Ayer las cinco organizaciones han enviado una carta al Presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien tendrá la última palabra sobre la aprobación del proyecto. Solicitan la denegación de los tres proyectos de extracción y almacenamiento de gas en el espacio natural de Doñana, dentro de la Red Natura 2000 y la IBA Marismas del Guadalquivir.

Las cinco ONG ecologistas han pedido también una reunión urgente con Diego Valderas, Vicepresidente de la Junta de Andalucía y Coordinador de Izquierda Unida-Los Verdes para que esta formación política actúe y evite la ejecución de estos proyectos y que Doñana se convierta en un campo gasístico.

El pasado jueves, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente dio el visto bueno a la ampliación de la explotación de gas en el área natural, marginando una vez más los intereses medioambientales. Las ONG firmantes critican duramente la decisión del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que amenaza a uno de los espacios más emblemáticos del patrimonio ambiental europeo.

Las ecologistas consideran el proyecto inaceptable e incompatible con la conservación de Doñana. Señalan que se sumaría a otros graves impactos ya existentes, poniendo en peligro la naturaleza de este excepcional espacio y en riesgo la credibilidad internacional del gobierno central y autonómico. En su carta, las entidades solicitan una reunión con los responsables de la Junta para expresar personalmente su preocupación por éste y otros proyectos que amenazan Doñana.

Resultados nefastos para Doñana

Si no se frena de inmediato el desarrollo de este nuevo proyecto industrial, la Declaración de Impacto Ambiental positiva por parte del Ministerio tendría como resultado la construcción de un gasoducto de más de 18 km y estructuras de almacenaje a lo largo y ancho de Doñana. Afectaría directamente a la Zona de Especial Protección (ZEPA) de Doñana y al Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de Doñana Norte y Oeste. Lamentablemente este tipo de proyecto no es una novedad para Doñana que, aún gozando de su título como espacio protegido, acumula desde hace años diversos puntos de extracción de gas.

La filial de Gas Natural Fenosa, Petroleum Oil & Gas España, podría explotar el terreno con total impunidad, con un alto riesgo de contaminación del subsuelo, acuíferos, pérdida de biodiversidad, en muchos casos de especies amenazadas, así como múltiples impactos imposibles de cuantificar en estos momentos, si la Junta de Andalucía no toma cartas en el asunto y antepone el bien común a los intereses de la compañía Gas Natural-Fenosa.

Las principales ONG ecologistas seguirán de cerca todo el proceso y acudirán a todas las instancias necesarias para frenar uno de los proyectos más peligrosos para el medio ambiente de nuestro país.

 

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