“Las aguas marinas absorben cada día 24 millones de toneladas de dióxido de carbono”, señala este estudio, que afirma que, si las emisiones de CO2 no se reducen, en 2100 esta tasa habrá aumentado un 170 por ciento con respecto a los niveles anteriores a la era industrial. Según la UNESCO, el fenómeno de acidificación de los océanos, “que se está produciendo a un ritmo sin precedentes”, es uno de los efectos más preocupantes del cambio climático.

Para esta organización la única manera de minimizar los riesgos es reducir drásticamente las emisiones de CO2. El informe del Tercer Simposio sobre la Acidificación de los Océanos presentado en Varsovia señala que a medida que aumenta la acidez disminuye la capacidad de los océanos para tratar el CO2 emitido a la atmósfera, lo que a su vez disminuye el papel atenuante del cambio climático que desempeñan los océanos.

“Estos fenómenos se conjugan con otras amenazas para los ecosistemas marinos, como el calentamiento de los océanos, la pesca excesiva y la contaminación, y resultan todavía más preocupantes”, añade el texto.

Esta acidez afecta especialmente a organismos como los corales o los crustáceos, que pueden resultar gravemente afectados y provocar cambios sustanciales de los ecosistemas marinos con consecuencias socieconómicas importantes, como la drástica reducción en las capturas de mariscos.

Preparado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, el Comité Científico para la Investigación Oceánica (SCOR) y el Programa Internacional de Geosfera-Biosfera (IGBP), el documento resume las conclusiones de 540 expertos de 37 países y presenta el estado actual de la investigación sobre la acidificación oceánica.

El documento disponible en idioma inglés puede descargarse desde Aquí

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