplementos culturales de los periódicos, pero estos actúan de una manera muy mercantilista. Se podría hacer una investigación de la cultura española a través de las publicaciones en periódico en la última década y se vería que los títulos y autores reseñados están muy concentrados en ciertas editoriales, p.e.: Alfaguara, Anagrama etc. que convienen al medio de prensa en cuestión. Los suplementos culturales son una especie de círculo de hierro, de muralla infranqueable para muchos autores. Muy antidemocráticos, por así decirlo.

Cuando pase el tiempo se verá que hay muchos autores además de los “enchufados al poder” sea político, masmediático, que no aparecían en sus suplementos culturales. O bien, nunca se conocerán. Esto me parece muy triste. Si viniese un extraterrestre y se informase de la cultura española por los suplementos, sería muy parcial la información que obtendría.

P- ¿Consejos a un joven que quiera escribir?

R- A un joven, o una joven, que quiera escribir le diría lo mismo que dijo Orson Welles, consejos para hacer cine: “ir todas las tardes a la cinemateca, ver cine y ver cine”.

Pasando al campo de la literatura, se aprende a escribir leyendo, leyendo y leyendo; y escribiendo, escribiendo, escribiendo. Además, afortunadamente en nuestro país proliferan talleres escuela de literatura, o poesía, que sí creo que son útiles, por lo que puedan corregir la escritura. O también por estar entre pares, y socializarse. La escritura, como todo oficio, tiene un aprendizaje; en ese sentido soy optimista en las grandes ciudades y además en la red, hay talleres online.

Hay mucha oferta y mucho movimiento, mucha vitalidad, es toda una agenda de esperanza para las nuevas generaciones.

 

Bibliografía selecta de María Antonia García de León

García de León, María Antonia (1982): Las élites femeninas españolas, prólogo de José Luis L. Aranguren. Editorial Queimada. Una investigación bibliográfica sobre cien biografías de mujeres.

— y T. Maldonado (1989): Pedro Almodóvar, la otra España cañí, prólogo de John Hopewell. Ciudad Real: Editorial B. A. M. Apunte biográfico sobre Pedro Almodóvar.

—(1994): Élites discriminadas. Sobre el poder de las mujeres. Barcelona: Anthropos. Apuntes biográficos sobre Pilar Miró, las hermanas Koplowitz, Carmen Romero e Isabel Preysler.

—(2002): Herederas y heridas. Sobre las élites profesionales femeninas, prólogo de Carmen Alborch. Valencia: Editorial Cátedra.

— y García Cortázar, M. (eds.) (2005): La excelencia científica. Hombres y mujeres en las Reales Academias, Serie Estudios, núm. 88. Madrid: Instituto de la Mujer. Capítulos con entrevistas a los/las académicos/as.

—(2008): Rebeldes ilustradas. La otra Transición, prólogo de Anna Caballé. Barcelona: Ed. Anthropos. Contiene entrevistas a relevantes feministas.

— y Fernández-Fígares, M. D. (2009): Antropólogas, politólogas y sociólogas. Género, biografía y ciencias sociales. Madrid-México: Plaza y Valdés.

—(2011): Cabeza moderna/Corazón patriarcal. Un diagnóstico social de género, prólogo de Celia Amorós. Barcelona: Editorial Anthropos. Capítulos sobre Carmen Laforet, Elena Soriano y Clarice Linspector.

—(2018): Una obra pionera en género y poder. Apunte para una biografía intelectual. Proyecto Genera. Barcelona: Ed. Icaria.

—(2019): Años de luz y niebla. Contra la conjura del olvido. Madrid: Ed. SIAL, 2.ª edición.

Obra colectiva (2000): Gendering Elites. Nueva York: Editorial MacMillan Press. Premio Europeo René Descartes, 2002.

Obra colectiva (2018): Un frágil equilibrio. Memorias de género versus el olvido. Universidad de Santiago de Compostela.

Evans, Mary y Davis, Kate (eds.) (2010): «Chronos and Knowledge: The Three Memories. A target of the Feminist Agenda today», en Trasatlantic Conversations. Londres: European Journal of Women’s Studies.

 

Autor de la entrevista Miguel Esteban Torreblanca